Los Ángeles, California. Es el medio día del 9 de noviembre del 2021 y la pantalla de mi laptop me presenta a Peter Jackson, desde su cuartel general en Nueva Zelanda, para platicar 20 minutos sobre su documental The Beatles: Get Back (2021), que se divide en tres entregas por la plataforma Disney Plus en la temporada de Días de Gracia en Estados Unidos y rededor del mundo.
A Peter ya me ha tocado entrevistarlo por sus trilogía de cine de ‘El Señor de los Anillos’ y un par de cintas más. Alegre y entusiasta como siempre, Jackson es un contador de historias que hace suyas las de los demás. Tolkien, Hergé (Tintin) y Cooper (‘King Kong’) son ejemplo de una fascinación del realizador de Nueva Zelanda por asomarse a la imaginación de alguien más. Recién, con su documental ‘They shall not grow old’, inspirándose en las cartas de su abuelo de la Primera Guerra Mundial, lo colocaron en la mira de Apple Corps Limited, quienes abrieron sus bóvedas para Peter, cual los elfos al mago Gandalf.
Fueron los custodios del legado Beatle quienes se acercaron a Jackson, quien al inicio no estaba seguro sería buena idea asomarse a un momento al que él -como millones de fans- pensaban era el derrumbe amargo de algo tan especial como los cuatro fabulosos de Liverpool.
Pero dejemos a Peter, que nos cuente su historia a WARP, que lo colocó ahora como el emisario de la última buena noticia del cuarteto de Liverpool, forjada a cuatro paredes en enero de 1969 en pleno invierno londinense.
Peter… ¡The Beatles! Me tocó nacer en 1970, noviembre. Recuerdo que mi papá tenía la cinta de riel abierto (3/4) del álbum Let it Be. Y cuando discutimos del mismo, no sé si yo tenía 4, 5 o 6 años… sentí en sus ojos que él había tenido este tipo de experiencia traumática con la separación de The Beatles. Así que para mi Let it Be es un momento triste; pero también recuerdo que mi papá me contaba que The Beatles eran fantásticos porque parecía que siempre se estaban divirtiendo. Incluso recuerdo muy bien ahora cómo en la película ‘A Hard Day’s Night’ (1964) Paul y John bromeaban entre sí. Pienso que estos dos sentimientos se encuentran en este documental maravilloso, ‘The Beatles: Get Back’.
Lo interesante es que el álbum de Let it Be, que se deriva de la canción que estaban grabando -o una de las canciones que grababan- se estrenaron en mayo de 1970 y la noticia de que The Beatles se desintegraban se propagó en abril de ese mismo año. Así que cuando Let it Be salió, apenas había sido un mes después que el público había escuchado sobre la separación de la banda, aún cuando ellos decidieron tomar rumbos distintos alrededor de septiembre de 1969. El mundo no lo supo hasta abril de 1970 y todos los periódicos se llenaron de historias sobre el rompimiento de The Beatles y cuando la película de ‘Let It Be’ se estrenó todavía un mes después, el mundo entero se acercó con la idea de ver al grupo rompiéndose.
La prensa colocó los encabezados antes de hablar de la película ‘Let it Be’ y no se me hace justo, porque el documental fue hecho en enero de 1969, entre 14 a 15 meses antes de su estreno. Así que la película no muestra a una banda desintegrándose, no proyecta nada de eso. La película se había estigmatizado por lo que te cuento.
La buena noticia es que ‘The Beatles: Get Back’ no es una historia sobre una banda que se está rompiendo, porque no estaba en sus intenciones separarse. No tienen ese sentido. Su rompimiento sería hasta 9 meses después. Y también grabaron ‘Abby Road’ en ese mismo tiempo. Así que ciertamente no es una banda que se sienta desea separarse durante las sesiones de grabación de ‘Let it Be’.
Cuando estabas viendo las películas originales de esa sesión, te da la sensación de que estás ahí con The Beatles. Además, tú no estuviste ahí la duración de este documental, sino meses o más que eso…
4 años… he estado editando la película por 4 años.
¿Qué es lo que viste después de 4 años que quieras compartir con nosotros que no hayas visto antes? Y me refiero al sentimiento que podrías obtener de The Beatles.
