Te arrastrará. Sirius Amory no escatimará en llevarte a un sitio alejado de este mundo, donde no existen las fronteras sonoras y en el que todo desciende irremediablemente, después de subir. En la segunda parte de “The Afterman”, Sirius Amory te sumergirá, también, en una vorágine auditiva perteneciente a los mundos de Amory Wars, lejos de casa, donde la oscuridad reina y el rock progresivo, los ritmos latinos y el pop se fusionan hasta arrancar una implosión en tu cabeza, de la que es imposible salir ileso. Bastan los tres primeros cortes de este disco (‘Prelethal’, ‘Key Entity Extraction V…’, ‘The Hard Sell’) para perderse en aquellos territorios desconocidos que Amory ha cruzado durante su expedición. Para tu fortuna –o desgracia–, el viaje bajará de ritmo de la cuarta canción en adelante, y se volverá un paseo turístico en donde no habrá turbulencias, y solo el cántico de las guitarras y la dulce voz de Claudio Sánchez serán las mayores complicaciones a las qué enfrentarse. Y eso aburre, pese a que en el camino te encuentres con detalles que derrochen belleza: la autopista espacial comenzará sinuosa, inquietante, y estarás atento a cada sonido; pero culminará plana, indiferente y creerás que ya la habías recorrido antes, muchas veces, a rastras.