Cómo combatir la ansiedad por el cambio climático

// Por: Steff Fink

mar 2 agosto, 2022

Dentro de la lista de cosas que disparan mi ansiedad, suelo tenerlas todas dominadas, son mis mismos patrones los que suelen activar este método de “alerta” en mi cuerpo sin embargo, recientemente he experimentado un tipo de ansiedad que no tenía. Tras años de preocupación viviendo en la parte trasera de mi mente y un par de acciones, grandes y pequeñas, después, se ha instalado ahora la ansiedad por el cambio climático. 

El cambio climático es algo que se ha venido hablando desde que tengo memoria, literalmente. Fue en la época de los 50s cuando escuchamos el término “calentamiento global” como algo alarmante por primera vez y desde entonces las preocupaciones sólo han ido aumentando, al igual que la temperatura. Si retrocedemos un poco, en 1895, el químico suizo Svante Arrhenius descubrió que los humanos podrían aumentar el efecto invernadero produciendo dióxido de carbono, un gas de invernadero. Los niveles de gases de efecto invernadero (GEI) han aumentado y descendido durante la historia de la Tierra pero han sido bastante constantes durante los últimos miles de años. Las temperaturas medias globales se han mantenido bastante constantes también durante este periodo de tiempo hasta hace poco. A través de la combustión de combustibles fósiles y otras emisiones de GEI, los humanos están aumentando el efecto invernadero y calentando la Tierra. ¿Por qué es preocupante? El rápido aumento de los gases de invernadero es un problema porque está cambiando el clima tan rápido que algunos seres vivos no pueden adaptarse. Igualmente, un clima nuevo y más impredecible impone desafíos únicos para todo tipo de vida y del que los científicos ya han derivado diversos puntos de no retorno en el planeta.

Fuego en el Bosque Nacional Jacunda de Brasil.

En agosto de 2021, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicó un informe que aseguraba que la Tierrase estaba calentando a un ritmo muy rápido, advirtiendo que antes del 2040 la temperatura mundial superaría el límite de 1.5ºC que se fijó en el Acuerdo de París. Pero ¿por qué específicamente esta cifra? Según la investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) Paulina Ordóñez Pérez “Hemos recopilado numerosas evidencias científicas que nos dicen que este aumento de 1.5 grados rebasa un límite seguro para el planeta, porque a partir de allí los riesgos se incrementarán”. 

El cambio climático afecta ya a todo el planeta, de manera más intensa en las zonas continentales del hemisferio norte, y de manera global más de mil 800 millones de personas han padecido como el año más caluroso al 2021. Específicamente México “se calienta más rápido que el promedio global. De hecho, en el 2020, que ha sido el caño más caliente que hemos registrado, rebasamos los 1.5 grados y estuvimos por arriba de 1.6. Esto se debe a la variabilidad natural y a la tendencia de calentamiento”, explicó Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM.

Basta con abrir Instagram o prender la TV para darnos cuenta que absolutamente todo el planeta está sufriendo los estragos de nuestro propio descuido. Las últimas predicciones constatan que el aumento sostenido de la temperatura mundial continuará. Y aquí es cuando me cuestiono todos los días ¿qué estoy haciendo para impedir esto? ¿Qué estoy haciendo para poner de mi parte? Muchas son las acciones que desde mi trinchera considero he podido accionar, como ser vegana desde hace 16 años, hasta no utilizar el auto, no utilizar plástico, entre otras, pero cuando volteo a ver mi bote de basura y las miles de envolturas y desperdicios que terminan ahí mi mente se encarga de minimizar todas mis buenas acciones y hacerme sentir mal por todo lo que no estoy haciendo por el planeta. Dicen que lo mejor que puedes hacer es no tener hijos y dejar de consumir carne, bueno esa parte la tengo completada y palomeada pero ¿qué ocurre con todas las demás acciones que sí hago que forman parte de mi, de cómo crecí, de la sociedad en la que vivo? Cosas como comprar fast-fashion, utilizar celulares y computadoras, simplemente a veces parece que con el simple hecho de existir en este mundo moderno ya estás contaminando. 

Intento palomear otras acciones: apagar la luces cuando salgo de un cuarto, desconectar electrodoméstiocos, ahorrar agua, reciclar, comprar ropa de segunda mano, caminar en lugar de utilizar el coche y sobre todo, predicar con el ejemplo, pero nada parece ser suficiente para calmar mi ansiedad.

“El calentamiento global me preocupa más que la inflación o una próxima posible recesión” comenta Natalia* de 31 años. Y aunque mucha de la responsabilidad cae sobre los gobiernos, considero que cada uno como individuo tiene la obligación de intentar hacer algo, implementar aunque sea una pequeña acción en su rutina para así lograr un cambio en el modelo social. Así que lo platiqué con mi psicóloga y estos son algunos de los tips que me dio para ayudarme con mi ansiedad climática.

  • Pausar y respirar.
  • Todos los días hazte la pregunta: ¿Qué puedo hacer hoy para reducir mi huella de carbono? Y planea tu día de acuerdo a esto. Por ejemplo, si tienes que salir a una junta, intenta irte caminando, en bici o transporte público. Mira de que forma puedes cambiar o sustituir acciones de tu día a día para que sean más sostenibles.
  • Haz la mayor cantidad de comidas que puedas en casa y cocina tú, intenta pedir lo menos posible comida a domicilio.
  • No quieras luchar todas las batallas, menos si apenas estás empezando. Semanalmente proponte adoptar una nueva acción para ayudar. Hoy puede ser dejar de comer carne pero la siguiente semana le sumarás cambiar tu shampoo de botella por shampoo en barra, y así cada semana, hasta que estas pequeñas acciones se vayan convirtiendo en hábitos.
  • Infórmate pero no sobre satures tu mente de información catastrófica, esto solo te dará más ansiedad.
  • Averigua sobre alguna fundación u organización dentro de tu ciudad con la que puedas colaborar o apoyar.
  • Sé empático, con los demás, pero sobre todo contigo mismo.

La batalla contra el calentamiento global es algo que nos concierne a todos, no voltees la mirada por incomodidad o ansiedad cuando aún estamos a tiempo de intentar revertirlo.