Cuando me senté a ver las cintas de película, estaba preocupado ya que he sido fan de The Beatles por la mayor parte de mi vida. He leído todos los libros que comenzaron a surgir desde hace 40 años. Y tenía estás imágenes impregnadas en mi cabeza de esos días miserables y que se habían pasado un tiempo espantoso. Leí escritos que decían que no podían soportar la compañía del otro, que sólo se estaban comportando como músicos pagados para hacer su parte de la canción. Que era sólo lo que hacían. Que no importaba quién estuviera enfrente del otro se sentían incómodo. Leí todo eso. Cada supuesto recuento de lo que sucedió.
No importa cómo los describieran a The Beatles, toda crónica los presentaba como miserables. Unos con más detalles que otros. Así que me senté frente al monitor esperando toparme con todo esto y lo empecé a ver en cada cinta de película -y no es sólo en las 60 horas de película- sino también en las 150 horas de audio grabadas. Porque la cinta magnética de audio era más barata que el filme, las grabadoras de audio nagra estaban siendo cambiadas sus cintas cada hora y se mantenían capturando el sonido todo el día. Las cámaras de cine en cambio estaban filmando de manera intermitente.
Así que al final tienes 22 días en que cada jornada tienes entre 7 y 8 horas de audio grabado. Lo cual nos cuenta la historia completa. Y luego tienes alrededor de 3 a 4 horas cada dos días capturado en filme. Todo esto es lo que cuenta la historia completa.
Así que después de ver esos 22 días, me di cuenta que esa idea de total miseria que ellos sintieron no apareció jamás, en realidad la mayor parte del tiempo se habían pasado un tiempo fantástico. Se la pasaron muy bien.
¡Se ve así! Siempre he amado aprender o apreciar el proceso creativo de algo. ‘Get Back’ trae consigo la sensación de que cuando están componiendo una canción te dan ganas de gritarles y decirles la palabra que sigue en su estrofa musical.
Sí, claro que sí. Eso es muy chistoso. Por ejemplo, para la canción de ‘Get Back’, llevaban un tiempo atorados en la parte que cantan: “Tucson, Arizona” y se decían: “debe ser algo sobre Arizona… algo sobre Arizona” Y entonces Paul dice: “bueno, puede ser algo sobre Tucson, Arizona” y John pregunta: “¿hay un Tucson en Arizona?” y Paul le contesta: “¡yeap! De hecho el show de TV de El Gran Chaparral lo filmaron ahí. Y el programa se filmó en el estado de Arizona” logrando que dijera John: “Ok”. Así es como Tucson, Arizona se volvió parte de la canción ‘Get Back’.
Ves en esta película todos estos momentos en que las letras de las canciones surgen y los versos aún tiene huecos por llenarse. Y observas y escuchas cómo van llegando a esas palabras que ahora todos nosotros conocemos. El momento en que se les ocurre esa frase mágica o palabra mágica. Y sí, comienzas a gritarle a la pantalla: ‘¡Vamos! ¡Vamos! tienen que llegar a descubrir esta parte de la canción”. Y eventualmente los ves llegando ellos mismos.
Y sí, todo esto vuelve a ‘Get Back’ de cierta forma una experiencia interactiva. Porque sí llegas a sentir un poco de frustración cuando los escuchas decir las palabras que todavía no son las adecuadas de la canción. Todo esto crea una experiencia muy divertida para quien lo vea.
Creo que si Dios existe, así debe ser Él todos los días observándonos, con la idea de: “ya vas a llegar ahí… vas a llegar ahí”.
Sí.. sí. La otra cosa que estaba satisfecho después de ver las horas de filmación, es que no quería ver a mis héroes caerse frente a mí. Ya que se filmaba de inicio a final de cada jornada, ellos no sabían cuando las cámaras estaban encendidas -sólo algunas veces sabían cuando estaban filmándolos- y claro que vean las cámaras ahí; pero al acostumbrarse a ellas, desconocían cuándo estaban siendo filmados.
Como las cintas de película muestran una versión muy cruda e inmediata de The Beatles, estaba preocupado que me iba a topar con una versión descolorida de la gente que yo venía amando y respetado por 40 años.
Después de ver y escucharlos, tuve mucho más respeto por este grupo. No vi a los míticos The Beatles, ni a los que llenaron al Shea Stadium, o los que aparecen en la película ‘A Hard Day’s Night’. Vi a los verdaderos Beatles. Mi respeto por ellos creció. Vi a los tipos de verdad. Porque normalmente cuando ves a la gente real, ellos no son tan cordiales o amistosos como pretenden ser en sus shows. Mas puedo decir que mi respeto creció, porque sí son 4 muy buenas personas.
