– Señorita, Makima, en este nuevo mundo que va a crear, ¿hay películas malas?
– Personalmente, creo que el mundo sería mejor si las películas malas dejaran de existir.
– Supongo que sí tienes que morir después de todo.
Es curioso cómo últimamente las historias más populares del entretenimiento mainstream son donde los protagonistas son atormentados e involucran dolor y duelo. Metal Gear Solid, Mad Max, C. Tangana, Bojack Horseman. Hasta podría decir que mis proyectos culturales y artísticos favoritos siguen estas características donde el personaje principal sufre de depresión, algún conflicto que alude hasta el suicidio, adicciones y demás.
El eje central de estas historias es la lucha de nuestro héroe a través de un mundo que le quiere hacer daño, pero se empeña en seguir adelante con ese sufrimiento. Porque hay más cosas en este mundo que ese sufrimiento. Es raro decir que estas son mi “comfort media“, pero no por el morbo de ver gente sufriendo, lo veo más como un ejemplo de superación, de poder seguir adelante sin importar las circunstancias. A algunos se nos rompe la licuadora o no carga Instagram y se nos acaba el mundo.
En estas historias, han perdido todo; desde sus casas, sus seres queridos, hasta su razón de vivir. Y ninguna razón es más o menos válida que la anterior. Todas las luchas y objetivos son importantes para quien las tenga en la cabeza sin importar cuán estúpidas nos parezcan desde afuera. El chiste es superar la adversidad con las herramientas emocionales y mentales que tenemos a la mano.
El caso es que regresé al anime, y qué mejor que con la serie del momento: Chainsaw Man, del que solo había oído hablar sobre lo hermoso de sus dibujos, visuales increíbles, arte exorbitante, peleas muy bien ejecutadas y un argumento que catalogaban como “filosófico”. Para los flojos como uno que conozco por ahí, uno no lee los mangas hasta que sale el anime. Pongamos contexto superficial de lo que va esta serie.
Búsqueda del propósito
Chainsaw Man es un shōnen donde el protagonista es un joven de buen cuerpo bueno en combate -nada sorprendente en este género de anime-. En este mundo, los demonios se manifiestan cada tanto en el plano terrenal y asesinan gente de maneras brutales y sanguinarias. Estos demonios son, por así decirlo, los “dioses” de distintos miedos de los humanos; entre más miedo le tengamos a algo, más fuerte es este demonio.
Nuestra historia sigue a Denji, quien trabaja como cazador de demonios para pagar una deuda millonaria que le heredó su padre antes de suicidarse. A este lo acompaña Pochita, su mascota que es un demonio motosierra pequeño muy adorable, es como su perrito. El mafioso, al que Denji le debe dinero, lo asesina a sangre fría. Después de morir, Pochita toma su cuerpo y logra salvarle la vida “sacrificándose”, aunque en realidad vive dentro de él.
Ahora Denji tiene la capacidad de convertirse a voluntad en el demonio motosierra, donde le salen sierras en la cabeza y los brazos. Así llega a trabajar a una agencia donde cazan demonios, y le dan una nueva oportunidad de vida. Recordemos que Denji tenía una deuda millonaria, por lo que su vida era de pobreza extrema. Soñaba con cosas extremadamente básicas, como comida caliente o una tina para bañarse diariamente.
Al principio del anime no logras empatizar tanto con Denji, pues luego de regresar de la muerte, su único propósito en la vida es comer bien y tener muchas relaciones sexuales. Nada más. Esto, combinado a la serie de personajes de apoyo, hacen que pensamos que este es solo otro shōnen del montón, con motivaciones estúpidas y simples y un argumento vacío para darle protagonismo al gore y las escenas de acción.
Por eso Chainsaw Man te rompe el corazón, porque se te presenta, ya lo dije, como un shōnen más. Te hace bajar la guardia con personajes heroicos que van poco a poco perfeccionando sus habilidades, habilidades que son proporcionadas por entes cósmicos o cosas divinas -en este caso, pactos con demonios-, cantidades saludables de intereses amorosos hacia el protagonista y escenas de acción increíblemente bien ejecutadas. Pero esa es la azúcar con la que este anime te hace tragar su veneno y quebrarte, rompiendo todas las reglas y cánones del shōnen clásico.
Demonios humanos
Los demonios no son más que metáforas de los miedos de los humanos. Algunos demonios representan cosas, dirás tú, banales y simplonas, como el miedo a la sangre o hasta los murciélagos. Pero son entes creados a raíz de los miedos más profundos del consciente colectivo, son depredadores creados en el lado más oscuro de nuestra imaginación. Entre más miedo le tengas al demonio, más fuerte se volverá. ¿Se entiende ya la referencia?
