Gaz Coombes culmina con su trilogía que ha venido creando: Matador (2015), World’s Strongerest Man (2018) y ahora Turn The Car Around (2023), el LP que contiene 9 flamantes temas de pop-rock que fueron escritas y grabadas en el estudio del músico inglés en Oxforshire.
Un álbum que le llevó un par de años publicarlo, pero que retrata el acierto que ha tenido el ex-líder y guitarrista de la agrupación icono del britpop Supergrass. En él se valió de otros géneros que hacen de este disco Turn the car Around , quizá, como el más maduro de su discografía en solitario.
Cuenta con nueve canciones muy bien orquestadas, con arreglos que dan la escencia de ser un disco pulido. Lejos de acomodarse a lo antes creado, dio una vuelta y dar cuenta de ello un álbum que recae en coros, ritmos de guitarra amigables, piano y otros elementos que muestra una cara más deshinibida del músico de 46 años.
Con incesante piano es como nos recibe ‘Overnight Trains’, es la manera más épica de aperturar el material. Por otro lado, ‘Don’t Say It’s Over’ es un arebarado ritmo de batería, mientras se acompaña de un palpitante teclado ochentero y que gradualmente las guitrarras tienen un papel fundamental en esta pieza. Golpes de batería, sintetizadores y voz de Gazz Coombes se hacen una sola.
Una de las canciones que atrapan es ‘Loving live the Stange’, la cuarta del disco. Con ritmo poderoso del rock que anhelamos en una banda británica. Destellos de guitarras eléctricas y golpeteos de batería y que en su momento el cuarteto se había saltado a nuestros oídos en plena efervesencia de 1994.
Conforme transcurre el disco, percibes la fortaleza que tiene el artista para icorporar ritmos que se acomodan a cada una de las canciones. Nada se le escapa. Un disco que da un guiño que se puede escabullir de lo establecido. A más de 25 años de carrera, Gaz Coombes encontró su mejor lugar en este tercer disco.