Harry Styles, el heredero asumió su corona en el Festival de Coachella

// Por: Oscar Adame

mar 19 abril, 2022

Por: Ernesto Cruz

En tiempos de debates álgidos sobre la música de antes, la música de ahora, cuál es mejor, cuál sí es Arte, “¿Es aburrida? ¿Es demasiado vulgar? ¿Se adapta a las exigencias morales de una sociedad en constante reflexión?”parece que imaginar puntos intermedios es eso: una ficción impulsada por la buena voluntad. 

Entonces, entre los viejos y entre los nuevos, Harry Styles, cuya carrera había pasado desapercibida para aquellos que no fueran: o sus fans, o público asiduo al Pop mainstream o Rob Sheffield; pero que esté viernes, en su debut como headliner del festival más importante de la actualidad, ha dado un golpe sobre la mesa para reclamar un lugar que lleva 20 años esperando a un heredero: el del rockstar definitivo, en la versión más pura del concepto.

El escenario se apagó y una luz blanca se posicionó sobre un cuerpo espigado y firme. Un abrigo que se define entre las plumas y el peluche se posa sobre él, sin afán de ser discreto. Se queda ahí, con su cabellera inmaculada, viendo fijamente a un público que lleva hora esperando por él. Suenan los acordes del hit del momento y baja efusivo por unas escaleras de doble pierna como aquellas que estaban de moda en los salones de baile de los 50.

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Una presentación prodigiosa

A partir de ahí, una hora y cuarenta y cinco minutos de un set que jamás bajó sus revoluciones. El show fue apto para todo público en el mejor sentido del adjetivo: desde canciones como “Treat People With Kidness” con su ternura que nos remonta a clásicos infantiles de los Beatles como “Octopus Garden” y “You Know My Name(Look Up The Number)” hasta su faceta que coquetea con el Blues en “Woman” y “She”, particularmente ésta segunda que tuvo una dosis de poder gracias a su solo de guitarra, de esos que hacen que el público ovacione a quien lo ejecuta.

Y no podemos olvidar el homenaje que rindió al proyecto que lo vio nacer como artista cuando cantó su versión de “Whats Makes You Beautiful”, original de One Direction; o el momento sorpresa en el que invitó a Shania Twain para interpretar los dos más grandes hits de la canadiense. Todo para cerrar el ciclo con la que fuera su canción debut como solista: “Sign Of The Times” con su energía épica de Rock de los 70’s.

Otro factor importante a considerar es que la banda que rodea a Harry Styles está lleno de músicas y músicos virtuosos que exprimen el potencial de su repertorio: mayoritariamente conformada por mujeres, su banda ejecuta armonías vocales con pulcritud y tanto el guitarrista como la sección de metales robustecen ese sonido “clásico” que ya lo caracteriza.

Él particularmente no es un guitarrista excepcional (al menos no todavía); sin embargo, goza de una voz cuyo rango no es el más amplio pero sí ha desarrollado una identidad propia muy fácil de reconocer. Construyó un baile distintivo que ahora solo puede llevar la etiqueta de Harry Styles. Y lo más importante: su manejo del escenario, que sin aferrarse a las odiosas comparaciones, nos remite a la energía de Mick Jagger,  al glamour de Freddie Mercury y a la clase David Bowie. No a través de un juego de imitación que se sostenga en la nostalgia, sino como parte del linaje de todos esos nombres. Lo lleva en la sangre. 

Su interacción con el público se siente genuina todo el tiempo. Es un tipo chistoso y se vale de su carisma para mantener a todos conectados desde el primero hasta el último momento de su performance. 

“To boyfriends everywhere: fuck you” 

Dijo para presentar la primera de dos canciones inéditas que seguramente van a formar parte de su próximo álbum Harry’s House. 

Por ahora, sus talones de Aquiles están en la composición y en la conceptualización; aunque, para sus 28 años, el techo de crecimiento creativo es incierto.

Tal vez como una postura construida desde la misoginia, a muchas personas -principalmente hombres- les cuesta abordarlo sin dejar pasar su pasado como miembro de una boyband y lo consecuente de eso: tener un fandom mayoritariamente conformado por mujeres jóvenes. Lo que queda claro es que a partir de ese viernes, Coachella le ha dado los reflectores necesarios para demostrar que parte de la resurrección mediática del Rock está en sus manos. Y si le escuchamos y le miramos sin todos esos prejuicios, seremos parte de la historia.

Uno de los tres mejores sets de la edición 2022 de COACHELLA