Ser artista en este mundo y en estos tiempos es un acto de resistencia. Ser consciente de dónde vienes, te ayuda a saber a dónde vas. Ni siquiera es necesario saber todo pero conocerte puede darte el impulso para avanzar, para seguir en el camino.
Combo Chimbita es una banda neoyorquina conformada por Carolina Oliveros (voz), Niño Lento Es Fuego (guitarra), Prince Of Queens (bajo y sintetizadores) y Dilemastronauta (batería), cuatro colombianos que desde su primer jam, sintieron una conexión músico-espiritual que los ha llevado a crear esta saga. Los sonidos afro-caribeños, cantos alucinantes, percusiones resonante y distorsión psicodélica son elementos que conforman sus creaciones donde exploran temas de búsquedas internas para acercarse, paso a paso, a un conocimiento más extenso de sí mismos y el mundo que les rodea.
Un nuevo capítulo de la saga es “Iré”, en donde observan la realidad del momento actual, la ansiedad del racismo sistémico, capitalismo, gobiernos totalitarios, y el borrado de gente queer y trans. Un disco que estuvo gestado en medio de la tormenta, pues se empezó a escribir en el verano de 2020, durante la pandemia, mientras explotaron manifestaciones de Black Lives Matter. Grabado y mezclado en Puerto Rico, donde la banda pudo observar la complejidad de la relación entre la isla y los Estados Unidos. También grabaron videos de sus últimos sencillos en Cali, Colombia, donde varios jóvenes en Abya Yala se manifestaron en contra de la corrupción, violencia del estado, y opresión del gobierno. Así que, Combo Chimbita no tuvo más que sentir estos capítulos de oscuridad para ahora esperar por un futuro mejor.
Platicamos con Carolina Oliveros (voz), Niño Lento Es Fuego (Camilo Rodriguez, guitarra) y Oscar Diaz (manager y director) sobre lo que significa este disco para ellos y cómo llegaron a desarrollar algo tan espiritual en este mundo material. Existe la posibilidad de que “Iré” sea considerado patrimonio para las generaciones futuras, así como las músicas que los llevaron a crear a ellos mismos.
¡Hola! ¿Cómo están? ¿Cómo se sienten del próximo estreno de su disco?
Carolina Oliveros: Para mí lo más bonito es que por fin podamos, a pesar de todo lo que ha pasado, sacar música y arte, desde un lugar bastante íntimo y personal, sin ninguna expectativa, en medio de muchos cambios. Creo que ya el hecho de tener la oportunidad de haberlo logrado, haberlo hecho, escrito, engendrado y ahora, regalarlo, porque es un regalo que uno hace al universo, a la gente y a nosotres mismes, principalmente, porque son cosas que vienen de adentro, es una bendición.
Se siente como un respiro también porque obvio todo es un proceso, ¿sabes? Para mí, personalmente, se siente como un logro más, un proyecto más, un trabajo más, un hijo más, es un regalo muy especial así como han sido otros álbumes que hemos hecho. Creo que éste tiene un carácter muchísimo más intenso por las circunstancias en las que se dio ya que fue hecho en tiempos difíciles para todes, de mucho miedo y encierro, entonces, se siente bien especial.
Muy cierto. Me llama mucho la atención que todos sean colombianos pero se hayan encontrado en Nueva York, como si fuera algo destinado, además creo que tienen algo bastante espiritual ¿cómo fue que que ustedes sintieron que esa conexión primero y de dónde viene esa profundidad en su arte?
Niño Lento Es Fuego: Primero nos conocimos Prince of Queens, que toca el bajo y el sintetizador, Dilemastronauta, que es el baterista y yo, que toco la guitarra. Llevábamos trabajando en Nueva York más de 10 años, tocando en la escena Latinx local. Carolina llega más o menos en el 2014. Nosotros, en ese tiempo hacíamos unos jams en un venue que se llama ‘Barbès’.
