La Real Academia Sueca de las Ciencias acaba de anunciar el Premio Nobel de Literatura y la galardonada de este año es la francesa Annie Ernaux. En el anuncio oficial, la instancia destacó la obra de Ernaux por ”su coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los extrañamientos y las restricciones colectivas de la memoria personal”.
De igual manera, el panel señaló que su trayectoria de cinco décadas se refleja en “un catálogo marcado por la valentía y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los distanciamientos y las restricciones colectivas de la memoria personal”.
Al ser informada de la condecoración, la francesa respondió: “Nunca pensé que estaría en mi panorama como escritora. Es una gran responsabilidad testificar -no necesariamente en términos de mi escritura- sino testificar con exactitud y justicia en relación con el mundo”.
A lo largo de más de veinte libros, muchos de ellos muy breves, se narran hechos de su vida y de la vida de quienes la rodean a través de entramados narrativos sobre encuentros sexuales, abortos, enfermedades y la muerte de sus padres.
Ella misma define su prosa como una escritura plana (ecriture plate), con lo que se refiere a una visión muy objetiva de los eventos que narra, sin regirse por una descripción excesiva o reminiscencias líricas al evitar demostraciones triunfales de ironía.
Dos títulos destacan por encima del resto: de 1983, La Place (traducido como El Lugar De Un Hombre), sobre la relación con su padre; y de 2008, Les Annees (Los Años), una reflexión sobre ella misma y a la sociedad francesa en general desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad.
Ernaux, de 82 años, se convierte así en la decimoséptima mujer que gana el premio, considerado como el galardón más prestigioso de la literatura mundial desde que se instauró a principios del siglo XX.