La mañana del último día del 42avo festival de Glastonbury amanece soleada de nuevo, contra toda predicción. Después de la noche con The Rolling Stones los primeros escenarios de la mañana están bastante vacíos ya que la gente seguía dormida. Sin embargo poco a poco las ganas de más música va levantando el ánimo de la gente.
A eso de las 12:30 pm sobre los escenarios principales tocaban First Aid Kit (un dueto de suecas producidas por Jack White) en The Pyramid y The Heavy en The Other Stage.
Un poco más alejados pero con la misma potencia los canadienses Suuns, agrupaban en el John Peel, gente que sin conocerlos, se acercaba al escenario para ver de donde provenían aquellos particulares sintetizadores. Aunque la presentación fue breve (50 minutos como todas las de la mañana), les dio tiempo de pasar por toda clase de sentimientos con varios de sus sencillos y cerrando con ‘pie IX’, de su primer disco “Zeros QC”.
Cambiando radicalmente de estilo de un escenario al otro, justo a la hora de la comida llegaba al Pyramid Stage, Rufus Wainwright.
Y justo después de este, en el mismo lugar fue recibido con una ovación, Sir Kenny Rogers, como fuera previamente presentado. Aunque ya tiene una avanzada edad, Rogers dio una clase del mejor country americano y dijo que para el era muy duro estar lejos de casa, sin embargo Glasto y su público lo ameritaban.
Mientras tanto en The Other Stage llegaba la banda islandesa de indie folk Of Monsters and Men, quienes se sorprendieron al ver la cantidad de público que tenían. Y coreados por los miles de asistentes, la agrupación cantó entero su único álbum “My Head is an Animal”.
La siguiente banda en ese escenario fue Editors, quienes juntaron aún más gente. Esta banda británica acreedora del Mercury Prize en 2006, era una de las más esperadas del festival y aunque no cerraron ningún escenario si tocaron poco más de lo habitual, porque la gente lo pedía a gritos. Cerrando con una de sus mejores canciones ‘Papillon’.
A la par de Editors pero en The Pyramid Stage, Nick Cave & The bad Seeds, envolvían al público con sus movimientos animales y la profunda voz que caracteriza al cantante australiano. Aunque el tiempo no fue suficiente para su público Cave trató de cantar la mayoría de sus éxitos y también algunas canciones de su más reciente disco “Push The Sky Away”.
Al caer la noche las cosas se intensificaban cada vez más y sobre The Other Stage tocó The Smashing Pumpkins, quienes generaron olas de gritos y empujones para llegar lo más cerca posible del escenario. Siempre es una incógnita con que tipo de Billy Corgan nos encontraremos, sin embargo esta vez salió a cantar sin ningún disfraz, ni maquillaje, como un tipo totalmente sencillo pero milimétricamente preciso con las guitarras.
En el John Peel el joven productor de música electrónica y cantante James Blake, nominado al Mercury Prize en 2011, abrió con mucha más fuerza de lo que se esperaba, y no decepcionó en ningún momento a la gente que lo acompañaba sobre el pequeño escenario, cantando su disco de estudio homónimo aparte de varias canciones nuevas.
Las opciones para cerrar el festival eran muchas y todas buenas. Por una parte la gran banda francesa Phoenix tocaba en el John Peel, donde muchísimos asistentes se salían por todos lados de la carpa y que en ningún momento pararon de bailar.
Mientras tanto en The West Holts, el mítico Bobby Womack, tocó su mejor blues, trayendo al escenario a un invitado de lujo que enloqueció a la gente. Al piano Damon Albarn, acompañó a Womack en varios de los temas.
El Other Stage tuvo el lujo de tener a The xx, quienes han tocado en otras ediciones del festival en distintos escenarios pero nunca habían cerrado uno de los principales. Para los asistentes de la granja que querían cerrar con más calma, este escenario fue perfecto. La banda tocó casi completos sus dos álbumes, lo que dejó más que satisfecho al público que tenían.
Por último en el escenario más grande The Pyramid Stage, el cuarteto inglés Mumford & Sons hizo vibrar hasta el último árbol del recinto con su potente e impecable folk-rock. Entre los 4 tocaron al menos 15 instrumentos, pasando de uno a otro entre canción y canción y dedicando el concierto y la felicidad de estar en Glastonbury a su bajista/contrabajista, batería, Ted Dwane, quien hace apenas una semana había estado al borde da la muerte con un sangrado cerebral y que ahora se encuentra perfecto y tocando.
No faltaron temas como ‘I Will Wait’, ‘Little Lion Man’, ‘Lover of the Light’, entre otros, pero el momento cumbre de la noche fue cuando al final del concierto, el creador de la banda Marcus Mumford, invitara a amigos a cantar una canción para cerrar el festival.
Y nada más y nada menos que algunos de los integrantes de Vampire Weekend, The Vaccines, The Staves y First Aid Kit entraron al escenario para cantar ‘With a Little Help of my Friends’ de The Beatles. Concluyendo con esto y con miles de voces coreando un Glastonbury épico.