Después de diez meses de preparación para uno de los cárteles más impactantes que hayan pisado nuestro país, la tercera edición del Corona Capital dio inicio ayer (13 de octubre) en el Autódromo Hermanos Rodríguez, y a continuación les presentamos el resumen de la cobertura #WARPenCC12.
Corona Light
Con el sol a plomo, Technicolor Fabrics reunieron el suficiente cupo para los aplausos. La banda de Guadalajara encendió a las primeras filas abriendo el escenario del Corona Light con su música. Algunos fans que desde Monterrey llegaron a la primera fecha expresaron: “si no supiéramos que son mexicanos, creeríamos que se trata de una banda estadounidense”. Así la gente se abultó para verles, prendidos como ellos, interpretando ‘Phoenix’ para cerrar una participación gloriosa, antes de irse para firmar autógrafos.
Technicolor Fabrics en entrevista para #WARPTv
Para Mutemath, la gente volvió a abultarse. Así como los esperaban los recibieron: el júbilo del público por ver a una banda: “que es muy fina” según uno de los asistentes, fue estruendoso. No habían comenzado y los aplausos ya eran recurrentes. Los de Nueva Orleans encabezados por Paul Meany a las voces dijeron: “ muchas gracias México, es un placer estar con ustedes”.
Con el teclado en las manos, y junto a su baterista, protagonizaron el desastre. Él se acercó a la gente y esta lo recibió cargándolo, al ritmo del rock que rayaba en la psicodelia y la potencia de la gente que no dejo de vitorearles y aplaudirles, hasta pedirles otra que no pudieron cumplirles.
Hoy salió el nuevo disco “Arunima”, anunció Denise, la vocalista de Hello Seahorse!, mientras la música de ‘Me Has Olvidado’ sonaba entre la batería y las percusiones. Aprovecharon el ánimo del público para presentar el sencillo de ese disco “No Es Que No Te Quiera”. Algunos expresaban: “canta como sirena”, mientras las nubes grisáceas apaciguaban al inclemente sol.
La front-woman, de seño fruncido y espalda semi-descubierta animó a todos a bailar. Así lo hicieron. ‘Bestia’ retumbó en los pechos de todos, que saltaban con las palmas y los brazos arriba, que mantuvieron así hasta el final, aún cuando la gente permaneció bailando.
A los caminantes los amenazaban las nubes grises. Llegaron y se sentaron alrededor o a las orillas del escenario: The Walkmen estaba a punto de comenzar. Ataviado en un traje negro, con camisa blanca, Hamilton Leithauser, su vocalista, interpretó ‘The Rat’. Pero había algo en el sonido que fallaba: sonaba bajo, lejano. Ausente. Ya era más la gente que estaba mirándolos, pero terminaron por combinar con el gris de las nubes que no cedieron a la lluvia. Los aplausos fueron frágiles y la música ajena al escenario, la que estaba lejos, en otra parte, se alcanzaba a oír. Las luces del rectángulo donde tocaban los neoyorquinos empezaba ya a distinguirse; y algunas palmas que acompañaban fragmentos de canciones que tanto Leithauser como Matt Barrick, el baterista, interpretaron con toda su energía, se miraban esparcidas entre la gente. Un honor para ellos fue estar ahí en el Corona, dijeron, antes de tocar ‘Heaven’, cuando el cielo comenzó a clarear. Iron and Wine
Era la primera vez de Sam Beam en México. Guitarra electroacústica en ambas manos, deleitó al público —algunos sentados en el pasto, otros de pie— que se dispuso a escuchar su música: mezcla de country, rock y blues que provocó que algunas piernas (y varias caderas) se movieran al ritmo de su compás, que se arrancaba con un órgano a la The Doors y batería rápida (y banjo) casi punk, a tal grado que las tres pantallas que daban cuenta de su actuación para los que estaban más lejos iban desfasadas por un segundo (quizá por menos) de lo que allí ocurría.
