Por Vera Pedro
Vera Pedro es un cantautor de la CDMX que desde 2019 nos ha compartido sus melodías con el propósito de “revivir sentimientos perdidos en una época de rutina y decreciente sensibilidad”.
A inicios de octubre lanzó su primer LP, Volver A, un disco producido por Adán Jodorowsky, que logra consolidar la obra del artista en un claro punto de maduración, reflejándose en un sonido propio y un discurso sobre la pérdida de identidad y regresar a ser quienes verdaderamente somos. Pedro recuerda su trayectoria en la música mientras escribe esta carta, y nos cuenta cómo ha sido su compañera hasta el día de hoy.
“Soy Vera Pedro, cantante y compositor de la Ciudad de México. Siempre he tenido una fascinación desbordada por la música, no recuerdo ninguna etapa de mi vida donde practicar un instrumento o el disfrute de escuchar discos no fungieran como un santuario y lugar de paz para mi ser.
La música siempre me dio la capacidad para expresar sentimientos y emociones que el lenguaje oral no logró; me regaló un canal de desahogo, una dimensión de libertad, un plano para vivir en un mundo de sonidos, armonías, ritmos, voces, melodías y silencio. Por todo esto, me gustaría platicarles cómo nació esta obsesión y los distintos caminos que me llevaron a mi proyecto actual: Vera Pedro.
Ni mi madre ni mi padre son músicxs pero tuve la fortuna de crecer alrededor de una abuela apasionada por el acordeón. Siempre nos regaló demostraciones de su talento en sobremesas donde sonaban tangos, canciones de Disney y un par de temas extraídos del Cirque du Soleil. En dichos eventos, siempre había un piano en el que, con la curiosidad de un niño de 3 años, podía descubrir timbres, notas y colores que me abrían un nuevo mundo. Golpeaba sigilosamente cada una de las piezas negras y blancas que albergaba dicho mueble y escuchaba con atención la voz que desprendían. Mis padres notaron tal fenómeno, consultaron a mi abuela y decidieron cultivar esta fijación con clases de “apreciación musical temprana”.
Empecé a tocar el piano a los cuatro años, se volvió un acompañante de vida, un refugio para la timidez e introversión que me atormentaba en la convivencia con otras personas. Tuve distintos maestros y maestras que me dieron bases clásicas de piano y solfeo, la lectura nunca la practiqué con disciplina y me hubiera gustado ejercerla pero al final no me limitó a aprender temas de Chopin, Beethoven, Mozart junto con compositores más contemporáneos como Di Blasio, y Richard Clayderman, a los que hoy, sinceramente, ya no les encuentro tanto chiste.
A los siete años me invitaron a una fogatada donde distintos jóvenes tocaban guitarra y recuerdo haber escuchado una melodía que me trastornó, no supe de quién se trataba hasta años después pero la frase: “Dear Prudence, won’t you come out to play?” iba y regresaba en mi cabeza. Pasaron un par de años y me interesé por la guitarra. El profesor casualmente propuso esa misma melodía como opción para adentrarme en el nuevo instrumento, se trataba de una canción escrita por John Lennon y Paul McCartney que dio inicio a una nueva era en mi vida: el descubrimiento del rock.
A los doce años recuerdo haber asistido a un evento que organizaba la escuela donde estudiaban mis primos, era una especie de “concierto escolar/familiar por un cambio positivo en la sociedad” donde bandas de rock pop conformadas por niños de preparatoria tocaban covers de Soda Estéreo, Ramones, Pink Floyd y demás. Era mi primer concierto, con la definición moderna de la palabra: un escenario imponente, sonido PA y guitarras eléctricas con distorsión.
La memoria más fresca que mantengo es que, en dado momento, durante un solo de guitarra en “Música Ligera”, el público se levantó a aplaudir con el ritmo de la batería y por primera vez me invadió esa energía colectiva desenfrenada, llevándome a pensar “me gustaría estar un día ahí, compartir música con gente, ser causante del mismo sentimiento que en este momento me está conquistando”.
Lo anterior me llevó a querer formar una banda de rock adolescente y mientras cursaba tercero de secundaria se materializó el proyecto junto con tres grandes amigos, Alberto Wicker, Santiago Escobedo y Jerónimo Arañó, con los que compartía gustos musicales como Vampire Weekend, The Strokes, The Vaccines, Arctic Monkeys y Girls.
Casualmente poseían dotes musicales ad hoc para la banda, tocaban bajo, batería y guitarra. Cabe mencionar que la lucha por encontrar un nombre duró meses, hasta que finalmente nos nombramos Passeig. La banda duró cinco buenos años, grabamos un EP, varios sencillos, toureamos y compartimos grandes aventuras, sin embargo, se avecinó una piedra importante en el camino: la decisión de dos integrantes de elegir medicina como profesión. La historia se cuenta sola.
Es así como llegué a formar “Vera Pedro”, mi proyecto solista actual, una nueva faceta en mi constante descubrimiento como músico. Me considero una persona bastante abierta y versátil a la hora de escuchar música. Escucho jazz, rock, salsa, bossa, electrónica, soul, funk, punk, clásica y folk, por eso siempre quise tener un proyecto para componer en un plano de mayor libertad. “Quiero Saber De Ti” fue el sencillo que inauguró esta etapa, una mezcla de blues y jazz sobre la agonía experimentada en una separación sentimental.
De ahí en adelante estuve lanzando distintos sencillos experimentando diferentes géneros y texturas, hasta que en una búsqueda por un productor que tuviera una visión similar de la música y grabación, di con Adán Jodorowksy, amigo y maestro a quien le he aprendido mucho. Juntos grabamos mi último disco “Volver A”, que acaba de salir el pasado 7 de octubre. Cuenta con una colaboración de Caloncho y habla sobre volver a nuestra versión más pura y evitar la pérdida de esencia e identidad. Es una mezcla de rock, funk, folk, pop con elementos coloridos, sintetizadores juguetones y constantes sorpresas sonoras, ¡invito a que lo escuchen!
No les quito más tiempo de vida, manténganse cerca de la música y apoyen a artistas independientes. Espero que hayan disfrutado este pequeño recorrido por mi experiencia musical, cualquier comentario o duda en la que pueda ayudarlos escríbanme a mi Instagram @esverapedro.
¡Un cálido abrazo!”