Lana Del Rey se ha mantenido ocupada desde el lanzamiento de su último álbum incursionando en la poesía y atrapada en la controversia en la Internet; sin embargo, ha regresado con gracia a través de su sexto álbum de estudio Chemtrails Over The Country Club (2020). Es un disco que brinda a los fanáticos de la estética pop vintage de Lana mucho de lo que esperan, al mismo tiempo que combina elementos de rock y jazz sureños, a menudo mediante los hábiles y delicados interludios de guitarra del productor Jack Antonoff.
“Siempre hay confusión y agitación”, dijo Del Rey al presentar su álbum en Instagram, “y en medio de eso, también hay una música hermosa”. Como forma de resumir un disco, es difícil imaginar cómo se podría poner mejor que eso. Lana Del Rey crea música que alimenta la imaginación y es transmitida por la narración.
Antes del lanzamiento del álbum, escribió: “Estoy literalmente cambiando el mundo al poner mi vida, mis pensamientos y mi amor sobre la mesa las 24 horas del día, los 7 días de la semana, respétalo”. Lana es clara y confiada en su expresión musical. Si bien el álbum es muy fresco, es fácil predecir que Chemtrails Over The Country Club será la banda sonora perfecta para la primavera.
El tema de apertura ‘White Dress’ nos da una idea del rango vocal más alto de Lana con mezclas de falsete con susurros. Las curvas y deslizamientos atmosféricos de la guitarra eléctrica le dan a la pista su auténtico carácter de Lana; al ser tanto cinematográfico como sureño, llena un vacío entre la música country y el pop de ensueño que une ambos géneros en algún punto intermedio.
‘Tulsa Jesus Freak’ explora la religión, el alcoholismo y una historia de amor. Los tambores ofrecen texturas de jazz suave de los años 50 y 60, mientras que la guitarra combina a la perfección con las voces mientras cantan ‘White Hot Forever’. El productor y co-guionista Antonoff, tiene una ventaja con un Grammy con Taylor Swift y St. Vincent, además de que co-produjo Norman Fucking Rockwell (2019), anterior material de Lana.
A lo largo de su más reciente producción, elogia la estética sureña y amorosa de las baladas de Lana con su trabajo de guitarra refinado y de buen gusto, aportando su rica experiencia en muchos géneros para influir en este trabajo. Los créditos de las canciones también incluyen a Rick Nowels, cuya discografía de producción abarca desde Steve Nicks hasta Joan Jett y Weezer; él y Antonoff son la pareja indicada para hacer realidad la visión de Del Rey.
El álbum se cierra con una elección extremadamente audaz: una versión simplificada del clásico de los setenta de Joni Mitchell ‘For Free’, pero se siente nuevo y suave. Con voces de Zella Day y Weyes Blood, todo el enfoque del álbum se reduce a su verdadera columna vertebral: música instrumental empoderada por la mujer que explora la experiencia femenina y los temas del amor y la pérdida. Habiendo interpretado esta canción en su última gira con Day y Weyes, nos alegra que haya llegado al estudio para ser encapsulada para siempre como una celebración de las mujeres en la música folclórica.