De pronto su guitarra falló: el ruido aquel, como de cable mal conectado al amplificador lo hizo percatarse y no tuvo más que reírse y el público no tuvo más que aplaudir. Porque fue una sola falla entre todo el virtuosismo de Iron and Wine, ese que envolvió a todos en su manto, como la noche misma.
El cierre del Corona Light corrió a cuenta de Suede. Banda pionera del rock británico noventero (y que volvieran a tocar en 2010 tras un descanso de ocho años) hicieron sonar su rock clásico de distorsiones y solos, de mucha energía en el escenario, entre un público que no acabó por explotar al cien.
La banda colocó tras de sí una enorme manta blanca, como si aquello se tratara de una cena de gala: era cierto, sus integrantes lucían un atuendo oscuro que sellaba la formalidad del compromiso. Las rechiflas ante el leve retraso se hicieron oír. No eran de repudio sino de ansias. Una bandera británica emergió de alguna parte entre los espectadores de primera fila, cuando los acordes de ‘She’ sonaron para hacer cantar al público que se reunió para ver el último show del día en ese escenario. La euforia no cesó porque de inmediato tocaron ‘Trash’, con un escenario que se tornaba de azul.
Su vocalista, Brett Anderson, portaba una camisa negra que dejaba dos botones fuera de su lugar; animó al público en todo momento, desplazándose a lo ancho del escenario, sujetando el micrófono con su brazo derecho y con el izquierdo apuntando al público, incitándolos al grito, al canto, con una herencia de Jagger en sus movimientos y en su voz. De pronto la lona blanca cayó: en su lugar la pantalla ilustró cada canción (‘Animal Nitrate’, ‘By The Sea’, ‘Everything Will Flow’, que muchos cantaron): todo el público estaba atento al teclado, a la guitarra, en un reposo de energía, como guardando lo que les quedaba para el final. “Son grandiosos”, aseguró Anderson a su público, en su primera vez en México, antes de despedirse con ‘Beautiful Ones’, que cimbró el piso con los saltos de todos.
Corona Stage
Después de que María y José y Los Rayobacks abrieran sus escenarios correspondientes, es el turno de The Plastics Revolution para darle una buena apertura al escenario Corona.
Consientes de que necesitaban ser enérgicos para cortar el listón rojo del escenario con estilo, los Plastics llegaron con todo dispuestos a inyectarle la energía necesaria al escenario donde mas tarde se presentarías actos del calibre de The Wallflowers y The Hives.
El gallo de origami se hace presente en el escenario y Vicente Gayo está listo para el show. Alan y compañía llegan acompañados de imágenes retro y varios videos que representaban al movimiento YoSoy132 y la matanza de Tlatelolco.
Los mexicanos; greñudos y prendidos, con sonidos que parecían provenientes de algún video juego antiguo, tienen todo el ruido y el carácter para dar una buena presentación. Dejaron al publico gritando su nombre, nombrándolos la banda del desmadre. Alan despide al publico y dice: “Todos ustedes son Vicente Gayo”.
Con una presencia y personalidad única, estas chicas estaban dispuestas a mover cabezas y romper corazones. Vestidas de negro y lentes oscuros, Dum Dum Girls aparecen en el escenario tocando ‘Mine Tonight’.
Su sensualidad y estilo las caracteriza, pero su sonido es aún más importante, toman por sorpresa a primerizos y los ponen a bailar. La mezcla de su música e imágenes completamente surreales es ideal para esta tarde que se comenzaba a nublar.
Cerrando con un cover perfecto de ‘There Is A Light That Never Goes Out’ de The Smiths y con un día lleno de expectativa por delante, las Dum Dum Girls terminan una presentación mas que completa.
Una agrupación muy sencilla toma el escenario Corona, pero lo hacen con una energía que parece no provenir de ellos. ‘The Greatest Light Is The Greatest Shade’ es la canción con la que deciden abrir, siendo este tema su mayor éxito en su todavía corta carrera.
