Sri Lanka, es el país de origen de los padres de MIA (Nacida en Londres), país en el cual vivió de pequeña, específicamente en Jaffna, en el norte de Sri Lanka cuando tenía apenas seis meses. De niña, experimentó el desplazamiento provocado por la Guerra Civil de Sri Lanka , que hizo que la familia regresara a Londres como refugiados cuando MIA tenía 11 años. De este modo la guerra tuvo una influencia decisiva en el arte de MIA, tanto como artista visual, cantante, cineasta y diseñadora.
El país que vio los primeros años de MIA amaneció después de este fin de semana ante un futuro incierto, tanto con su presidente como su primer ministro quienes acordaron su renuncia, después de que miles de manifestantes asaltaron sus hogares furiosos por la crisis económica en la nación, los manifestantes celebran en las calles, pero el futuro es incierto.
El presidente Gotabaya Rajapaksa acordó renunciar el 13 de julio, anunció del presidente del parlamento del país el sábado por la noche, luego de un día muy hostil en el que los manifestantes irrumpieron en la residencia oficial de Rajapaksa en Colombo y se metieron en su piscina.
Los manifestantes también se lanzaron contra el primer ministro Ranil Wickremesinghe, incendiando su residencia privada en Fifth Lane, un barrio próspero de la capital. Wickremesinghe dijo más tarde que estaba dispuesto a renunciar “para dar paso a un gobierno de todos los partidos”.
Los anuncios provocaron que los manifestantes celebraran cantando en las calles y lanzando fuegos artificiales. Esto representa para ellos una victoria histórica, esto debido a que han estado exigiendo la renuncia de Rajapaksa durante meses por el fracaso de su gobierno para abordar el colapso económico del país. Además, renunciaron otros cuatro ministros durante el fin de semana:
Harin Fernando – ministro de Turismo y Tierras, Manusha Nanayakkara – ministro de Transportes y Carreteras, Bandula Gunawardena – ministro de Transportes y Carreteras y coportavoz del gabinete y Dhammika Perera – ministro de Cartera de Promoción de Inversiones.
La crisis económica ha sumido a la nación insular del océano Índico de 22 millones de habitantes en una grave crisis humanitaria, dejando a millones de personas luchando para comprar alimentos, medicinas y combustible.
Después de meses de protestas mayoritariamente pacíficas, llegó irremediablemente la ira, la cual alcanzó un punto crítico el pasado fin de semana cuando más de 100.000 personas se concentraron frente a la residencia de Rajapaksa, pidiendo su renuncia. Los líderes habían sido trasladados a lugares seguros, ante los ataques.