Ellos se sentaron a ver cómo podían ser The Beatles en enero de 1969 y sabían que el final se acercaba; porque ellos cambiaron al mundo y descubrieron que no habría lugar para The Beatles en ese mundo que ya había cambiado.
Buscaron con todas sus fuerzas volverse nuevamente una banda pequeña. Eso es lo que ellos querían. Sus memorias favoritas parece que fueron sus conciertos en Hamburgo, antes de que se volvieran famosos y que eran un grupito de Liverpool tocando en distintos clubs toda la noche. Y también claro Cavern Club (en Liverpool).
Pero, ¿cómo podrían hacerlo? Los últimos dos días que lo habían hecho, cuando estaban de tour en Estados Unidos, en la parte más alta de la Beatleamanía, estaban en el Shea Stadium para 50 a 55 mil asistentes, en estos conciertos para grandes estadios. Ellos querían ser una banda que tocara para 300 a 400 personas. ¿cómo podían hacerlo? ¿cómo podías ser The Beatles que lo lograron todo y sólo vender de 200 a 300 boletos. Siempre vas a tener 6 mil personas que se van a matar por tener esos 200 a 300 boletos. Ya no era algo práctico.
Así que ellos (The Beatles), francamente tenían el deseo de querer volver a ser esos 4 chicos de Liverpool que tocaban a una audiencia pequeña y que se divertían tocando rock & rol. Eso es lo principal que querían hacer. Y al voltear a ver al mundo, se dieron cuenta que no era posible hacerlo más.
Si hay algo que decir tras ver estas imágenes, es que te da el sentimiento que poco a poco ellos se fueron dando cuenta que ya no había un rol en este mundo nuevo que ellos mismos se habían vuelto responsables de empujar. Ellos cambiaron mucho, transformaron tanto a la cultura y de pronto encontraron que no había más lugar para ellos.
Y sí… hay un poco sentimiento de melancolía; pero ciertamente no sobre el rompimiento de la banda, sino que están tratando de resolver cómo continuar haciendo lo que más amaban hacer, cuando eran los 4 tipos más famoso en el planeta en ese momento del tiempo.
Sabes cómo somos los cinéfilos, que deseamos conectar cada película con su director. Esto que estás hablando suena al final de ‘El Señor de los Anillos’ cuando Frodo se da cuenta que no hay un lugar más para él…
Exactamente… cuando le dice a Sam: “Salimos a salvar a La Comarca y sí lo logramos; pero no para nosotros”. Para mí ‘Get Back’ tiene algo en ese tenor, que ellos eran una banda pequeña que terminaron siendo tan famosos que la gente al final ya no podía escucharlos tocar por los gritos de los fans. Estaban frente a 60 mil personas, llenando estadios. Y no es ahí donde querían estar.
Ellos llegaron a través de una maquinaria que los depositó ahí; pero ellos deseaban ser los mismos 4 músicos de Liverpool. Y en ese enero de 1969 trataron de definir cómo lo iban a hacer y al final no pudieron.
Osea, esa no fue la razón por la que The Beatles rompieron. Eso fue resultado de las disputas del negocio con Allen Klein. Un nuevo manager que llegó (tras la muerte de Brian Epstein). Tres de ellos decidieron apoyar a Klein y el cuarto no.
Por primera vez en la historia de The Beatles había una división entre 3 contra 1. Y eso sabían tendría una consecuencia fatal. Ellos siempre habían tenido la política de “4 para los 4” y acuerdo total, si no, no lo hacían. Si una persona decidía no hacerlo, entonces no lo harían. Desafortunadamente terminaron 3 contra 1. Con la mayoría apoyando a Klein y eso abrió un abismo entre ellos por primera vez en sus vidas y no pudieron sobrevivir. Esa es la razón por la que rompieron.
Pero lo que describo no está en ‘Get Back’, Allen Klein no se vuelve su manager hasta meses después en 1969.
Y ahora cito a la segunda película, ‘El Señor de los Anillos: las dos torres’ que para mí es mi final favorito de tu trilogía; porque te da el sentido de que algo va suceder en el horizonte, pero es inevitable. Es como el destino. Ellos tienen que tomar ese camino para terminar de cambiar al mundo. ¿te deja un sentido dulce y amargo al final, no?