Con melodías ligeras y pesadas, el grupo controla el ritmo que el publico disfruta con gusto. ‘Cradle’ es un ejemplo de las pesadas, en esta se escucha un extraño pero buen ruido que llega a ser armonioso. La energía en la batería, el ritmo en el bajo y la melodía en la dulce voz de Ritzie Bryan llevan a la presentación a un nivel mas alto.
Con ‘The Everchanging Spectrum of Life’ cambian el ritmo del show, tranquiliza las emociones del publico un momento pero las deja muy vivas para luego revivirlas con ‘Austere’ (otro de sus éxitos). El publico estalla con aplausos y gritos al final de cada canción, mientras la banda se despide con su nuevo material “Cholla”, dejando al publico contento y con muy poco que desear.
The Wallflowers es una banda con mucho mas tiempo en la escena musical que las demás con las que comparten este escenario. El hijo de Bob Dylan, Jakob, podría ser una representación perfecta de su padre en los años setenta.
El órgano es un personaje esencial para el estilo de the Wallflowers y refleja la influencia que Bob Dylan tiene sobre la banda de su hijo. Pero fuera de los prejuicios Dylanescos, la banda es original, maneja muy bien a su publico y su escenario. Sus canciones tienen una personalidad rock/blues moderna que la gente parece adorar, y dan un buen espectáculo en vivo.
A la mitad del show, Jakob decide tocar algo de su material solista ‘Love Is A Country’, lo que explica que el lleva la batuta en la banda. El concierto va viento en popa hasta que deciden tocar ‘One Headlight’, el máximo hit de the Wallflowers, creando en el publico una euforia que hasta ese momento no se había visto.
The Kills se enfrenta al número más alto de asistentes en el escenario Corona. Una tela enorme con manchas de leopardo cubre el escenario cuando cuatro percusionistas salen a golpear tambores individuales que se escuchaban hasta el otro lado del festival. Alison Mosshart y el guitarrista británico Jamie “Hotel” Hince, salen después para tocar ‘No Wow’, tema de su homónimo. Con un paisaje más oscuro, la fiesta continuo con ‘Future Starts Slow’.
Una dupla llena de furia por la música hace que hasta los que no los conocen del todo quieran cantar. Los tambores son el complemento más perfecto que pudieron haber conseguido, hacen que la música suene más completa que nunca y que el ritmo se apodere de el escenario.
Con ‘The Last Goodbye’ el ambiente cambia para pasar a ser más melancólico, sin perder la atención de los presentes, luego los percusionistas vuelven y Mosshart se les une con un quinto par de tambores. Un espectáculo muy simple en técnica pero increíble para los oídos.
De nuevo, un telón cubre el escenario, pero esta vez consiste de una foto de un titiritero amarrando con sus dedos de los instrumentos de The Hives. Los suecos llegan vestidos de la forma mas elegante posible, pero los que conocen su música saben que son todo menos eso.
De comienzo a fin, la banda se apodera de su publico, el vocalista Pelle Almqvist decía rana y los demás saltaban, la banda entera tiene una presencia enorme, lo que demuestra como han logrado ser de los actos principales de varios festivales internacionales. ‘Walk Idiot Walk’, ‘Main Offender’ y ‘Hate to Say I Told You So’ fueron las canciones principales del show. Almqvist hacia lo que quería, saltaba del escenario, se subía a los amplificadores y aventaba su pedestal hacia el cielo cuando se le antojaba.
Para su ultima canción ‘Tick Tick Boom’ la banda decide parar todo, a la mitad de la canción se quedan inmóviles durante un minuto entero, luego las estatuas cobran vida y Almqvist convence al publico de sentarse antes de continuar (uno que otro rebelde no falto).