Está todo conectado para que Chainsaw Man se vincule directamente como una sociedad parecida a la nuestra, pero exagerada -o no-, donde el miedo humano hiere y mata a las personas poco a poco, y más corroída se vuelve nuestra cabeza conforme más miedo le tengamos al miedo. Contexto frío, pero humano. Bastante humano.
Vayamos pues al punto principal de este texto: Chainsaw Man, o al menos el primer arco del manga, y la primera temporada del anime -o al menos eso esperamos-, se basará en detener a Makima, una joven de pelo rosa de muy buen ver que sugerentemente ha tratado bien a Denji, y lo ha visto como un humano, cuando nadie más lo había visto así.
Makima es el arco central del desarrollo de Denji. No solo de su crecimiento, sino también de su debilidad e inestabilidad.
Chainsaw Man es sobre trauma y abuso
Makima abusa durante toda la serie de la realidad de pobreza emocional y económica de Denji. Abusa de su poder y lo manipula constantemente para cumplir sus objetivos. Aprovecha que nadie lo ha tratado con el más mínimo afecto para agarrarse de allí y que Denji sienta que es todo lo que tiene para que Makima consiga lo que quiere.
En el anime no se explica bien, pero en el manga Denji tiene solo 16 años cuando Makima empieza a abusar de él, haciéndole gaslighting desde que aparece en su vida, y hasta grooming. Por si no sabes qué es el grooming, es básicamente cuando alguien mayor ejerce manipulación emocional en un menor de edad para finalmente concretar un abuso sexual, sin que el menor sienta que es algo malo.
Prácticamente estás moldeando a un menor de edad para que, cuando sea mayor de edad, sea tu pareja perfecta. Es una forma de abuso emocional, psicológico y sexual muy sutil, y hasta difícil de detectar. Porque la víctima está en serio enamorada de su abusador, y más a esa edad.
Makima ve en Denji la posibilidad de experimentar con él y moldearlo a su antojo y necesidades. Denji no ha visto mucho o nada del mundo real, y Makima se encarga de que solo vea el mundo que ella desea mostrarle para manipular su visión de la realidad para controlarlo a plena conciencia de ella.
Lo que de verdad asusta es cómo Tatsuki Fujimoto tuvo la astucia de escribir a una mujer abusadora tan realista y fría que hasta da miedo imaginarla en la vida real. Makima no es nada violenta, usa pequeñas formas sutiles de abuso manipulando la mentalidad de Denji para evitar que éste lo desobedezca, o hasta destruyendo todas sus relaciones para que la relación con ella sea la única que pueda tener.
Es complicado escribir esto, porque el canon social actual menosprecia e ignora las ocasiones donde la mujer es la abusiva y el hombre la víctima. En países como el nuestro, donde reina aún hoy día el machismo, el hombre como víctima de abuso sexual, emocional o psicológico por parte de una mujer es hasta motivo de burla. Generalmente hasta el abuso es algo deseable cuando es de mujer a hombre, porque quién no quiere que una mujer de hegemónica bonita de buen cuerpo te manipule.
Y como todo, hay quienes -o no leyeron el manga, o directamente son muy estúpidos- justifican y glorifican a Makima por el hecho de ser una pelirosa de pechos grandes y ya está. Quizá muchos de ellos no topen el grado de peligro y delicadez que este tema sugiere, porque cuando estás en una relación de abuso, o te das cuenta muy tarde o ni siquiera te das cuenta por ti mismo. Situaciones que tardan años y toda una vida en sanar.
Denji se conforma con muy poco, pero para él lo es todo. Desde que Makima encuentra a Denji, suplicando por afecto, ésta le da migajas de amor, pero no demasiado, para que él siempre vuelva con ganas de más. Lo manipula para hacerle creer que tiene que hacer las cosas que ella le dice para tener su cometido, ya sea un simple abrazo, hacerle piojito o manosearle los senos, su principal motivo en el anime.
Choque en cámara lenta
No entraré en muchos detalles, pero sufrí de forma similar. Mantuve una relación que en cierto modo se tornó tóxica y manipuladora de parte de ella hacia mí. Y de cierto modo, me identifiqué con Denji. Estoy seguro que como yo, hay miles de hombres allí afuera con historias similares que no pueden siquiera pensar que es abuso porque “eso es algo que solo les pasa a las mujeres que quieren llamar la atención”. Nada más fuera de la realidad.
