Es una pena que Bill Nighy este nominado a Mejor Actor en la próxima entrega del Óscar junto con Collin Farrell y Brendan Fraser, porque esto prácticamente garantiza que no va a ganar la estatuilla.
Y es que el actor inglés de 73 años nos entrega el papel de su vida con una brillante y conmovedora interpretación del Señor Williams. Un burócrata del departamento de obras públicas de los años 50 que descubre que tiene una enfermedad terminal.
Living o Vivir es el quinto largometraje del director Oliver Hermanus con un guion de Kazuo Ishiguro. Quien se basa en el filme de Akira Kurosawa Ikuru (1952), llevándose otra nominación por Mejor Guion adaptado.
En un principio la trama se centra en Peter Wakeling (Alex Sharp). Un joven que en su primer día de trabajo se enfrenta a las realidades de la burocracia. La indiferencia y las trabas que el sistema ponen ante los requerimientos de los ciudadanos. Su compañera de trabajo, Margaret Harris (Aimee Lou Wood) le dice que entre más grande sea la pila de pendientes mejor. Mientras que su jefe de departamento, El Señor Williams, con sopor, mecánicamente “cumple” con sus obligaciones.
El Señor Williams se va temprano ese día por una cita médica. Ahí descubre que cuenta con menos de una año de vida. El shock lo lleva a revalorar que ha hecho con su existencia. Que en un abrir y cerrar de ojos se ha ido en una oficina de gobierno. Viudo y distanciado de su hijo y su nuera, el personaje comienza a experimentar y dar paseos, ausentándose del trabajo por primera vez en años.
En uno de ellos se encuentra con la joven señorita Harris, quien ha renunciado a su trabajo en la oficina, en busca de una mejor oportunidad. El tiempo entre Willian y Harris será crucial en el rumbo que tome tome Williams, para “vivir”, tal vez por primera vez.
Living es distribuida por Sony Pictures Classics. Una película que abraza al espectador para encontrar el significado de la vida. Con el papel por el que seguramente será recordado Bill Nighy, quien cuenta con casi más de 40 años de carrera. Con un aire clásico en su fotografía y escocés en su música que conmueve. Se vale llevar pañuelos.