Tocábamos todos los lunes, explorando un poco las tradiciones y músicas de nuestros territorios, y experimentando con tecnologías como sintetizadores y discografías de música del caribe, de los andes, y guitarras. Nos juntábamos con otra comunidad llamados Names You Can Trust, que son un récord label muy pequeñito que se enfoca en sacar vinilos de 45 de música tropical. Hacíamos unos jams a los que no iba absolutamente nadie, era algo muy íntimo, muy de nosotros. Ahí llegó Caro.
Caro: Llegué a Nueva York y lo que hice, obviamente sin conocer a nadie, excepto a Niño Lento, fue ponerme a tocar tambores. Ahí me fui juntando con todos, conectando con gente a través de esta música que hace parte de Colombia específicamente. Cuando me fui a Nueva York, hicimos un disco llamado ‘Monte’ que sacamos, de manera independiente, entre entre Niño Lento y yo, esa fue mi primer exploración junto con un combo. Resulta que un día ellos estaban en ese tropical border, jameando. Yo llegué y me metí a jamear también, fue un a experiencia muy chévere. Me ayudó mucho hacer ese ejercicio de conectar con otra gente de la nada, teniendo en cuenta esa exploración que empecé a tener cuando me mudé para allá.
Creo que en Colombia siempre, por algún motivo, hay una limitación. El vinilo acá, tiene una historia fuerte pero la música no se conoce a través de él. Para Combo Chimbita el vinilo ha sido una escuela y una biblioteca bastante importante, por eso significa mucho para nosotros, tanto sonora como artísticamente. A raíz de ese jam, DJ Little Dynasty, Eric, dijo: “hey, deberíamos grabar algo” y así fue que grabamos una una sesión de cuatro canciones en casa de Prince of Queens.
Hicimos un cover de una canción de buyerengue y lo demás surgió en el momento. Escribimos “Pájaro”, que tiene unos versos medio buyerengueros, versos muy libres, mucha psicodelia, y empezamos a darle una estructura a las canciones; le pusimos un coro, hicimos el intro y tratamos de organizarla. Así salió “El corredor del jaguar” que fue el comienzo de toda esta saga que hemos venido haciendo. Quedó algo tan chévere que ha sido un disco que todo el mundo ha recordado; fueron pocas copias. Yo creo que sí, definitivamente es una conexión espiritual muy bonita porque no fue nada planeado; pienso que la misma música y las intenciones fueron las que nos unieron y nos pusieron ahí, todavía seguimos descubriendo pa’ donde vamos (risas).
Claro, ¡eso es genial! Algo que me llamó mucho la atención es lo notorio de la presencia de sonidos afro-caribeños, algo de rock y hasta metal ¿Cómo fue que sintieron una conexión entre estos aspectos? ¿Creen que el hecho de ser afrodescendientes ya los hace algo punks?
Caro: Interesante lo que dices de la afrodescendecia.
Niño: Realmente nosotros tenemos ancestralidades diferentes. Yo tengo una ancestralidad indígena, de pronto cosas europeas, entonces nuestra música es un reflejo de esa búsqueda personal. No estamos diciendo “somos esto” sino que estamos en nuestro proceso de conectarnos con esa ancestralidad. Cada disco que hacemos es un esfuerzo personal de entender quiénes somos basándonos en las músicas ancestrales.
Algo importante que hay que observar es que nuestra historia dejó mucha pista en la música, más que en los libros u otros documentos porque mucho de lo que leemos está contado desde un contexto colonial pero nuestras tradiciones de raíz, que no son europeas, están más plasmadas a través de músicas, discografías, comunidades, canciones tradicionales. Esas músicas muestran nuestro recurso principal de espiritualidad, de dirección, de encontrarnos con nuestra ancestralidad. También hay que reconocer que uno es de ciudad, que estamos en un proceso decolonial, lo cual se da por la experiencia migrante.
