One Cut of the Dead es una de esas películas imposibles de comentar sin soltar un solo spoiler. Su premisa básica y la razón del increíble culto detrás de este trabajo, se basa en el misterio y en la ideología de “mientras menos, mejor”. Quiero dejar en claro que definitivamente no encontrarán un solo spoiler en este texto.
Titulada en español como Zombis, Cámara, Acción, este filme japonés de 2017, llegó a salas mexicanas por iniciativa de Madness y Cinépolis. Este inesperado estreno se debe a una base de fanáticos que creció gradualmente desde el año de su estreno original, el cual, se masificó misteriosamente durante la pandemia.
Cabe mencionar que el filme me recordó en gran manera a The Cabin in the Woods de Drew Goddard, en donde es básico entrar sin saber prácticamente nada de la trama y cómo se desenvuelven todos sus eventos, para disfrutar las sorpresas que ofrece este trabajo.
https://www.youtube.com/watch?v=hp3zqgb7PoQ
La premisa de la cinta es increíblemente básica, un equipo de filmación se encuentra en una planta abandonada, creando una película de zombies, hasta que una oleada real de muertos vivientes, comienza a atacarlos. El director de la cinta decide continuar con el rodaje e incluir a los zombies reales en la trama, anteponiendo así, la vida de todo el crew detrás del rodaje.
En este punto es cuando nos preguntamos ¿cuál es la genialidad detrás de Zombis, Cámara, Acción? Pues bien, la película se divide en dos partes, y la segunda parte es de donde proviene el gran recibimiento, tanto de la crítica como el público general.
No ahondaré en qué es lo que pasa en la trama del filme, pero es una de las cosas más únicas que nos ha dado, no solo el cine de zombies, sino el cine en general. El viaje por el que pasas como espectador de no saber lo que está pasando, hasta la realización final, es indescriptible.
Esta segunda parte es extremadamente divertida, hace que te enamores completamente de los personajes, y se compone precisamente de ir atando cabos acerca de lo que estás viendo y lo que ya habías presenciado durante la primera parte de este viaje fenomenal.
La mezcla de géneros es espectacular, y el encanto detrás de toda la idea de One Cut of the Dead, es simplemente un chispazo de genialidad que hace que la película tome un gran lugar dentro de este subgénero que ya nos ha dado otros grandiosos trabajos como Shaun of the Dead o Zombieland.
La ingenuidad japonesa es uno de esos elementos que se destacan a lo largo de esta hora y media repleta de conceptos frescos. Además, hay siempre un amor presente al cine de Hollywood, que se disfruta aún más viniendo de ojos extranjeros, a diferencia de la autoreferencia que ya ha sido explotada en gran manera por los blockbusters de los últimos veinte años.
A pesar de todo, Zombis, Cámara y Acción cojea debido a su notable carencia de presupuesto. Hay aspectos como la música que parece haber salido de una biblioteca de stock, o la secuencia de créditos con guiños que yo hubiera preferido ver en un especial complementario detrás de cámaras, que arruinan un poco la experiencia, después de llegar al punto en que entiendes completamente lo que está pasando.
Dejando de lado estos puntos en contra, este trabajo de Shinichiro Ueda es un deleite tanto para los fans del subgénero, como los aficionados al cine, y el público que decida apostar en este pequeño filme japonés, repleto de genialidad y estilo.