Wes Anderson es uno de los pocos cineastas de la actualidad que cuenta con un sello característico en su trabajo. Un elenco recurrente, la narrativa, la producción y el manejo de cámara son parte de lo que hacen de una película de Anderson distintiva, aunque sus temas sean variados y van desde de un homenaje a Jacques Cousteau, hasta la búsqueda de un perro perdido.
En La Crónica Francesa (The French Dispatch) el cineasta hace uso de todos sus recursos para contar la historia de la última edición de una revista semanal ficticia, en la imaginaria ciudad francesa de Ennui-sur-Blasé, que lleva por nombre La Crónica Francesa (2021) y es editado para un periódico en Kansas a mediados de siglo XX.
La película es un homenaje que Wes Anderson hace a la revista estadounidense The New Yorker, una publicación semanal que cuenta con gran prestigio por sus artículos, ensayos y reportajes. De esta forma La Crónica… se cuenta como una revista, con un obituario, una crónica de color y tres reportajes, que dan la sensación de estar leyendo una revista que va desde al arte, la política y la cocina hasta la crónica policiaca. Es una carta de amor al periodismo de mediados del siglo pasado, contado por periodistas expatriados que convirtieron la crónica y el reportaje en un género literario, más allá de la rigidez de las formulas de los géneros periodísticos establecidos.
Con un trabajo de guion de Wes Anderson, con la ya tradicional participación de Roman Coppola, Hugo Guinness y Jason Schwartzman, y utilizando todos sus recursos técnicos ya conocidos (los paneos, las maquetas, la paleta de color, la música, etc.) Anderson nos lleva página a página por la revista, donde cada historia lleva una voz (Anjelica Houston, Owen Wilson, Tilda Swinton, Frances McDormand y Jeffrey Wright) que narra los aconteceres de esta pequeña ciudad francesa, donde a veces el periodista es cronista y otras es parte de la historia. Mientras Arthur Howitzer, Jr. (Bill Murray), el editor, deja que sus escritores se desenvuelvan, pero con pequeños y memorables participaciones que le dan corazón a la película.
El elenco de La Crónica Francesa es el más extenso de todas las películas de Wes Anderson. Destacan las participaciones de Bill Murray, Tilda Swinton, Adrien Brody, Owen Wilson, Léa Seydoux, Frances McDormand, Mathieu Amalric (en el cast recurrente), Benicio del Toro, Jeffrey Wright, Timothée Chalamet, Steve Park y Lyna Khoudri (los que por primera vez trabajan con Wes). Pero también incluye pequeñas e incluso simbólicas participaciones de actores como Christoph Waltz, Rupert Friend, Tom Hudson Liev Schreiber, Willem Dafoe, Edward Norton, Saoirse Ronan, Jason Schwartzman y Anjelica Huston (entre muchas otras).
La Crónica Francesa comienza con el obituario y semblanza de la vida de Arthur Howitzer, Jr. y como se construyó la revista. Además de las instrucciones de su fundador para la revista ante los acontecimientos de su muerte.
Hersaint Sazerac (Owen Wilson) en una breve crónica de color nos cuenta el pasado y el presente de la ciudad de Ennui-sur-Blasé, en un recorrido en bicicleta no falto de tropiezos
La obra maestra de hormigón de J.K.L. Berensen (Tilda Swinton) cuenta la historia del pintor Moses Rosenthaler (Benicio del Toro), un artista que cumple una condena por asesinato y en prisión encuentra inspiración en su carcelera y musa Simone (Léa Sedoux). Julien Cadazio (Adrien Brody), patrono de la artes, decide dar a conocer al mundo la obra de Rosenthaler, como un pionero del arte moderno, mientras lidia con las excentricidades del artista. Esta probablemente es la historia mejor realizada de la película y da pie a los cambio de aspecto (de cuadrado a amplio) recurrentes en el film, además de intercalar el blanco y negro con el color.
Revisiones de un Manifiesto de Lucinda Kremetz (Frances McDormand) informa sobre la “Revolución del tablero de ajedrez” realizada por Zeffirelli (Timothée Chalamet), un líder estudiantil que une a las facciones de jóvenes que se niegan a ser peones del gobierno, haciendo alusión a las protestas estudiantiles de 1968. Kremetz vive un breve romance con Krementez y le ayuda a redactar su manifiesto, aunque insiste en mantener “la integridad periodística”. La nostalgia, como elemento presente en todas las películas de Anderson es más fuerte en este segmento, donde contrasta la juventud de los estudiantes con la madurez de su cronista.
El comedor privado del comisionado de policía de Roebuck Wright (Jeffrey Wright) comienza como una entrevista televisiva, donde su redactor recuerda lo que inició como una crónica culinaria, sobre el cocinero del comisario de policía, Nescaffier (Steve Park) y se convirtió en una crónica policiaca cuando el hijo del comisario es secuestrado. Este segmento recurre también a la animación en 2D para la ya tradicional secuencia de persecución.
Wes Anderson nos muestra una obra que nos resulta familiar en su manufactura y en su protagonistas y lleva a su máxima expresión todo lo que ha caracterizado a su director en su filmografía. Entrañable por su uso de la nostalgia y la familiaridad de los colaboradores de la revista. El filme no sólo hace un homenaje a The New Yorker, sino a todas las revistas y suplementos culturales que fueron construidos por periodistas y escritores en el exilio, que a través de sus reportajes y crónicas ampliaron el mundo y la cultura de sus lectores, en los tiempos en que el mundo era conocido por muchos solo a través de medios impresos.
Probablemente no sea la favorita dentro de la filmografía de Wes Anderson, pero sin duda es su obra más elaborada. Con un elenco que se siente como parte de una familia y que se amplia con cada película que realiza el cineasta.
La Crónica Francesa se habla en inglés y en francés, a veces en blanco y negro y a veces en color, con aspecto cuadrado y con aspecto panorámico. Con la nostalgia del expatriado, con los ideales de la juventud y la experiencia de la madurez.