Para mí, como inmigrante, no es raro escuchar una canción de Vicente Fernández y después una de Sepultura, Bad Bunny o Fela Kuti. Hemos escuchado muchas músicas y cada uno de nosotros también tiene estilos musicales. Por ejemplo, Caro viene de la música clásica, del metal gótico, el baterista tocaba jazz, la persona del sintetizador le gusta la música electrónica, la música de Detroit. Está muy complicado no crear algo que tenga conectados todos estos tipos de músicas.
Caro: Pero al final, lo interesante es que hemos podido crear algo muy único a partir de esas experiencias. Creo que hemos pasado por muchos lugares desde nuestra infancia, de todo lo que uno viene creciendo, escuchando en la calle, en la radio, en la escuela. Yo tuve una formación clásica y solamente estaba ahí metida, me encantaba la ópera, lo mío era eso junto con el metal, entonces mi espectro era muy limitado.
Hay que resaltar algo muy importante: esa ancestralidad que ha marcado nuestros territorios y nuestras vidas desde siempre, ha sido invisibilizada desde la escuela porque no teníamos acceso ni siquiera a conocer la realidad del territorio en que vivimos, desde ahí ya nos están codificando a conocer algo que es ajeno a una realidad que no es la que vivimos y nos rodea. Hay una falta de conciencia de lo que pasa al rededor.
La música es una manifestación de lo que está sucediendo generacionalmente en ese momento y ha determinado la lucha de los territorios, la lucha de las comunidades. Entonces, creo que cada uno de nosotros ha tenido una experiencia de vida que ha hecho que musicalmente ahora nosotros podamos juntar todos esos elementos y tener una conexión grupal para llegar a ciertos puntos, unidos a través de la misma vivencia, lo cual conforma el sonido de Combo Chimbita. El proceso migrante también ha sido algo muy importante en cómo tenemos una cosmovisión. No es que hayamos dicho: “oh, vamos a llamarnos así o así”. Yo creo que hay mucha libertad y siempre hay una búsqueda constante. Este disco va a sonar algo distinto porque todo el tiempo hay una evolución o involución, dependiendo de cómo se vea.
Es cierto, me parece muy interesante lo que dicen. De hecho me acuerdo cuando iba a la escuela, si escuchabas algo que no era “lo de moda” te cuestionaban y te decían que escucharas a algún artista extranjero o más popular, y si te gustaba algo más regional o “viejito” no lo compartías porque no era “lo cool”.
Caro: Fíjate que eso me pasó a mí, por ejemplo. Yo misma decía: “yo no voy a escuchar ni buyerengue, ni tambores, ni la cumbia, ¿eso qué es?”, me daba pena porque no lo entendía, me sentía ridícula. ¿Por qué? De eso se tratan muchas cosas del colonialismo también, de invisibilizar y siempre estar mirando lo de afuera y pensar que eso es lo que te debe representar, no tu verdadera historia. Eso es una constante presente en todos los pueblos de nosotros, de la Abya Yala, que tú no te ves identificado en eso, quieres siempre estar borrando esa historia. Cuando logras abrir los ojos y darte cuenta de lo importante que es conocer para poder entenderlo y hacerlo tuyo es cuando logras muchas cosas. Esa fue mi experiencia en ese aspecto.
Exacto, y es totalmente válido. Nunca es tarde para poder entender, respetar o sentir esa música porque ya están en ti, mas bien es aceptarla y, como dices, darte el espacio para conectar con ella. De hecho, debo decir que “Mujer Jaguar” me movió mucho. A pesar de no decir palabras, los cantos y percusiones me comunicaron esa urgencia por desprenderse de situaciones generacionales pero al final, no saber cómo. ¿Creen que es importante, sobre todo para las nuevas generaciones, hacerse conscientes de su pasado para que su futuro no sea un destino sino una decisión? ¿Qué les hizo conectar con este mensaje?
Niño: Es interesante menciones esas ideas del tiempo, del pasado, presente y futuro y cómo nos han enseñado a entenderlo. Va conectado con una idea del progreso que es bien violenta. La gente dice: “tienes que progresar y el progreso es hacia allá, hacia el futuro y ese futuro es así, el progreso es lo mejor”, entonces uno piensa: “claro, tengo que salir adelante”.
