Mientras Mengers componía i/O, la ciudad de México se volvía un monstruo distinto. Su dinamismo típico se encontraba apagado. Muchos de los lugares estaban cerrando a causa de la pandemia y la crisis económica, e incluso muchas personas estaban abandonando la ciudad aplazados por los altos costos de vida.
Fieles a tomar los álbumes como un trabajo conceptual en sí mismo más que en sencillos acoplados, la banda decidió hablar de las contradicciones de la realidad actual basándose tanto en experimentación musical como en melodías simples y pegajosas. El resultado es una amalgama de sonidos enérgicos y ansiosos que te pueden hacer bailar y al mismo tiempo perder el juicio.
Después de su aclamado álbum GOLLY, el cual se volvió una crónica de la vida en la ciudad en la época pre-pandémica, MENGERS incursiona dentro de i/O (2022) hacia temas más personales e inmersivos. El proceso fue catártico: 10 canciones repletas de ruido encadenadas a manera de producir una espiral de sensaciones contradictorias que van subiendo poco a poco hasta desencadenar lo más profundo de la naturaleza humana: desenfreno, ternura, ira, miedo, alegría y soledad.
Acompañados nuevamente por Hugo Quezada en la producción del álbum, Mengers logra que cada canción tenga una personalidad en sí misma, como si se tratara de que cada una presente las diferentes aristas y los nuevos caminos hacia dónde podría dirigirse su sonido. Para la creación de la música, Mengers junto con Quezada propusieron un juego: Hacer canciones a partir de retos.
El juego tuvo sus frutos. Mengers se vuelve ahora una maquinaria más versátil que crea desde canciones punks simples hasta armonías y pasajes melódicos complejos sin perder esa esencia que los caracteriza: es una evolución general del sonido y no es para nada una queja.
Canciones como ‘Automático’, ‘El camino’ y ‘RAM’, por ejemplo, nos muestran una faceta mucho más bailable y post punk que nos hace dudar entre moverte al ritmo del beat o estar en un moshpit, mientras que ‘ERRROR’ y ‘u’ son los extremos más experimentales y anárquicos que hemos escuchado de la banda hasta el momento. ‘Réplica’ y ‘Sísifo’ son los coqueteos más cercanos de la banda hacia el pop sin que esto signifique que la banda claudique en su sonido y en su ruido disruptivo.
Mención aparte es la homónima ‘i/O’ un industrial y particular himno punk que amalgama perfectamente la parte experimental y pegajosa del nuevo sonido y demuestra que la maquinaria capitalina se encuentra a la vanguardia creativa de la escena mexicana.
A lo largo del disco, las letras dibujan un paisaje agreste y árido, confundiendo los pronombres entre primera y segunda persona, como si los individuos tuvieran dos personalidades viviendo dentro de ellos. En este sentido, ‘u’ puede entenderse como una plática de uno mismo con el espejo y los sonidos punks de “Eje Central” parecieran más un reclamo interno a aceptar formar parte de una sociedad la cual nunca quiso tenernos dentro.
Un eterno y épico final en ‘Sísifo’ nos lleva al clímax absoluto del álbum y cierre del mismo: ‘Días en líneas’ es por mucho una de las canciones más agresivas que la banda del sur de la capital mexicana nos ha regalado hasta el momento, pasando sin discreción del punk a la psicodelia y de regreso al punk entre feedbacks, bajos distorsionados, baterías impredecibles y ritmos de guitarra que resuenan como caídas sobre asfalto. El sonido vuelve de manera estruendosa para darnos cuenta que nos hemos levantado de nuevo.
El final de la canción (y del álbum) al mero estilo del kraut de CAN y NEU!, pareciera una vuelta al camino, un regreso a una ciudad que ya no existe, una introducción distópica a un paisaje sin fronteras, libre y renovado. Con i/O, Mengers no carga más con el estigma de ser una banda de punk típica, es una banda libre y ante tal libertad el futuro para ellos se pinta tal cual es: infinito.