Hace poco empezó a circular un meme en Twitter diciendo que toda la carrera de BROCKHAMPTON pasó frente a nosotros y no tuvimos música nueva de Frank Ocean. Pasaron apenas seis años desde la formación de la boy band de hip hop, pero como dicen algunos, y hasta ellos mismos en las chaquetas que usaron en su presentación del sábado en Coachella: “All good things must come to an end”.
A inicios de enero, a través de su Instagram, la banda hizo público que se tomarían un descanso indefinido de los escenarios y los estudios, descanso que ya se ve sesgado y se convirtió en un retiro. Todos los miembros del colectivo han hecho saber que los dos shows de Coachella serán sus últimos dos, y el del sábado pasado resultó una nostálgica pero incierta despedida.
Un escenario techado, un gorila que se movía y colores vivos dieron inicio al show con los seis chicos en escena, Kevin, Joba, Bearface, Dom, Merlyn y Matt, acompañados de un séptimo, Jabari. Desde el inicio se dejó ver que sería un repaso por la discografía, uno bien planeado: Dos canciones de cada disco fueron suficientes para rellenar un setlist -muy limitado- de 50 minutos.
Seis años de carrera se vieron resumidos allí, en un par de piedras de escenografía y visuales que iban en constante cambio dependiendo la era de BROCKHAMPTON que fueran abordando, desde los colores vívidos y saturados de la trilogía de SATURATION (2017), los degradados de iridescense (2018), los metálicos de GINGER (2019) y los fríos de ROADRUNNER (2021).
Los siete raperos se miraban felices, enérgicos. Se notó ciertamente un trago de tristeza al tocar temas viejos que no tocaban en conciertos previos al anuncio de su separación, como ‘DISCRICT’ y ‘STAR’. Y fue poético que terminaran su show con ‘SUMMER’, una canción sin nada de rap, nada de hip hop. Solo Bearface cantándole a la nada con un piano distorsionado y una guitarra asomándose al final.
El legado de BROCKHAMPTON quedará por todo lo hecho en una casa de California entre más de diez personas amantes de One Direction y Kanye West. La despedida del grupo se sintió extraña, algo antipática, como si estuvieran allí por compromiso, y quizá lo era. Contractual al menos, pero tenemos que aceptar que es mejor irse por la puerta grande. Bien dicen “más vale morir como héroe que vivir como villano”.
BUZZCUT
STAR
GOLD
GUMMY
SWEET
ZIPPER
BLEACH
1999 WILDFIRE
DISTRICT
SUGAR
BANKROLL
BOOGIE
SUMMER