Britt Daniel: Ni glamour, ni extravaganza, solo hits #RetratosÍntimos

// Por: Ernesto Cruz

vie 18 febrero, 2022

#RetratosÍntimos es una nueva serie de WARP en la cual profundizamos en la psicología de la obra de los artistas más relevantes de la industria musical. En este caso, hablamos del compositor Britt Daniel, líder de Spoon.

Britt Daniel no es Damon Albarn. Britt Daniel no es Jarvis Cocker. Britt Daniel no es Beth Gibbons. Britt Daniel no es Thom Yorke, y tampoco es Patrick Corgan ni Black Francis ni alguno de los Gallagher… Y tal vez, ese sea el mayor de sus encantos. 

Creció en Temple, Texas; un lugar que nunca -y menos en los 90’s- se ha caracterizado por ser la meca de la contracultura o la cuna de alguna movida alternativa del Arte. Es, más bien, un pueblito de apenas 73 mil habitantes al norte de Austin donde todas las familias son religiosas ultraconservadoras y lo más punk que se conoce son los señores fans de los Beatles y los Stones, incluído el papá de Britt.

Lo que sí tiene en común Temple con otras ciudades del mundo (incluídas las capitales cosmopolitas), es que ahí también le rompen el corazón a la gente. Y de no ser por la chica que dejó hecho pedazos el de Britt Daniel, probablemente jamás habríamos escuchado a uno de los actos de Rock más consistentes de los últimos 25 años. 

‘’Ser una persona creativa no es lo mismo que ser artista. Los artistas generalmente buscan reaccionar en contra de lo que acaban de hacer, y no estoy seguro de que los creativos tengan el carácter para contradecirse de esa manera después de que algo les salió bien’’.  -Britt Daniel para GQ Magazine

Quizá por eso formó parte de cuantas bandas y proyectos le ha permitido el tiempo. The Zygotes, Skellington, The Allen Beats, Golden Millenium, Divine Fits, Drake Tungsten y hasta un proyecto inconcluso de Techno-Funk y Hip Hop. Por supuesto, Spoon. 

Incluso con tanto por contar, su círculo cercano y él mismo se considera un tipo “anti-nostálgico’’. 

-Las buenas bandas, las que son buenas bandas en serio, sólo saben mirar hacia adelante. Quizá por eso Spoon ha preferido ser un proyecto que ofrezca calidad por encima de lo icónico. ¿Te has preguntado por qué jamás hemos hecho fiesta por el aniversario de alguno de nuestros discos o canciones? Bueno, te acabo de dar la respuesta.

-¿Entonces por qué sacar un disco de éxitos?

-Justamente por el futuro: cada vez habrá menos tiempo ni paciencia para conocer a las bandas por sus B-Sides o sus deep cuts. Nuestra carta de presentación debe ser lo mejor que tenemos, y para eso son los Greatest Hits’’.

Metro De La Ciudad De México, Línea Azul

El infomercial se ve interrumpido por el rostro jovial de un hombre rubio y sonriente. Nosotros estamos en el andén de la estación Tacubaya pero él se ve que está en uno de la línea azul. Los torniquetes, las máquinas para recargar y esos azulejos blancos llenos de mugre son inconfundibles. Seguramente está en Revolución. Nos presenta el nuevo video de su banda y nos desea  un buen viaje en español torcido y masticado. ‘’¿Quién es ese gringo?’’ -pregunta un señor-. Nadie responde. Empieza a sonar ‘’The Hardest Cut’’ y el mismo señor empieza a mover el pie derecho intentando acoplarse al ritmo de las percusiones.

Eso es Spoon: Una banda de riffs potentes y baterías sólidas que necesita diez segundos de ti para convencerte. Lo sabe el señor y lo supo Patrick Amory, gerente de Matador Récords durante la segunda mitad de los 90’s, cuando escuchó a la banda por primera vez mientras buscaba un asiento para el show de Johnny Cash. ‘’Nos firmó de inmediato’’. 