Me gusta que notaste eso porque es algo que, en este disco especialmente, estamos cuestionando: esa idea del tiempo, inclusive, el tema de las dimensiones, los espíritus, muertos que están acá con nosotros, que nos dicen cosas a través de tantos símbolos, sueños, y todas estas dinámicas que nos han enseñado a negar o decir que no son prácticas o efectivas. En este video y disco, el tema recurre mucho porque, como te decíamos, nuestra música es nuestro proceso personal también: son conversaciones que tenemos como banda y como personas, nuestra visión en estos momentos. Tal vez después pensemos diferente pero sí creo que el tema del tiempo y conocer quienes somos es importante, porque estamos acá pero el pasado y futuro están aquí con nosotros también.
Caro: Creo que en esa canción particularmente fue interesante plantearlo. Todo lo que ocurre en este momento ha recaído mucho en la juventud. Cuando hicimos ese video en Colombia, estaban pasando unas protestas muy duras, justo en el lugar donde hicimos la grabación. Nos dimos cuenta de que los que estaban marchando y saliendo a la calle eran chicos de 15 a 17 años que no le tienen miedo a mostrarse, a hablar, a vociferar sus miedos y su inconformismo por no querer seguir siendo gobernados por las mismas lacras de mierda del estado.
No solamente en cuestión política, en la humanidad entera, en todo lo que tiene que ver con humanidad. Definitivamente es una canción que refleja esa angustia de querer manifestar una emoción a través de una generación representada, en el video, por una niña. Cuando hablamos de jóvenes no hablamos solo de edad sino de ese espíritu de juventud, de lucha. Los papás, por la edad que tienen, se quedan en su casa sentados y no salen a la calle pero sí están ahí para decir: “¡ah, pero mira a los vándalos, ellos son los que salen la calle, son los delincuentes!”. Si estamos en guerra es por eso, por esa falta de decisión y de decir: “¡no más!” Los que se están atreviendo son los jóvenes, la juventud que quiere poder vivir en un mundo diferente.
Es muy cierto, también en Estados Unidos estuvieron pasando situaciones bastante fuertes, ¿estos sucesos han inspirado de alguna manera la energía y matices de las canciones de este disco?
Caro: Sí, digamos que lo que hacemos no está separado con la realidad. Creo que nosotros somos conscientes de eso y tratamos de hacer arte desde nuestras conversaciones y lo que estamos sintiendo, sin ser muy literales tampoco. Nuestra música siempre ha sido revolucionaria, en todo sentido. A veces salen cosas que ni siquiera están pensadas y al final la canción te revela y te dice cosas. Creemos que solo estamos percibiendo lo que vemos, lo que tocamos, pero no, la música se mueve a través de otras cosas. De todas las luchas y muertes que han pasado, justas o injustas, hay muchos que todavía quieren seguir comunicándose y pasa a través de esto.
Claro, son mensajes en el universo. Me emocionó bastante escuchar y ver los videos de los sencillos que han lanzado. Noté que vienen como una serie y que tienen una narrativa muy particular. ¿Qué los llevo a querer trabajar la parte visual de esta manera, haciendo protagonistas a personas de la comunidad LGBTQ+?
Niño: La parte visual está dividida en dos partes: La primera son los videos de “Mujer Jaguar” y “Todos Santos” que hicimos en Cali, con la comunidad de la Ruta, en medio de este estallido social que te comentaba Caro, entre abril y mayo del 2021. Nunca había visto algo así en mi generación. La idea inicial de la segunda parte era que hiciéramos unos video lyrics para unos singles.
Estábamos en Puerto Rico y nos encontramos con una persona muy especial, muy bonita que es Oscar Diaz. Tenemos una relación muy linda desde antes y la invitamos a ser parte del proyecto. Ella es la directora de una serie de cuatro videos que explora la disidencia en ese territorio colonial usándola como unas voces de liderazgo anticoloniales, por eso vemos muchos personajes disidentes bailando y disfrutando el territorio, en este caso Puerto Rico. Oscar nos puede contar más.