Sí. Todo fan de The Beatles tiene una inclinación natural para decir: “Desearía que jamás hubieran roto”, “me hubiera gustado haber tenido la energía de The Beatles en los años 70 y 80…”; pero a la vez hay otra visión de la que voy y vengo: creo que ellos rompieron en el momento correcto.
Ellos literalmente cambiaron al mundo. Ellos trajeron color al mundo. Y consiguieron lo más posible que se pudo. Y su trabajo estaba hecho. Siempre estaban avanzando. Cada álbum era un avance. Nunca se repitieron a ellos mismos. Y si no te vas a repetir a ti mismo, eventualmente va existir una gran pared en la que ya conseguiste todo y no habrá nada más que conseguir.
Realmente cuando ves a The Beatles en 1969, ¿qué más les quedaba lograr? ¿qué más tenían que hacer que antes no hubieran logrado? De hecho, la idea alrededor de ‘Get Back’ era hacer algo diferente. Ellos mismos se condicionaron a no usar los trucos de estudio como poner cintas en reversa, grabar los tracks más de una vez para empalmar sonidos o más instrumentos, etc… que habían desarrollado en Sargent Pepper y The White Album. Todo por sólo regresar al concepto de tocar en vivo.
Porque la última vez que habían tocado en vivo en el Shea Stadium la audiencia no los podían escuchar. Y ellos tampoco podían hacerlo consigo mismos por el ruido. Así que empezaron a tocar con descuidos. Llegaron a odiar como estaban tocando, porque literalmente no podían escucharse ellos mismos tocar.
Ringo estaba en la batería en medio de los shows de toda la Beatlemania y los gritos eran tan fuertes que él no podía escuchar a las guitarras. Tenía que ver cómo los dedos de las guitarras subían y bajaban para alcanzar los acordes y así saber en qué punto estaban de la canción y seguirlos con la batería. Así que eso ya no era divertido. Cuando eres una banda conformada por 4 tipos, eso no es algo divertido que hacer.
Así que toda la idea detrás de ‘Get Back’ es regresar a las raíces, poder ser una vez más esos 4 chicos de Liverpool tocando. Y al final lo lograron (SONIDO)… pero tuvieron que subirse a una azotea. Fue la única manera de conseguirlo.
¿Qué me puedes decir del involucramiento de Paul y Ringo, además de las viudas en este proyecto ‘Get Back’?
Todos han apoyado muchísimo. Ellos están produciendo la película junto con una productora de Nueva Zelanda. Han estado muy involucrados; pero me dejaron solo, lo cual fue muy bueno. Me dejaron completamente solo sin darme ningún mandato. Me dejaron accesar a todo lo filmado y dejarme hacer lo que yo quisiera.
Y cuando vieron todo por primera vez -claro que les mandaba pedazos editados durante estos años- cuando ya vieron todo completo ya no tenían ningún comentario. Estaba preparado para que me dijeran que cortara algo. Algo como: “cuando diga esto, ¿podrías mejor editarlo de esta manera?” y la verdad hay unos momentos en el documental que bien podrían haberlo dicho, porque está repleto de momentos crudos y honestos. Mas no recibí ninguna petición de edición, por nadie.
Creo que ellos sienten que todo esto es histórico. Ya pasaron ese momento donde ellos desean que The Beatles tengan una imagen en particular o que buscan transmitir una cierta imagen de ellos mismos. Ya no lo sienten más. Lo que saben es que es un tesoro histórico y que debe verse.
Ellos entienden que en la historia y la historia del rock & roll, éstas imágenes deben de verse.
Y déjame decirte… pero sólo este momento en ‘Get Back’ donde Paul está leyendo en el periódico los chismes sobre Yoko y John, él se porta como un amigo con ellos. Es un momento muy tierno que podemos ver cual fans y decir: “¡Gracias! En verdad quería ver una escena como esta entre ellos”.
Sí. Hay muchos momentos como ese que describes. Muchos que yo deseaba ver. Porque sí, tienes a Paul leyendo el diario de la mañana y claro que la relación que él tiene con Yoko hoy en día es distinta a la de ese enero de 1969. Muchas de las respuestas que nos hemos dado son por los 50 años que ya pasaron desde entonces.
