#WARPPresenta: Entrevista con Ibrahim Ferrer Jr, el legado de un son cubano

// Por: Staff

jue 10 marzo, 2022

Por: Diego Vázquez

El hijo menor del emblemático músico cubano Ibrahim Ferrer, y quien gestara ese colectivo Buenavista Social Club.  Ibrahim Ferrer Jr, dejó la Ingeniería Naval para afincarse en Argentina e iniciar un camino por la música, como legado de su padre, para heredar así un legado en el son cubano.

Rodeado de la música que Compay Segundo, Eliades Ochoa y Omara Portuondo creaban, Ibrahim Ferrer Jr. Sembró la semilla del sonido de la vena musical, por su padre y madre, ambos llevaban la rumba por dentro, como todo cubano.

Al sur del continente americano, fue que el hijo del padre del son cubano, caminaba por el sendero de ritmos con su grupo Clave Cubana. Eso sería determinante para que el descendiente de los Ferrer engendrara su primer disco debut. Son para ti (2001) , música con la que creció, Al son de un homenaje (2007) , Mío muy Mío (2013) e Ibrahim canta a Ferrer (2016).

Con cuatro discos, explora sonidos de la música tradicional cubana, afrocubana y ritmos latinos. Dueño de una voz sonera peculiar, Ibrahim Fererer Kindelan, alista una producción, “Los Hijos del Son”, aunado a ello, alista una serie biográfica sobre la vida de su padre Ibrahim Ferrer Planas.

El músico nacido en Santiago de Cuba hace 65 años, celebra 25 años del disco Buenavista Social Club, con presentaciones en México, al que se le unieron destacados músicos cubanos.

La semilla sonera

Quisiera que me contara, ¿de dónde nace esa semilla sonera?

La semilla de la música viene de la cuna, desde el vientre de mi madre, no específicamente como sonero, pude desarrollar la cualidad del oído musical porque soy nacido entre músicos, mi madre le encantaba la música, aunque no la ejercía, llevaba la música por dentro ¡tú sabe!, ella nos inculcó el sentido y olfato por la música. La parte musical y este gusto por la música de lo debo a mi madre y el sentido paterno, los dos estaban en eso (risas).

Dicen, que el que es cubano, lleva la música por dentro, ¿es verdad eso?

¡Exactamente!, hay un lema que dice: todo cubano toma palitos y hace música. Hay una canción popular que dice con una lata y un palo se arma el huateque cubano, es verdad, que a veces no es necesario pasar por escuelas de música ni nada de eso, viene desde que uno nace.

¿Cómo ha sido continuar con el legado de su padre e incursionar en la tradicional música cubana?

Mira el tener el nombre que tengo y el hacer música vienen a la par. Por un lado, Ibrahim Ferrer (padre) músico, es una leyenda, como decimos en Cuba, es un palo por la cabeza. Pero te voy a decir algo, es algo bien comprometedor, y a la vez es un reto, y una especie de rendir tributo a ese nombre que uno tiene.

Pero orgulloso, porque es el nombre que me puso mi padre y poder homenajearlo, sería hacer lo que él hizo, pero hacerlo mejor. Nunca va a ser igual, es difícil que el alumno supere al maestro, pero más que nada que ese maestro se sienta orgulloso, y que esa enseñanza valió la pena. Que dejó algo, ¿verdad?

 

Su padre ya le heredó el son, la rumba y el guaguancó, qué mejor legado que eso…

¡Claro!, he heredo todo (risas). Es lindo salir de un conglomerado familiar y heredar eso, ahora que mi padre ya no está sé que está orgulloso y contentó de lo que él creó y de saber que quieras o no, uno lo lleva en las entrañas.

Cuénteme, ha visitado varias veces México. ¿Qué recuerdos tiene de esos encuentros?

Me quedo con todo. México es un país encantador, desde la primera que fui en mi trabajo como marino, México me ha encantado desde mi etapa de juventud, cuando los veía en las películas, me hablaban de México, y mi padre estuvo allá.

Es un país plenamente musical, te levantas y si no tienes la radio encendida, hay gente en la calle con una trompeta, mariachis, a dónde uno vire. Su comida, su cultura. Me he llenado de México casi toda mi vida. Me quedo maravillado con su gente.

Desde hace unos años que radica en Argentina. ¿Cómo se viven allá el son y la trova?

Mira, Argentina era un país que no estaba acostumbrado al son ni a la trova, se empezó a usar la trova, después de la creación de la nueva trova Silvio Rodríguez o Pablo Milanés. Proliferaba más el mambo, el tango, pero no incursionaban mucho en el son, es un país muy alejado, su cultura depende de la zona europea, pero al entrar Cuba como exponente de la música en argentina, se oye más el son y la salsa americana y puertorriqueña, en Uruguay son más boleristas. Pero en estos momentos se está viviendo, yo soy un exponente del son.

En este ahora, su quinto disco, ¿qué tanto hay de México, por qué dio su debut en Mérida?

(risas) De México vienen cosas, hay tenas que fueron escritos acá, pensando en esos momentos con México. Y también será un homenaje a grandes de la música mexicana como Manzanero, que para mí es un ícono del bolero y la canción romántica. También puede que incluya un tema de José José, uno de los cantantes que más escuchaba en Cuba, y de los cuales siempre he aplaudido. Canciones y compositores que admiro, eso tendrá el disco Los Hijos del Son.

Seguramente el disco vendrá cargado de son y tabaco …

Viene, son, tabaco y ron (risas), como hay prohibiciones, dejémoslo en mulata y ron. El tabaco y ron es malo (risas).

Este disco será memorable, vendrá acompañado de un documental con entrevistas familiares …

Sí, viene con entrevistas, dichos, con una biografía de mi vida que en cinco años he estado haciendo música. Además de recordar la memoria de mi padre que es fundamental. Hay que aprovechar ese pedazo que tenemos de vida y hay que vivirla bailando, como dicen lo bailado ya no me lo quita nadie. (risas) Me pueden quitar lo bailado, pero nunca lo vivido.

Oiga, ¿qué recuerdos le trae el disco de Buenavista Social Club?, y que enalteció a la música cubana, y que cumple 25 años.

Ese disco, fue el primero que se hizo, porque se han hecho varias versiones. Fueron 25 años de un colectivo fundamental, eso fue insólito, nadie pensó que sería un parteaguas de Buenavista Social Club. Eso es sublime, se grabó en un solo día, todo en una toma.

Fue un disco muy natural, sin tanta mezcla, y como dices, enalteció a la música cubana. Y eso es lo que celebramos 25 años de un disco hecho naturalmente, y de músicos importantísimos como Compay Segundo, Omara y mi padre.

¿Buenavista Social Club dejó un legado para el son cubano?

No solo para el son, sino para lo que es la música cubana. Muchos se acercaron al son, pero sobre todo a la música cubana, gracias a ese disco de Buenavista Social Club.

Este último disco, tiene mucho de eso que lleva en la sangre

Por supuesto, este disco, por eso se llama El Hijo del Son, es recuerdos de mi vida, de mi padre, y del porqué soy músico. Y de rencuentros, antes fui marinero 29 años de mi vida, eso también lo narro ahora en estas canciones. Es un homenaje a ellos, a mi padre que hacen son.