Terminando con toda la energía posible, el escenario Corona tiene su mejor final este Sábado, dejándonos con una expectativa muy grande para el domingo.
Escenario Capital
El escenario capital inauguró sus actividades con la presentación de la banda capitalina Los Rayo Backs, quienes mostraron a los primeros en llegar al festival, canciones de su disco debut “Pila de Éxitos”. Tendremos que seguir muy de cerca el trabajo de esta banda, que se perfila como una de las más interesantes propuestas de la capital.
El segundo acto en presentarse en este escenario fue el de la banda originaria de Queens, Freelance Whales, quienes visitan por primera vez en nuestro país, trayendo bajo el brazo Diluvia, su más reciente producción. La agrupación neoyorkina aprovechó la oportunidad para presentar nuevos temas, algunos de ellos cantados por Doris Cellar, bajista de la banda.
10 minutos después de las 2 de la tarde salió al escenario La Habitación Roja. Ante un público más numeroso, los valencianos ofrecieron un set que incluía canciones de sus 8 discos de estudio.
Si la jornada del sábado del Corona Capital 2012 empezó con un cielo nublado, hacia las 2 de la tarde los rayos solares hacían estragos en los asistentes al festival, así como con los integrantes de las bandas. Situación que Jorge Martí, vocalista de la banda tomó con mucha filosofía e incluso hizo bromas con respecto a que sus rubios compañeros se terminarían rostizando. La Habitación Roja es sin duda una de las bandas españolas más queridas por el público mexicano, que coreó una a una las canciones interpretadas por la agrupación. Irónicamente una de las que más se escuchó fue “Nunca ganaremos el mundial”.
En punto de las 3 saltó al escenario Zulu Winter, quienes presentaron a la audiencia mexicana su álbum debut, “Language (Play it Again Sam)”, mismo que les ha llevado a importantes festivales en el Reino Unido.
El sonido de Zulu Winter tiene claras similitudes con el de otras bandas británicas actuales como The Maccabees o Two Door Cinema Club, pero lo cierto es que esta agrupación londinense ha sabido imprimir su sello propio. Temas como ‘Silver Tongue’ lograron que la banda conectara con el público, que si bien al principio se mostró un tanto tibio, para el final de la presentación supo reconocer el trabajo de los británicos.
Sin duda una de las presentaciones con más energía que pudimos ver, fue la ofrecida por Awolnation, quienes invadieron con su sonido cada rincón del escenario Capital, en buena medida, gracias al entusiasmo y a la personalidad de Aaron Bruno, vocalista de la banda.
La mitad de la jornada en el escenario Capital fue marcada por la actuación de The Airborne Toxic, Event, quienes a pesar a no ser la banda más conocida por el público asistente al festival, supo ganarse el aprecio de la gente, dejando un buen sabor de boca con su actuación. La propuesta de esta banda tiene la virtud de combinar sonidos como el rock, con elementos de música orquestal. Durante su set ejecutaron temas de su álbum homónimo, así como de su más reciente producción “All At Once” (2011).
Si bien las bandas que se presentaron en el escenario capital durante la primera parte del día lograron captar la atención de un buen número de personas, fue hasta la presentación de León Larregui cuando pudo observarse una mayor audiencia en el lugar.
El también vocalista de Zoe interpretó canciones de su álbum debut “Solstis”. ‘Como tú (Music Magic Box)’, el primer sencillo del disco, fue uno de los temas más coreados por el público (que por cierto, era mayormente femenino). El cantante se mostró involucrado con la gente en todo momento, lo que propició una buena interacción con su audiencia.
El atardecer fue el marco perfecto para la presentación de Charlyn Marie Marshall, mejor conocida como Cat Power, quien portando un nuevo y extravagante look, abrió su presentación con ‘Cherokee’, canción extraída de “Sun”, su más reciente producción.
Con este álbum, Marshall nos muestra que los tiempos de melancolía de ‘The Greatest’. quedaron atrás, dando paso a una nueva faceta dentro de su proceso creativo.
