Dave “Rave” Ogilvie resucitó a su proyecto musical Jakalope, integrando a Chrystal Leigh trás la salida de la vocalista Katie B, gando así, un nuevo aire de frescura en su sonido. Ahora, partiendo de que el género musical interpretado por la banda ha sido bautizado como “industrial pop”, no hay mucho de que sorprendernos, ya que la placa sigue la línea de sus antecesores, pero por un camino aún más soft. Las guitarras siguen presentes, pero sólo como una mera referencia, las programaciones y beats se siente más apegados al pop electrónico, que a cualquiera de las producciones en las que ha participado Ogilvie (NIN, Marilyn Manson, Slinny Puppy, etc.). Lo anterior, combinado con la (a veces extremadamente) dulce voz de Chrystal, hace pensar que quien invade las bocinas es Kylie Minogue. De cualquier forma, el álbum está producido de manera impecable y es bueno, pero se antojaría algo más de power.