“Nada de lo que ya pasó es olvidado. Incluso si ya no lo recuerdas”. El 20 de julio de 2001 se estrenó el Japón Sen to Chihiro no Kamikakushi (El viaje de Chihiro) de Hayao Miyazaki, sin que en ese momento su creador sospechara los alcances de su séptimo largometraje con el estudio Ghibli.
Hayao Miyazaki había obtenido un gran éxito con su largometraje anterior, La Princesa Mononoke. Después de trabajar en la industria de la animación japonesa desde los años sesenta, Miyazaki pensaba en el retiro, pero un par de proyectos personales se lo impidieron.
Después de que estos proyectos fueron rechazados encontró inspiración en la hija de una amigo para crear a Chihiro, una niña de diez años que vive un viaje fantástico (con algunos tintes terroríficos y de realidad) para salvar a sus padres y transitar de la infancia a la adultez.
La animación recaudó 229 millones de dólares sólo en Japón, para convertirse la película más taquillera del país nipón, título que conservo casi durante 20 años hasta que fue desplazada por Demos Slayer. Y se convirtió en la primera película en ganar 200 millones de dólares antes de su estreno en Estados Unidos. A nivel mundial la película recaudó otros 264 millones de dólares y encontró sólo aclamaciones por la crítica internacional.
Spirited Away, como fue bautizada en EU, fue la primera película que fue generada en su totalidad por animación de computadora, pero el largometraje fue pionera en muchos otros rubros además de este.
A nivel de premios fue la primera película de animación japonesa en ser nominada a un Premio de la Academia y hasta el momento la única en obtener la estatuilla. Entre muchos otros premios obtuvo el Oso de oro de Berlín y encontró su lugar en múltiples listas que la consideran entre las 50 mejores películas de la historia, destaca estar en el Top 10 de las lista de películas que deberías de ver a los 14 años, según el British Film Institute.
El Viaje de Chihiro es una historia entrañable, colorida, redonda en su trama que ha inspirados incontables artículos de análisis, libros y abierto el camino para títulos posterior de la animación japonesa como El increíble castillo vagabundo, Se levanta el viento (ambas de Miyazaki), El cuento de la princesa Kaguya, El recuerdo de Marnie y Mirai: mi pequeña hermana, que también han alcanzado una nominación al Óscar.
Miyazaki que se vio impedido para su retiro en esa ocasión se ha retirado y regresado de la industria un par de veces desde entonces, pero ha dejado un legado con sus películas, pero sobretodo con Chihiro, generando un público fuera de Japón que ve con curiosidad y con amor el anime japonés.
Nada mal para un hombre que lo que pretendía solo era contar la historia de una niña de 10 años, porque sentía que no se contaban historias, sobre y para las niñas.