Pero no hay nada mejor que escuchar opiniones de ese momento en el tiempo. Así que cuando Paul está hablando de John y Yoko en enero de 1969, te das cuenta de algo en que él está en medio de eso. Cada día está hablando de manera muy honesta y comparten sus pensamientos del asunto.
Creo que hay muchas cosas en ‘Get Back’ en la que no tienes la carga de 50 años de memorias borrosas interfiriendo con lo que está sucediendo. Estás obteniendo la verdad. La real y dura verdad. Por eso es maravillosa esta oportunidad, porque es como una máquina del tiempo, si pudiéramos abordarla y sentarnos y ver a The Beatles frente a nosotros.
Creo que va a ser grandioso para la gente más joven, no necesariamente si eres fan de The Beatles, porque al ver ‘Get Back’ no van a pensar en sus bisabuelos, o abuelos. Cuando ellos hablan de The Beatles, los jovencitos responden: “ya no me hables de ellos. Ese fue tu mundo. Tu vida. Ahora nosotros tenemos nuestras propias vidas y no queremos escuchar más”; pero cuando vean las imágenes, ellos se encontrarán que no está el sentimiento de ver a la generación de los abuelos, que claro lo son porque Paul y Ringo ya tienen 80 años; pero no te atrapa eso.
Cuando ves a George Harrison de 25 años, Paul McCartney 26… estos chicos se sentían modernos y para nada fuera de moda. Ellos se sienten jóvenes y vibrantes. Creo que los más jóvenes de hoy van a conectar con The Beatles por primera vez, sólo porque no tienes esa vieja y pasada de moda nostalgia pegada a ellos. No hay nostalgia en esta película, porque no puede existir. Fue filmado en su momento del tiempo. Nostalgia existe con el paso del tiempo. Este filme fue filmado ahí y en ese lugar.
No es nostalgia. Las imágenes son crudas y reales. Creo que mucha gente se va a sorprender por la serie documental.
Finalmente, háblame sobre el concierto en la azotea; porque es una locación y tu como cineasta puedes verla como El Castillo… La Torre… el gran escenario. Los policías están ahí. Es su pueblo y su gente de The Beatles. Es como una reunión de la comunidad. Todo estaba ahí en ese momento.
La azotea es maravillosa; pero debo decir que nunca me había gustado después de haber leído todos los libros y cómo habían sido tan miserables. Y cada vez que veía segmentos o escenas de la azotea sentía lo mismo.
También sabemos que lanzaron los 28 minutos del concierto en la azotea, además de que los discos de Anthology incluyeron un par de canciones… incluso en el documental que hizo Ron Howard (‘The Beatles: Eight Days a Week’, 2016) incluye un par de canciones en la azotea; pero nunca me había gustado ese escenario porque odiaba el sentimiento del rompimiento de la banda. No quería estar ahí. Se ve miserable y frío. La fotografía granosa. Así que siempre transportaba todos estos sentimientos a esas imágenes.
Si yo quería ver un concierto de The Beatles me asomaba al de Shea Stadium, o al Show de Ed Sullivan o cualquier otro. Nunca el de la azotea se me antojó; pero ahora es mi favorita pieza de película de The Beatles.
Ya que los 45 minutos están repletos de tanto gozo. Cuando lo ves en tiempo real, iniciando conque están un tanto temblorosos, porque no habían tocado en vivo por tres años y de pronto tenían que prenderse juntos, para en medio de la tercer canción de pronto hacen “click” entre los 4 embonándose. Y así puedes ver la banda de Hamburgo.
Lo grandioso de eso, es que ellos lograron lo que se habían propuesto. Ellos deseaban ser ese cuarteto tocando en Hamburgo. Querían regresar ahí. Tú mismo te das cuenta hacia la mitad del concierto: “Estos son la banda de Hamburgo. Estoy viendo cómo fueron en ese entonces. No están regresando en el tiempo, ellos están atados y unidos lo más que se puede. Están tocado tan apretados entre sí. Y lo están disfrutando mucho. Lo están gozando. Canción por canción. Lo están amando. Cuando lo veas, cada canción se están volviendo más y más emocionados. Más y más llenos de gozo.
Nunca había tenido ese sentimiento viendo las escenas de la azotea. Viendo todo de inicio a final te da un mejor entendimiento. Es algo que trae mucho la sensación de disfrute.