The Agony Of Laffitte

Britt Daniel es un tipo pragmático. Hace lo que le gusta y cuando las cosas le duelen, le duelen sin abstracciones ni intermediarios. Por eso, en más de una ocasión ha reconocido que pocas cosas en la vida le dolieron tanto como cuando ELEKTRA Records los desechó tras grabar el primer álbum de Spoon. 

Fue después de lo que él denomina ‘’el golpe de suerte con Matador Records’’. Tras firmarlos como la gran apuesta contra el britpop y el grunge, Elektra empezó a cuestionar todas las canciones que le mostraba Spoon. Daniel y su escudero -Jim Eno- creían que las dudas venían en el afán de alzar el tabulador de calidad; sin embargo, las sugerencias que propusieron después dejaron en claro que las intenciones del sello eran moldear una banda que a nivel mediático pudiese emerger del underground para cimentar un proyecto de agrupación que les permitiese hacer grandes números en el mainstream. 

Según su relato, Britt lo sintió como una serie de patadas en el estómago que culminaron en un knock out en el mentón: publicaron A Series Of Sneaks y a las dos semanas se les notificó que estaban fuera de la empresa. 

‘’Así nos dimos cuenta de que Elektra no nos había elegido porque confiaba en nuestra música sino porque les atraía lo que podíamos significar en términos de imágen. Britt quedó devastado cuando nos enteramos de la noticia. Dejó de contestar todas las llamadas y su vecina nos contó que le había insinuado sus ganas de renunciar a la música’’.  -Jim Eno para Much Music en 2003.

El titubeo de Britt Daniel no era para menos: Spoon también apostó casi todos sus recursos en el plan conjunto que tenían con Elektra y habían quedado muy desprotegidos. De hecho, lo único que les quedaba eran algunos shows que el equipo de booking de Elektra les pactó y que por contrato todavía tenían que cubrir. 

La banda se reencontró en esas fechas por la costa este de Estados Unidos y aunque el clima emocional fue lúgubre al principio, las interacciones entre ellos les devolvieron el optimismo y la inquietud por componer. 

‘’Nos dimos cuenta que los buenos y los malos discos pueden darse por igual en los grandes sellos como en los lanzamientos independientes; entonces daba lo mismo si estábamos quebrados en ese momento porque al menos conservabamos lo que nos trajo aquí desde el principio: nuestra música. Y nació ‘’The Agony Of Laffite’’, una canción que habla sobre los traumas que te pueden dejar los contratos. Los músicos siempre hablamos del dolor de la muerte, del que viene tras las rupturas; pero creo que es necesario hablar de lo destrozado que te puede dejar una disquera que te dice que no sirves’’.  -Britt Daniel para Rolling Stone en 2001.

DRAKE TUNGSTEN SE NIEGA A MORIR

Britt Daniel es dos veces: primero el que nació el 14 de abril de 1971 y luego el personaje que se inventó para no acaparar con su visión el resto de proyectos en los que trabaja. Y es que no hace Rock para demostrar que es un genio ni para asegurarse una mansión pomposa en alguna playa del Caribe; lo hace porque le parece la manera más simple de abordar un mundo que, desde que él tiene uso de razón, se pone cada día más complejo y absurdo.

Drake Tungsten no es un ejercicio de especulación ni un debraye del marketing; en todo caso, es el esfuerzo para demostrarse que no hay nada tan triste como enclaustrar una idea a la prisión del papel en el cesto de basura. Eso sí: ya sea como Drake o como Britt, puede dormir tranquilo ante la tranquilidad de que solo tiene una deuda, que no es ni con Spoon ni con Elektra ni consigo mismo; es con la música: el poder lanzar el segundo disco de éxitos cuando tenga los suficientes, en una industria que parece negarle la revancha a las bandas independientes.