En una época de la industria de la música que se rige por los singles y su inmediatez, los álbumes han adquirido un valor disruptivo: el de la paciencia.
Ya no solo se trata del compromiso que implica proponer un universo con propuesta conceptual, intención estética y valor técnico; su autor ahora también debe ser un sobreviviente del tiempo, que perdura pese al ritmo desquiciado con el que se publica música en la actualidad.
Por eso es trascendental defender -y celebrar- los discos como la expresión definitiva de la música: porque son esa declaración de intenciones de quienes son artistas por sobre todas las cosas.
Este 2022 fuimos privilegiados de escuchar uno de los años más importantes para la historia reciente de la música popular: de todos los géneros y de todos los tamaños, muchos de los artistas más importantes de los últimos 20 años pusieron manos a la obra para indicarnos la dirección sonora que tomará el mundo de cara al futuro.
Y aquí está: la pieza final de nuestro #WARPYearbook2022 es nuestra reconocida selección de los 25 mejores discos del 2022. No queda más que disfrutar.
Mr. Morale & The Big Steppers (2022) muestra una faceta más humana de Kendrick Lamar; un disco de una hora y veinte que significa la revalorización de su arte, empleando una mirada más fría y cruda sobre la fama, el dinero, la familia y todo lo que le ha llegado a Kendrick en su salto a la fama con DAMN. (2017). Aún así, en este disco, Kendrick se baja del atril en el que lo hemos puesto los fans y la crítica, humanizando su trabajo, al entregarnos un disco directo y conciso.
Daniel Avery nos entregó una de las grandes piezas sónicas más esperadas y más brillantes de la electrónica contemporánea de este 2022. Ultra Truth es un arribo increíblemente prolífico, uno puede imaginar y teletransportarse a cualquier momento con tan solo escucharlo.
Ultra Truth es un portal de creaciones surrealistas experimentales sorprendentes, hay mucha síntesis condensada de una manera única, tanto de manera sutil como de maneras intensas, Avery juega mucho con el coqueteo entre el techno y encontramos referencias inclusive, a piezas minimalistas.
Ultra Truth establecen su propio simbolismo, como una especie de nueva síntesis abrazada en los avances que la tecnología moderna que engloba todo lo que la música electrónica ha evolucionado con el paso del tiempo más allá de la pista de baile, además de contar con colaboraciones de contar con colaboraciones de Kelly Lee Owens, HAAi, SHERELLE, A.K. Paul, James Massiah y Jonnine.
Lo mejor de un álbum de Radiohead sin la presión de ser Radiohead. El nuevo proyecto de las cabezas de la mítica banda inglesa es una reflexión sobre los cánceres de la vida moderna. The Smile conjuga los intereses barrocos de Johnny Greenwood con la experimentación electrónica de Thom Yorke, y son potenciados por los fundamento free Jazz de Tom Skinner; todo para construir un sonido oscuro que lo vuelven una experiencia indescifrable.
Un debut importantísimo lanzado en Mute Records de Daniel Miller, ya que además de las grandes colaboraciones cuenta con una estética y sonoridad muy moderna y vanguardista. Se siente un hyperpop maquinizado y eléctrico, goza de momentos excepcionales muy texturizados e increíblemente bien producidos.
Las melodías, las canciones y las voces son una combinación de la música de baile del presente y del futuro, combinada con destellos inspirados en el mundo tecnológico moderno en el que vivimos en 2022. El disco goza de momentos intensos y resonantes, inclusive tiene momentos muy armónicos y de repente entras a un portal de distorsiones que te dirigen absolutamente hacia un torbellino llenos de emociones. Además de contar con la colaboración del gran Jon Hopkins.
El segundo disco en la trilogía de Weyes Blood contrasta con la primera entrega debido a su optimismo que pretende ser una luz en medio de la penumbra. Inspirado por los sonidos de los 70, sus puentes instrumentales épicos y su pluma privilegiada entregan una obra solemne donde la esperanza se construye a partir de nuestros propios demonios.
Energía, ingenio y calidez son las características que situaron a estas chicas de la minúscula isla de Wight en boca de todos. Su Rock es amigable, tanto que funciona como el medio ideal para que una generación que se desvive entre la nostalgia y la desesperanza se sienta acompañada entre sus relatos sobre desamor y libertad. El debut de Rhian Teasdale y Hester Chambers es la prueba de que el Rock no está muerto, solo cambio de mando.