Oscar: Niño tiene mucha razón. En la parte de la dirección creativa se buscó expandir desde la conversación que surgió con “Mujer Jaguar”. Ese llanto que no tiene lenguaje, que atraviesa fronteras, esa frustración con la sociedad. Este álbum se trata mucho de sanación, de revelar esas frustraciones y manifestar algo mejor. Lo que es nuestra realidad no nos basta, no es suficiente.
Estamos aspirando y manifestando bendiciones y buena fortuna. Las personas que están al frente de esta lucha siempre han sido disidentes, especialmente en Colombia. Con “Mujer Jaguar” y “Todos Santos” se ve ese impulso a la nueva generación, a la juventud. Puerto Rico sigue siendo colonia de los Estados Unidos y está al frente de la lucha contra el imperialismo, así como de feminicidios, homofobia y transfobia. Por esa razón, en los videos, estos cuatro personajes disidentes van protagonizando el frente de la batalla decolonial, ya que siempre han estado en la primera línea. Al celebrar la cuerpa, la vida y resistir en el territorio, se está sanando. Todos esos aspectos fueron los que inspiraron esos cuatro videos.
¡Increíble! Ahora tiene todavía más sentido.
Caro: Lo mágico fue cómo se fue dando todo, así como tú dices, son conexiones que a veces uno ni entiende. Primero estábamos simplemente pensando en video lyrics y de repente apareció Oscar y su arte. Los videos iban a ser mucho más simples pero las performers empezaron a adueñarse de esto y se empezó a crear un universo visual que fue tomando mucha vida en cada una de las canciones, así que ha sido un regalo muy grande para cada une de elles y para nosotres darnos cuenta que es importante hacer este trabajo porque no es un trabajo que todo mundo está dispuesto a hacer desde cierto lugar.
Claro, es un mensaje increíble y muy valioso. El titulo de su disco anterior es “Ahomale”, que es este ser que puede entenderse a sí mismo y a su entorno. Ahora “Iré” está a punto de estrenarse ¿sienten que ese ser ya logró entender un poco más y ahora por eso puede ir por el camino?
Niño: Cada disco es un capítulo de la saga Combo Chimbita. Cada uno tiene un secreto escondido, una pequeña poesía que te va contando una historia que se va desarrollando a través de él. Cada uno de nosotros estamos en una búsqueda espiritual, y eso se va manifestando en el trabajo. Iré hace referencia a un signo de un oráculo de adivinación que se utiliza en Ifá que es parte de una religión africana que se conoce más popularmente como santería o religión Yoruba.
Iré es parte de todo este mundo y cuando en una adivinación te sale este signo significa positividad, cosas buenas. Esa es la referencia. Iré, también es la conjugación del verbo “ir” en futuro. Cuando un signo cae en Iré, es señal de que viene lo positivo, lo chevere, tranquilo, una bendición. Las bendiciones son frágiles, hay que cuidarlas mucho, valorarlas y apreciarlas. En este capítulo de Combo Chimbita se hace referencia a que empieza el momento para empezar a luchar por lo que uno quiere, aceptar el liderazgo, los guías, escuchar sus voces, así como resaltar aquellas que nos van a liderar y guiar hacia un proceso decolonial.
Caro: El proceso de escoger un nombre siempre ha sido un desafío para mí, tal vez para todes. Creo que lo más importante es sintetizar todo el material y la idea que surge a través de las canciones y poner un nombre que represente de alguna manera todo lo que venimos haciendo. Cuando escogimos “Iré”, fue como reafirmar que no sabíamos tanto hacia donde íbamos con todo esto, pero sí que íbamos a algún lugar y queríamos que fuera uno muy distinto.
