Lugar de Origen: Pensilvania, Estados Unidos
Año de Fundación: 2015
“Siento que la persona que inició este álbum no es la misma que lo terminó; y al mismo tiempo creo que esa persona que lo terminó, no es la misma que soy ahora’’, es la frase con la que Haley Fohr –la mente detrás de Circuit Des Yeux- abre nuestra conversación sobre –io, el disco que grabó y produjo durante la pandemia y que finalmente podremos escuchar este 22 de octubre.
Antes que artista, Haley es una mujer muy inteligente; pero sobre todo, honesta. No tiene reparos ni prejuicios para hablar con franqueza acerca de los procesos emocionales y creativos que le llevaron a este punto de su vida profesional. Además, sin rodeos, asume el reto de decir que nos va a ofrecer su trabajo más ambicioso hasta la fecha, una declaración poderosa para alguien que ha utilizado como bandera el construir piezas que <<suenen muy caras>> con apenas una décima parte de los recurso que se necesitan para algo así.
‘’El objetivo de mi primer disco era que sonara como si hubiese sido instrumentado por una orquesta completa aunque todo fuese producido desde mi celular’’, declaró en exclusiva a WARP Magazine.
Y así es como Circuit Des Yeux se ha construido una identidad sonora que ella misma adjetiva como ‘’Folk Experimental’’. Una etiqueta que al diseccionarla en conceptos familiares, se sostiene de secciones de metales y vientos barrocos con letras introspectivas que se estructuran desde lo teatral. Ahora tomó un riesgo no sólo al alterar su metodología de trabajo sino también económico, con tal de cumplir su sueño de toda la vida: entrar al estudio con músicos de Jazz para darle un volumen mucho más orgánico a su material.
‘’Fue todo un reto pero al mismo tiempo, un privilegio. Yo siempre he contado que no provengo de una familia acaudalada ni bien posicionada dentro de la industria, entonces cada nuevo elemento que agreguemos a la ecuación representa un costo para mi y para el equipo; sin embargo sabíamos que era el momento de dar el gran salto. Luego vino el segundo problema: no soy una persona tan rígida ni líneal con mis tiempos de composición, pero sabía que tenía que respetar el dinero y las horas de la gente, así que tuve que conectar con ese rol de capitana del barco. Al final quedé satisfecha con todo lo que pasamos y con lo que la gente podrá escuchar’’, nos declaró en una entrevista vía ZOOM.
-io no es simplemente un escalón en la cronología artística de Haley Fohr. Para ella, podríamos decir que este álbum fue un bálsamo en medio de uno de los episodios de depresión más severos por los que ha atravesado, sumado al entorno agobiante que vivimos en 2020 por la pandemia. La música le salvó la vida, sin más ni más.
‘’Es probable que este disco no existiría de no ser por la pandemia porque eso, por una parte, agudizó mi padecimiento pero también me dio estímulos para superar la crisis. Todo empezó en un hotel en Londres a finales de 2019. Yo tenía un showcase por la noche, el problema es que ese día me acorraló este episodio de depresión y durante varias horas sentí que no tendría la fuerza para salir a tocar. Entonces empecé a escribir, a componer y logré una canción que de hecho toque en la presentación; y aunque al final no logró entrar en el tracklist definitivo de este trabajo, siempre la tengo presente porque es el recordatorio de que la música es mi herramienta para salir adelante, para estar bien’’.
Otro de los componentes importantes para la conceptualización de –io son sus referencias a elementos particulares del universo: la gravedad, los hoyos negros, estrellas muertas y galaxias desconocidas. Es un tema que la acompaña desde su adolescencia, cuando pasaba largas horas investigando al respecto y haciendo anotaciones al respecto.
‘’Para mi, el silencio apabullante del espacio podría traducirse en las capas de sonido que producen las secciones de cuerdas. Son profundas y parece que nos envolvemos en ella cada que suenan en su punto climático’’.
Todo este dramatismo estético también se ve reflejado en la conceptualización de los videos, un espacio hasta ahora desconocido para Haley y en el que incluso pudo involucrarse como directora.
‘’Es la primera vez que tengo un presupuesto real y específico para producir videos musicales. Sabía que era una oportunidad que no podía tomar a la ligera. En dos de ellos hubo toda una preparación técnica y narrativa para lograr puntos en común con la canción sin ser demasiado obvios. Vanishing fue más visceral. Lo tomamos en cuatro horas sin algo realmente planeado más que el vestuario y el maquillaje que armé previamente y los movimientos de las cámara y de lo que estaba frente a ella surgió como respuesta automática al estímulo’’.
Existen 3 nombres clave que nutrieron este álbum: Fernando Pessoa y su poesía, Marta Salgoni y su trabajo tras las consolas (tiene experiencia con Bjork y Holly Herndon por citar algunas nombre) y la mentoría de Robert Rauschenberg. Ella considera que los tres ayudaron a que pudiera ‘’abrazar la energía que produce una tristeza tan profunda para convertirla en arte’’.
‘’Después de mi periodo de depresión, la primera gran necesidad fue entender la alegría. ¿Por qué la buscamos con tanto ímpetu? ¿Cómo describirla? ¿Sabes? Acababa de perder a un amigo cercano y de repente me encontré en una playa increíble, con un clima fabuloso y una vista de ensueño. No me sentía feliz. Me molestaba no sentirme feliz. A partir de ahí traté de avanzar progresivamente en mi tarea de analizar lo que significa la felicidad para mi y fue como terminé este disco. Creo que eso también tuvo una repercusión en la manera que vivo a diario. La felicidad debería buscarse en comunidad, menos para nosotros mismos o par soprender a alguien’’.
Haley dice que el único lugar donde se siente 100% ella es sobre el escenario. Por razones obvias, durante más de un año tuvo que abstenerse de esta experiencia, lo cual fue doloroso al principio pero después le ayudó a replantearse y revalorar el placer de tocar en vivo.
‘’La ventaja de ser una artista de mi tamaño mediático es que puedo hacer de cada show algo especial, sin sistematizarlos tanto o hacer itinerarios rigurosos; así que el siguiente año que salga a Europa y tenga algunos shoes acá, los haré extra especiales, los viviré como si fueran los últimos’’.