“El arte es una buena inversión porque no pierde valor, sube de precio pero no baja”, explica Kristina Velfu, consultora de arte, curadora y una de las organizadoras de Art Yard Sale, reunión de artistas, coleccionistas y amantes varios de la buena vida. “Queremos quitar esa idea de que el arte es solo para cierto tipo de personas, que es caro y que no cualquiera puede disfrutarlo e invertir en él”, continúa Velfu.
“El arte es una inversión que se vive, que se habita y se disfruta. Es mejor que recibir un estado de cuenta frío y que nada más son numeritos”, bromea la organizadora de Yard Sale.
A partir de un proyecto de economía colaborativa, varios amigos como Velfu, el periodista Alejandro Franco, las artistas visuales Dulce Pinzón y Denisse Noriega crearon Yard Sale. En un espacio abierto, en el que no se arriesga la salud y se puede convivir de cerca con el mundo del arte.
Art Yard Sale se celebra dentro de la llamada Semana del Arte, momento especial en la Ciudad de México en la que galerías y ferias como Maco se muestran aderezadas con todas sus galas para recibir coleccionistas de todas partes del mundo.
“En Art Yard Sale los visitantes pueden encontrar obra de artistas muy contemporáneos como Dulce Pinzón y José Antonio Farrera”, explica Velfu, “y también de otros ya consagrados como Pedro Friedeberg o Vicente Rojo”. El precio de las obras va desde los 3 mil pesos hasta los 200 mil. Uno puede hacerse, por ejemplo, de un Rojo por 30 mil pesos.
Bajo el concepto de Secret Location, la ubicación de Yard Sale se revela poco antes de la fecha de realización. La reunión tendrá lugar del 30 de abril al 3 de mayo. Esta edición se llevará a cabo en Agoralucis (LaFontaine 78, Polanco), un espacio abierto en el que el sábado en la mañana habrá, además del recorrido por las obras de arte, una clase de yoga. Yard Sale también se trata del buen vivir: ese es el arte fundamental.