Durante la pandemia, la gente empezó a decir: “queremos que todo vuelva a la normalidad”, pero ¿qué es la normalidad?, ¿me entiendes? ¿Cómo empezamos a darnos cuenta de que lo que estaba antes no era lo mejor? Estamos buscando, de alguna manera, que haya un camino de bendición, con más igualdad, con cosas mejores, de merecimiento, de saber que tenemos un universo entero que esta esperando para darnos muchas cosas, entonces no podemos quedarnos con lo que ya estaba y volver a esa normalidad que no era lo mejor que nos estaba pasando. La pandemia destapó muchas cosas, nos hizo mostrar qué tan vulnerables somos y en cuáles son las cosas que debemos trabajar espiritualmente, laboralmente, en muchos aspectos.
Estamos nadando en ciertas aguas, sin dejar ese aspecto mágico que ha representado a Combo Chimbita, tomando este signo que nos trae la tradición Yoruba. No estamos dentro de una religión en sí, estamos simplemente explorando a través de la música y cosas que nos gustan que, a veces uno no sabe a dónde vaya a llegar. Lo bonito es cómo logras interpretar eso y ponerlo a funcionar dentro de tu vida para cosas positivas. “Iré” también es un verbo afirmativo, como cuando dices: “Voy. No sé a dónde, pero voy a ir y ¡voy con todo! Porque me merezco todo y voy a tener lo mejor, lo bueno, y no me voy a dejar caer”. Hasta ahora este disco es una búsqueda. Por años hemos sufrido tantas cosas; ya estamos cansados de tanta vaina, tanta muerte, represión, feminicidio, exclusión, racialidad, tanta opresión. Llega un momento en que lo único que tienes para decir es “¡ya, no más, basta!”
¡Qué genial! ¡Me emocionó mucho! Darle bienvenida a la apertura y conciencia para poder evolucionar y, como dices, esperar lo mejor. Viene el tour con Lido Pimienta, me parece que ella igual estuvo en algunas bandas de metal en Colombia ¿ya se conocían antes? ¿Cómo serán sus shows en estas giras?
Niño: He hablando un par de veces con Lido, nos conocimos en SXSW hace unos años. Ella vino al show y le gustó. No somos tan cercanos, estamos un poco conectados por la historia, ya que ella es inmigrante colombiana en Canadá. Nos llegó la oferta preguntando si queríamos hacer tour con ella en Estados Unidos y dijimos: “¡claro que vamos!” (risas). Nos montamos ahí y estamos re-contentos. Ella es una artista increíble que está haciendo cosas muy chéveres.
Caro: Me parece lindo el hecho de que somos dos chicas de la misma ciudad, casi con la misma historia adolescente. A las dos nos gustaba el metal. Yo tenía mi banda en Barranquilla en ese entonces. Tal vez ella se fue más chiquita para Canadá porque yo la conocí hasta que me fui a Nueva York, pero acá en Colombia nunca nos conocimos. Va a ser muy bonito porque de alguna manera sí siento que hay una conexión bastante inusual ya que somos del mismo lugar, entendemos muchas cosas de las dinámicas de donde venimos y percibo que hay ganas de seguir adelante, abanderándonos de todo ese empoderamiento femenino y dándole de frente, sin miedo. Creo que tenía que pasar, es una colaboración que se dio naturalmente, no es como que la buscáramos. Cuando pasan cosas así, el resultado tiene que ser muy bonito. Va a ser chévere, bien intenso, esa es la palabra, va a haber mucha intensidad en el show de Lido Pimienta y Combo Chimbita jajajaja.
¡Qué emoción! ¿Van a tener posibilidad de ir a Colombia o venir a México?
Niño: Hemos ido a México un par de veces, pero siempre hay ganas de regresar. Hasta ahora no tenemos nada confirmado.
Caro: Pero yo siempre digo que vayamos, tengo toda la esperanza y ganas de hacerlo jaja. En Colombia no hemos tocado, se empezó a armar un tour cuando empezó la pandemia, entonces yo creo que es cuestión de tiempo, aunque es difícil porque las cosas no se han reanudado tanto. Acá los procesos son un poco más lentos pero bueno, eso también se va a dar, ya lo doy por hecho jajajaja.