Durante los cinco capítulos apenas estrenado, ruegas, suplicas e imploras porque Denji no sufra lo que muchos hemos sufrido. Porque desde el primer abrazo de Makima a Denji sabemos cómo terminará esto, y no es con nada más que con tragedia.
Como espectador, es ver un choque en cámara lenta sin poder hacer nada al respecto, solo ver cómo los huesos se quiebran y la paz mental se esfuma junto con las esperanzas de un amor verdadero y completamente sano.
Inexperiencia y conocimiento
Hay un chiste local en el fandom de Chainsaw Man: Dicen que toda la serie gira en torno a Denji y las mujeres tóxicas con las que se envuelve. Porque todas han intentado matarlo mínimo una vez, o aprovecharse de él. En cada una de ellas ve algo que nunca ha tenido; en Makima un amor maternal y de cuidado, con Ris un amor romántico acorde a su edad que muestra un interés genuino en él.
También está Power, una mujer en la que Denji mantiene un interés sexual que poco a poco se va esfumando porque… es Power. Pero esto hace que Denji empiece a desarrollarse mentalmente y afectivamente, porque le hace comprender a lo largo de la serie que las mujeres no son para satisfacer sus necesidades sexuales o de afecto, ni tampoco son mujeres a las que endiosa y debe complacer a como dé lugar.
Pero al final del manga, todo esto no cobra tanto sentido, pero sí. Spoiler quizá, pero aún después de todo el desmadre hecho por Makima, donde controla a gran parte de los demonios para su beneficio e interés propio, Denji aún la ama, y es difícil terminar con ese amor de tajo. A ver cómo animan esto en el anime.
Un dolor fantasma
Denji termina triste y devastado. Como toda víctima de abuso, está enamorado de su abusadora sin saber que lo que le está haciendo Makima es lo que lo tiene sumido en ese hoyo. Esa visión de nuestra pareja perfecta solo existe en nuestra cabeza.
Pero a todo esto, te preguntas: ¿Aún podré amar? Puede que sí. El dolor se mantiene, el trauma sigue, y jamás se irá. Hay que saber a vivir con él y llevarlo a todos lados. Porque no se llega a ningún lado metido en la cama agüitado por lo que pasó. Es difícil, y a veces hasta parece imposible, pero todo es cuestión de procesos.
Al final del día, el amor es algo inexplicable que tenemos como humanos. Es el motor de todo lo que hacemos y no podemos ni debemos tolerar que una persona con ciertas conductas de abuso manipule nuestra realidad y nuestra percepción del amor. Todo debe ser consensuado y sano, mientras más sano, mejor aún.
El anime apenas lleva cinco capítulos. Pero el manga termina con una conversación directa entre Denji y Makima, donde Denji le recita la primera conversación que leíste al inicio de este texto, que es referencial a una escena del mismo manga:
Denji y Makima van una vez a un cine, y compran boletos para ver todas las películas que están en la cartelera. Durante toda la tarde, hablan y se ríen de todas porque les parecen malísimas, pero con la última los dos lloran a cántaros. Con esto llegan a la conclusión que pagar todos los boletos, incluso si no les gustaron las demás, valió completamente la pena por sentir un pequeño momento de placer y amor en su presentación más pura.
Cuando Denji le pregunta, obviamente recordando este momento, la respuesta que le da Makima es lo que lo motiva a asesinarla finalmente. Hay muchas teorías e interpretaciones al respecto, pero la mía es que Denji se da cuenta que no puede vivir una vida sin dolor ni sufrimiento, porque no podría experimentar la felicidad y todos los momentos bonitos de lo contrario.
Sí, la guerra, el hambre, la desigualdad son cosas horribles que obviamente hay que detener. Pero, ¿dónde pintamos la raya? Si Makima está dispuesta a desaparecer las malas películas para su mundo perfecto, ¿qué la detiene a creer que puede eliminar cualquier cosa estúpida para beneficio propio?
Las malas películas representan el sufrimiento; de pasar todo el día viendo malas películas, que se te ponche una llanta, que te mojes por una lluvia interminable de camino a tu casa, o hasta formar parte de una relación de abuso. Al final, la última película valdrá la pena. ¿Y cuándo llega esta última película? No lo sabemos, pero el trayecto es emocionante, y la duda del cuándo llegará la última película es lo que nos mantiene vivos. Porque la duda, y el amor más que nada, son lo que nos hacen humanos.