Ayer se llevó a cabo la protesta UnMuteUs mediante la cual más de 450 dueños de clubes y organizadores de festivales musicales holandeses hicieron la convocatoria al público general para que juntos pidieran por el regreso de los clubes y festivales musicales al país pese a la pandemia del COVID-19.
Según las redes sociales de la protesta, más de 70.000 personas se manifestaron en varias ciudades contra las medidas corona que golpean duramente al sector de eventos. Para la campaña UnMuteUs, los manifestantes tomaron las calles en Amsterdam, Rotterdam, Utrecht, Groningen, Eindhoven y Nijmegen.
Juntos exigieron que se permita que los eventos se realicen nuevamente a plena capacidad a partir del 1 de septiembre.
Niek Murray, mano derecha de Jan Smeets (Pinkpop), participó en la manifestación en Utrecht. Describió la acción como “una fiesta, una protesta y demuestra que este tipo de reuniones son posibles”. Por otro lado, Loomans de RTV Maastricht declaró que “esto es lo mínimo que podemos hacer para hacernos oír. Sufrimos mucho por ello y me refiero principalmente a nuestro equipo, nuestros artistas y nuestra audiencia”.
En los últimos meses, la relación entre los organizadores de festivales holandeses de renombre mundial y el gobierno se ha fracturado, por decir lo menos. A pesar de las grandes esperanzas de un regreso triunfal de Tomorrowland en 2021, por poner un ejemplo y entre otros eventos, los organizadores de festivales continúan citando la falta de claridad en la regulación y la dirección del gobierno como la causa de su aplazamiento indefinido.
Cabe destacar que ID&T, la entidad de producción de festivales más grande del país, recientemente llevó al gobierno holandés a los tribunales con la esperanza de recibir claridad sobre el camino a seguir para los eventos masivos. Sin embargo no se llegó a nada positivo, y ahora un grupo de propietarios de festivales holandeses planea reunirse para hacer oír sus voces este próximo 21 de agosto. Algunos festivales como Mysteryland , A State Of Trance , Best Kept Secret y Amsterdam Open Air se encuentran entre los muchos que se han apuntado para marchar en protesta y «activar el sonido» del sector de eventos en Holanda.