Hablar de momentos clave en la carrera de las bandas me resulta bastante difícil. Y es que antes de poder hacerlo tendría que aclarar mi posición frente a la música, pensándolo desde una perspectiva como músico, melómano, fan, crítico o inclusive como todo a la vez.
Como melómano, encuentro fascinante el primer momento en el que escuché ‘Idioteque’. Simbólicamente esto representaba, para mí, romper la liga con el pasado y abrir las puertas a un mundo de subgéneros que caracterizarían el rock a principio del Siglo XXI. No sólo era interesante escuchar que el rock se presentaba con distintas metodologías y estructuras, también era momento de entender como fan que debía ampliar mis criterios a nuevas propuestas y variantes del rock. Al mismo tiempo, viéndolo desde otro ángulo (como crítico) entendía que esta canción no sería la más tocada de su carrera, pero sí el parteaguas más interesante en la historia de la banda.
A veces no son canciones, son discos los que definen la carrera de una banda, discos como “Third”, de Portishead. Cuando escuché este disco entendí como músico que nunca es demasiado tarde para consolidarse como banda. No sólo eso, también creía que se convertirían en una de las bandas más importantes de la música contemporánea. Sin embargo, lo más interesante de todo era presenciar cómo es que lo lograban con tan sólo 3 discos de estudio en 23 años de carrera. 10 años de ausencia no habrían sido en vano, y es que necesitarían ese tiempo para llegar a ese tercer disco.
Remontándome en mi adolescencia, puedo recordar momentos como estos cuando bandas como Café Tacvba sacaría su segundo álbum “Re”, o Nirvana grabara aquel mítico Unplugged. Son momentos como los que acabo de mencionar, caracterizados por canciones, discos, conciertos, colaboraciones y decisiones, los que determinan la historia de una banda, pero más importante aún, los que se acompañan de una palabra clave: la palabra “cambio”.
Ese momento donde las bandas deciden experimentar, donde los productores deciden salirse de la regla, donde los promotores innovan, es el escenario donde una banda se construye o se destruye. Hablar de esos momentos es entender que no suceden ni al principio ni al final, sino justo en medio de la historia de una banda, en un contexto de cambio.
Para muchos, esos momentos determinantes son donde las bandas se consolidan o se van de picada, donde pasan de ser relevantes a exitosas. Siempre he creído que el éxito va más allá del reconocimiento y que, al final, esos momentos no sólo son procesos de cambio, sino también coincidencias en tiempo y espacio.
La historia de nuestra banda también se compone de momentos que son parteaguas, algunos muy al comienzo, como cuando salió en la radio ‘Espiral’. La industria estaba en un punto clave donde la independencia de las bandas comenzaba a burbujear de manera efervecente, MySpace cambiaba la manera de comunicar música y la escena nacional estaba impulsando al rock en el país. No sólo por estas razones Espiral se convertiría en una canción que cambiaría nuestra historia, sino porque además existía en el tiempo y el espacio adecuados. Sin embargo, este apenas era el comienzo de la banda, por lo tanto, este caso no aplica para hablar de “cambio”, ya que no había nada atrás de eso.
Eso me deja pensando en una cosa: ¿Es acaso que el cambio llega ahora que volvemos a estar juntos?
Siento que la banda se encuentra justo en medio del cambio. Ya no hacemos la música con los mismos elementos o de la misma manera en que la hacíamos, cuando se trataba de una democracia. Ahora hacemos música pensando en que las decisiones complazcan a todos y cada uno de los presentes. Por obvias razones esto es un reto, y probablemente nos lleve más tiempo conciliar nuevas composiciones, pero al final el resultado será algo que llene nuestras expectativas.
También es un momento importante donde hemos decidido llevar la manera de presentarnos en vivo a otra dimensión, con una producción como la que no habíamos podido contar antes, que nos permita no sólo otorgar una mayor experiencia al escucha, sino también a nosotros mismos, como seres musicales y emocionales.
‘Kiosko’, nuestro último sencillo, también representa el cambio para nosotros, ya que nunca habíamos hecho una pieza con una armonía tan sutil y con una estructura tan sencilla, ni mucho menos una canción donde las guitarras no fueran tan importantes.
Es por estas y más razones, que nuestra banda se encuentra justo en ese momento, momento que llegaría 5 años después de nuestra última tocada antes de decidir continuar y que, por otro lado, se encuentra en un tiempo y espacio idóneo.
Creo que ese punto ha llegado para nosotros, no sé cuánto tiempo dure este proceso. Lo que sé, es que si el tiempo y espacio están de acuerdo, este será un momento definitorio en nuestra carrera, el simple hecho de “volver a la música”.