Durante su presentación Cat Power dejó muy claro que es una artista consolidada, formada en los escenarios que la han visto crecer como músico a lo largo de sus 17 años de carrera artística.
Para cerrar el día se requería de una banda potente y con riffs acelerados. Nadie mejor que los escoceses de Franz Ferdinand para lograrlo. ‘Dark of the Matinée’, canción del disco homónimo de los originarios de Glasgow, fue la encargada de abrir esta presentación, que indudablemente fue una de las más concurridas durante el primer día del festival.
Estos viejos conocidos del público mexicano tocaron un set plagado de éxitos, pero también aprovecharon la oportunidad para presentar canciones nuevas como ‘Right Thoughts!, Right Words!, Right Actions!’, que seguramente incluirán en su próximo disco. Durante el acto de Franz Ferdinand en el escenario Capital, pudimos reafirmar algo que ya todos sabíamos; En vivo, estos escoceses son garantía.
BIZCO CLUB
Intensa la jornada que se vivió ayer en la Carpa Bizco Club con las actuaciones de Major Lazer, Miike Snow y el épico cierre Basement Jaxx, en el primer día de actividades Festival Corona Capital 2012.
Con un flamante escenario techado que cubría unos cien metros de largo y un poderoso sonido, el punto con más actividad del festival dejó con un buen sabor de boca a los asistentes; quienes descubrieron propuestas novedosas en materia de música electrónica, como la de los sudafricanos Die Antwoord, quienes reventaron el lugar en aplausos con su ácido Hip Hop proveniente desde ciudad del Cabo.
Momentos antes, el bajista de Vampire Weekend, Chris Baio, mostraba al público mexicano su faceta house, al encabezar un soberbio DJ Set.
Por su parte, las propuestas mexicanas de Bufi y María y José dieron vida al festival en las primeras horas. En tanto, los capitalinos The Wookies, pusieron a bailar a todos cuando tocaron ‘Fiebre de Jack’, acompañados de She´s a Tease en el escenario.
Posteriormente, los británicos Death in Vegas pusieron un toque más psicodélico a la jornada, donde dieron un rápido repasón a sus cinco discos de estudio.
Sin embargo, no sería hasta la aparición de Major Lazer cuando las cosas de verdad subieron de tono en el Bizco Club. Desde el primer momento arriba del escenario, el grupo que tiene su base en Diplo y Switch, puso a tope los ánimos de la gente, ya caída la tarde.
Acompañados de bailarinas y con un repertorio que pasó del Dancehall al Tribal norteño, y de Jay-Z a Nirvana, los djs animaron a los asistentes a quitarse la playera y a bailar de un lado a otro, provocando que el piso se cimbrara con una reversión africanizada de “Hold You”.
Llegada la noche, Sleigh Bells, propuesta de Brooklyn, dio un giro más rockero al escenario, para aumentar la expectativa ante la inminente aparición de el grupo sueco Miike Snow; quien tampoco dejó que el público se quedara inquieto, con un excelente performance de ‘Animal’, y temas de su última producción “Happy To You”.
Y en un abrir y cerrar los ojos, ya eran las 12 de la noche, la actividad de los otros escenarios estaba finalizada y la gente se abarrotó en el Bizco Club para presenciar el acto fuerte de la jornada: Basement Jaxx.
La banda inglesa se fue dos décadas atrás para darle un plus de nostalgia a su enérgico set, y se aventuraron con una versión acústica de ‘Romeo’, donde lució mejor que nunca la poderosa voz de sus tres coristas.
Sin embargo, los grandes momentos llegaron con ‘Red Alert’ y la esperadísima ‘Where´s Your Head At’, donde el griterío y la rechifla eclipsaron la música, y el público fue bombardeado con un soberbio espectáculo de luces, para despedir las actividades del primer día en el Corona Capital 12.