Lo que empezó como un meme se convirtió en uno de los actos de disrupción más importantes que ha tenido el Pop en los últimos años: entre la estridencia cómica de ”Chicken Teriyaki” se esconde un entramado que vincula el pasado con el futuro a través de una auto exploración sobre el ego y el desamor, cimentada en una conjugación desquiciante de géneros aparentemente inconexos; pero que, al escuchar el resultado definitivo, resultó una revolución de lo que significa hacer un disco en pleno 2022.
Bajo la dominancia de géneros cada vez más rápidos y festivos, incluso dentro de la cultura alternativa, pareciera ser que ya no hay lugar para la nostalgia en la música contemporánea. Aquel sentimiento que te puede hacer caer en llanto y que golpea más fuerte que cualquier otro. Hoy, Black Country, New Road sobresale por ello.
Normalmente comparados con Joy Division o cualquier otra agrupación del post-punk clásico, yo los veo más cercanos a aquella propuesta orquestal de los primeros discos de Arcade Fire. Pop barroco para gritar sobre los tiempos pasados.
Sin embargo, esta banda es mucho más. Sutiles cambios, alternancias melódicas casi imperceptibles sobre canciones de más de diez minutos de duración. Su story-telling va de la mano de sus estructuras musicales, se va desenvolviendo de a poco, pero siempre llega a un climax del cual es difícil desprenderse.
Natalia Lafourcade nos ha entregado el que quizá sea el mejor disco de toda su discografía. De Todas Las Flores (2022) representa una puesta más poética y hasta teatral de la artista mexicana, una que ya de por sí tenía bien ejecutada, pero ahora perfectamente ejecutada. Una joya de la musica en nuestro idioma, que nos deja en claro que tenemos a una de las mejores cantautoras en nuestro propio país.
El nuevo álbum del productor mexicano Raúl Villamil es un ejercicio vouyerístico hiper texturizado en donde podemos escuchar una serie de discusiones y peleas en su centro. Pasando del hard-techno, al IDM y el chiptune, el productor mexicano Raúl Villamil profundiza en sus escenas de dolor. Autolesión emocional, trabajó en la densidad de estas canciones hasta llegar al punto en el cual pudo “reirse del drama”.
Una experiencia cinemática que empezó en la obscuridad de su habitación, pero que se extendió hasta su residencia artística en la universidad EMS de Estocolmo. Un programa especializado en música electrónica en donde previamente han sido aceptados artistas como Steven O Malley, Caterina Barbieri y Lucy Railton.
Un álbum ruso en el año más anti-ruso desde que estoy con vida. IC3PEAK es una banda distinta, probablemente el proyecto más contestatario y trasgresor de la presente industria de la música pop, a nivel global. Que sigan haciendo música pese a su persecución a manos del gobierno de Vladimir Putin, lo comprueba.
IC3PEAK no es un grupo hecho para hablar de política, pero siendo artistas sensibles, prodigiosos, en medio de un ambiente tan tenso para su generación, fue imposible que los guiños de protesta no reinaran dentro de su música. Es un canal sincero con el cual los jóvenes se han identificado de verdad porque antes que ser político, el arte tiene que ser arte.
Cuando acabe el 2022, JID será recordado como la gran revelación en el mundo del Hip Hop. Su capacidad narrativa es incuestionable, y la manera en la que acompaña esa destreza lírica con una mezcla instrumental furiosa que mezcla Jazz, Soul, Gospel, Folk y Techno nos voló la cabeza. La siguiente generación del Rap anglosajón está en las mejores mano.
La banda de Sheffield completó su proceso de madurez en este que desde ya se sitúa como uno de los mejores trabajos de su discografía: orquestal, barroco y casi cinematográfico, The Car es un álbum despersonalizado en el que Alex Turner se deslinda como personaje principal y utiliza sus vivencias personales para construir un relato que se siente como una intriga de espías dirigida por Francis Ford Coppola.
Asphalt Meadows es un disco de sonidos energéticos y revitalizantes que envuelven excelentemente la característica y melancólica voz de Ben Gibbard. Death Cab for Cutie nos lleva por un recorrido que se siente sincero, que no busca recobrar glorias pasadas o una forzada reinvención — simplemente ser ellos.
Mal disco de Reggaeton pero gran disco de Pop Alternativo: Benito deja atrás el perreo más crudo para surfear a través de un mundo de posibilidades que solo está al al alcance de la máxima estrella del momento.
