El cuarteto tijuanense de música shoegaze Policías y Ladrones está de regreso con su segundo álbum de estudio Nubes (2021), el cual está compuesto por doce canciones repletas de guitarras reverberantes y melodías cantadas a modo de susurro.
Es una colección de himnos melancólicos, influenciada por el sentimiento de incertidumbre por el cual han estado atravesando estos jóvenes derivo a la pandemia del COVID-19. Es un material dulce e introspectivo, tímido, pero con momentos que nos muestran que sus miembros están esperanzados en mantenerse relajados aun en estos momentos tan tensos para el mundo entero.
Esta canción marca para nosotros una etapa nueva en nuestro sonido. Decidimos incluirlo como la primera canción porque contiene distintos elementos que a través del disco se hacen presentes. Tiene una vibra melancólica que está en varias canciones de este disco.
De las canciones en el disco esta es de las más energéticas. Esta fue de las pocas canciones en el disco que habíamos tocado en vivo, antes de la pandemia. Y disfrutamos mucho tocarla especialmente por el solo casi al final de la canción.
Este es el primer sencillo de álbum. Pensamos que parte de la canción nos “arriesgamos” a hacer cosas más pop. Para nosotros fue una experiencia muy divertida grabarla, cuando nos dimos cuenta lo pegajosa que eran algunas partes de la canción.
Este track está inspirado en bandas como Lush, Ride o My Bloody Valentine. Quisimos casi hacer un tributo a ese tipo de canciones. Esta es una de esas canciones que durante mucho tiempo la tuvimos guardada, sin en realidad terminarla, y en el contexto de sacar canciones nuevas para el disco, durante la pandemia, la logramos terminar.
Es uno de los dos interludios que tiene el disco. Lo compuse inspirado por un sonido de guitarras muy particular en un subgénero conocido como slowcore. El título está inspirado en un tipo de bebida que me encanta. Sobre todo cuando me duele el estómago por alguna razón.
Esta canción también estuvo guardada y tuvo muchas versiones hasta que la terminamos para el contexto de este disco. Habla de la necesidad de decir cosas en canciones que no alcanzaste a decir en alguna otra circunstancia.
Esta canción se compuso de principio a fin en el contexto de la pandemia. Es la canción más reciente de todas las que grabamos para el álbum. El título hace referencia no al estado psicológico de la canción sino a la vibra de la canción que está, en mi opinión, sumergido en un ambiente hiper nostálgico.
Esta canción da nombre al disco, principalmente porque nos gustó como salió la letra. Es algo directa y simple pero a la vez algo reflexiva. Nos pareció que describe mucho la música del disco.
Cuando hicimos esta canción nos inspiramos literalmente en la ubicación frente a la playa a la que muchas veces llegamos a ir a pasar el rato. Parte de la percusión se hizo con caja de ritmos, a diferencia de las otras canciones en las que hay batería.
Este es el segundo interludio del álbum. Está compuesto totalmente por Andrés Corella. Jonny Bell, el ingeniero de audio del álbum, grabó saxofón.
Esta canción es otra de las pocas que llegamos a tocar en vivo antes de grabar y la pandemia. Nos gustó como quedó la estructura de la canción que es poco usual para nosotros. Es más abstracta que por lo general, a pesar de que el coro es uno de los más pop del disco.
Probablemente esta sea la canción más antigua del disco. La letra y la melodía son bastante nostálgicas. El tempo de la canción es más lento de lo normal, por lo que fue una experiencia interesante sacar esta canción. Creo que fue la primera vez que nos sentimos cómodos tocando más lento de lo normal. Por ese tempo, decidimos cerrar el álbum.