Después de que en las últimas semanas parecía que el acuerdo de Microsoft de comprar a Activision Blizzard tendría la aprobación de la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA) del Reino Unido, ambas compañías se llevaron una sorpresa.
A finales de marzo pasado la CMA concluyó provisionalmente, que resultaría en una gran pérdida para Microsoft retirar Call of Duty de PlayStation si el acuerdo de compra llegaba a pasar — y no representaría una substancial disminución de competitividad en los servicios de consolas de videojuegos. Lo que reducía las preocupaciones del organismo regulador británico al mercado de juego en la nube o cloud gaming.
Hoy el organismo dio su decisión final, determinando que las soluciones que Microsoft ofreció voluntariamente al firmar contratos con compañías como Nintendo, Nvidia, Ubitus y Boosteroid para durante 10 años llevar a Call of Duty y otros juegos de Activision Blizzard, no solo no abrían la competencia en el mercado de cloud gaming — tienen significativas deficiencias al ser muy limitadas en su alcance y necesitan de una supervisión constante.
La CMA estima que Microsoft representa el 60-70% del mercado global de servicios de cloud gaming, además de poseer otras fortalezas importantes por ser dueña de Xbox, Windows y Azure. Por lo que menciona que el hacerse de Activision Blizzard reforzaría su ventaja en el mercado al darle control sobre importante contenido como Call of Duty, Overwatch y Warcraft. Además de que Microsoft podría tener el incentivo de incrementar el costo de la subscripción a Game Pass para “reflejar la adición del valor de los juegos de Activision”.
Así que a fin de cuentas no fueron los dramas y salvajes especulaciones de Sony lo que están llevando a la CMA a impedir que se concrete la transacción de compra, si no la percepción del organismo regulador de la preponderancia a nivel mundial que Microsoft parece tener en los servicios de Cloud Gaming — a pesar de que en realidad Microsoft aún no ofrece un servicio o subscripción exclusivamente de Cloud Gaming, por ahora el servicio es una gratificación a la versión más cara de Game Pass.
Obviamente Microsoft y Activision ya mostraron su descontento y decepción hacía la resolución británica, y su intención de apelar la decisión. Brad Smith, presidente de Microsoft, publicó que la compañía sigue totalmente comprometida a su adquisición de Activision Blizzard.
We remain fully committed to our acquisition with @ATVI_AB and will appeal today's determination by the CMA. Here's our statement. pic.twitter.com/ylvDP5RUqQ
— Brad Smith (@BradSmi) April 26, 2023
Pero por ahora la CMA ya sentó un precedente al que seguramente voltearan a ver los reguladores estadounidenses y de la Unión Europea que actualmente se encuentran en proceso de emitir sus respectivas resoluciones a la intención de compra.
En este momento Microsoft está un paso más lejos de hacerse de Activision Blizzard.