Sí, Beach House todavía es capaz de ser aún más íntimo y profundo de lo que ya nos ha demostrado en más de una década de carrera. Su regreso fragmentado en partes parece el fin luminoso de un ciclo por el cual han explotado hasta sus últimas consecuencias este sonido lleno de capas que se volvió la insignia de toda una generación.
Uno de los trabajos más destacados de este 2022 y también uno de los más polémicos de la cantante es sin duda: RENAISSANCE (2022) un hermoso álbum en el que Beyoncé transmite su sensualidad, talento y creatividad musical, muestra clara que refleja que ella nunca para ni en momentos de pandemia (contexto en el que desarrollo esta placa). En este séptimo disco se celebra a la femineidad negra, al amor y al canto bajo una increíble destreza vocal con toques funk.
Debe ser difícil encontrar un disco más complicado de hacer que aquél que viene después de un debut celebrado, casi categorizado como obra maestra; pero Solana nos demostró que la espera de cinco años valió la pena y se gradúa como la gran compositora de su generación: honesta, cruda y contundente, SZA, logra que este disco de más de veinte tracks de R&B funcione con fluidez, algo que otros monstruos de la industria han intentado pero que solo ella consiguió. Si a eso le agregamos las participaciones de Phoebe Bridgers, Travis Scott, Don Toliver y Ol’ Dirty Bastard, tenemos una obra que trascenderá en el tiempo.
Con The End, So Far Slipknot demuestra el delicado balance entre tomar nuevas direcciones y retener la identidad, cosa que pocos artistas logran. Más que un resumen de su carrera, The End, So Far nos pone frente a una banda que ha aprendido a incorporar nuevos estilos para enriquecer su sonido y no para seguir modas o ver qué “pega”.
Que London After Midnight recuperé la regularidad es una de las mejores noticias para una escena que necesitaba de sus héroes para seguir adelante. Oddities Too es un disco fundamentalista respecto a todos los elementos que los elevaron a banda indispensable del Dark Wave y el Goth Rock. Este álbum ataca sin miramientos ni contemplaciones a un público ávido de poder.
A estas alturas de pandemia podría sonar a cliché decir que un álbum encapsula la situación global en la que fue grabado y publicado. Pero White Lies logró justo eso con As I Try Not To Fall Apart — quizá sea coincidencia pero es difícil no ver la lista de canciones sin relacionar a cada una con los periodos de este 2022. La cohesión musical de los elementos de cada canción logra que el álbum justamente se sienta como un álbum y no una recopilación de canciones.
22. ROY – NSQK
El disco de una generación: no por números, sino por su capacidad para materializar las inquietudes de miles que diario libramos una carrera contra el tiempo en la que somos nuestro peor enemigo. En Roy las palabras y sonidos narran por igual.
La cantante japonesa regreso este año con Shunka Ryougen (2022) uno de sus mejores discos dentro de su trayectoria musical. En esta nueva producción Haru se muestra más dispuesta a experimentar con diversos instrumentos, letras y elementos que le dan el toque perfecto para que este trabajo se sienta más libre, lleno de energía y con cambios radicales entre melodías que dejan al escucha sorprendido. “Déconstruction” y “Never Let You Go” son las joyas principales de este álbum interpretado en idioma japonés e inglés, con introspectivas lineas plagadas del gran talento de la originaria de Yokohama.
JB Dunckel de AIR nos regaló un nuevo trabajo influenciado en gran parte por Kraftwerk, es bellísimo, fino y sensorial.
Carbon es excelso, está lleno de modulaciones y oscilaciones absolutamente sensacionales, y va de lo imperfecto a lo escéptico y a lo espacial y representa un tipo de futuro y un portal a la vida extraterrestre, se siente un disco lleno de capas y cascadas con las melodías más bellas que pueden seguir provocándonos los sintetizadores, todos unidos en un sentimiento orgánico.
Es un registro simple y elegante de la belleza del mundo. JB Dunckel sigue demostrando que es un músico prolífico y que sus ideas frescas están lejos de caducar. Admirar y perdernos en su música es una buena forma de decirle «gracias» a uno de los mejores músicos que ha dado Francia.
En su tercera placa, Alvvays sustituye indie Pop-Rock de sus primeros trabajos por un sonido más sucio que navega entre entre el Dream Pop y el Shoegaze,-Las producciones cargadas con guitarras eléctricas, bajo, batería y sintetizadores, y un significativo reverb, abrazan con coherencia la voz Molly Rankin, lo que dota al disco de una identidad onírica que te rompe el corazón cuando menos te lo esperas.