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mar 11 enero, 2022

Por: Adrián Ávila Pérez / @thewebsterror

Desde su aparición en 1958 con Tennis For Two, los videojuegos han evolucionado a pasos agigantados. En menos de un siglo, el medio ha crecido mezclándose con otras tantas formas narrativas como la música, el guion o el diseño visual. De ver un simple par de palitos golpeando un pixel como en Pong (1972), hoy tenemos juegos que mezclan discursos complejos al nivel de Inscryption (2021), Dark Souls (2011) o Returnal (2021).

No es de sorprender que, poco a poco, los videojuegos sean reconocidos en instituciones especializadas. El año pasado, los Premios Hugo, dedicados a reconocer las obras de ciencia ficción y sci-fi, decidieron abrir una categoría para premiar al mejor videojuego de 2020, siendo Hades de Supergiant Games el ganador. ¿Pero qué implica esto?

Los premios Hugo, llamados así en honor a Hugo Gernsback, datan de 1953 y desde su creación han buscado reconocer el esfuerzo literario de los grandes escritores dedicados a la ciencia ficción. No obstante, con el paso de los años estos galardones se han abierto a otros subgéneros y disciplinas. Este 2021, se decidió premiar, por vez única, al trabajo de la narrativa en los videojuegos.

Entre los nominados a los Hugo Awards estuvieron obras del 2020 debido a que los premios se cancelaron un año a causa de la pandemia. Animal Crossing: New Horizons, Spiritfarer, Blaseball, Final Fantasy VII Remake, The Last of Us: Part II y Hades fueron los títulos que compitieron por el galardón, siendo este último el ganador. Pero más allá de quién haya ganado, el hecho de que una institución de tan alto prestigio reconociera las narrativas lúdicas, nos habla un poco del estado actual de los videojuegos y su crítica.

Más palabras que la Iliada y la Odisea juntas

Hades fue uno de los mejores juegos del 2020 debido a todos los factores que lo constituyen. El arte de Jen Zee, la música de Darren Korb, el diseño de Gavin Simon y el guion de Greg Kasavin hicieron del juego uno de los más complejos en la industria. Jugamos como Zagreo, hijo de Hades y Perséfone, que, en su búsqueda por escapar del infierno, deberá pasar por los diferentes círculos del inframundo derrotando enemigos y jefes. Para facilitar nuestra búsqueda, interactuaremos con otras deidades del Partenón, desde Hermes hasta Zeus, para obtener poderes y mejorar nuestras habilidades. El problema es que, si morimos, lo perdemos prácticamente todo y debemos volver a comenzar.

En cuanto a jugabilidad, Hades no inventa nada nuevo, es un rogue-like como el Beneath Apple Manor de 1978. Sin embargo, lo que diferencia al juego de Supergiant Games es la manera en que integra la historia de Zagreo con las mecánicas del juego y lo orgánico que esto resulta.

En Hades suceden dos cosas constantemente: morimos e interactuamos con los personajes. Cada vez que fallamos en nuestra empresa, vemos los resultados de nuestra expedición reflejados en los diálogos que tenemos con otros de los habitantes del inframundo. Algunos se burlan, otros nos alientan y unos más nos aconsejan. Poco a poco vamos descubriendo y creando la historia conforme llevemos el ritmo de nuestra partida. Es difícil que los jugadores accedan a la información de lo que está pasando de la misma manera por la cantidad de situaciones que se pueden dar.

En un artículo de GameRant se explica que Hades tiene más palabras que la Iliada y la Odisea juntas. Esto nos habla del trabajo que Greg Kasavin realizó para que la historia tuviera sentido con las mecánicas del juego, pero lo interesante es que, además, la calidad literaria de la obra está al nivel de una novela. Al igual que Dante Alighieri con su Divina comedia (1472), Kasavin hizo un fanfic con los personajes clásicos de otra era, reviviéndolos a través de una visión contemporánea. Los personajes de estas leyendas antiguas parecen contemporáneos gracias a la relectura que se hace de sus mitos en el juego.

Resulta interesante que Hades haya ganado los premios Hugo debido a lo bien que integra la calidad literaria con el diseño de mecánicas. Aún no se sabe si esta categoría volverá a estar presente en los premios. Sin embargo, esto es un paso más en el reconocimiento de uno de los medios contemporáneos más importantes a nivel cultural e industrial.