#WARPPresenta: Entrevista con Javier Blake, el ‘storytelling’ en los tiempos de lo extraño. Todo sobre su debut como solista.

// Por: Staff

vie 19 marzo, 2021

Por: Armando Tovar

Tras más de 20 años de trayectoria artística con una de las agrupaciones más importantes de la escena del rock mexicano, Javier Blake, líder y vocalista de División Minúscula, anuncia su primera producción discográfica en solitario titulada En Los Tiempos de lo Extraño (2021).

Después de haber experimentado con algunos temas como solista, entre los cuales es posible mencionar Cuenta Hasta Diez (2013) en colaboración con Natalia Lafourcade y Dice que se va el Próximo Mes (2016), finalmente, el cantautor originario de Tamaulipas, emprende una nueva aventura en su carrera para apaciguar su potencial creativo y musical durante uno de los periodos más insólitos de la historia contemporánea.

‘Réplica’, ‘Rompeolas’, ‘Girasol’ y ‘Austin’, este último publicado el pasado 25 de febrero del 2021, son los primeros cuatro cortes que se han adelantado de “En los tiempos de lo extraño”, material que será editado el próximo 28 de abril a través de plataformas digitales y en formatos físicos.

Con motivo de estos lanzamientos, platicamos con Javier Blake acerca de su más reciente sencillo, sus procesos de composición y de creación narrativa, la producción de su primera obra de estudio y la posición de su proyecto principal dentro de la escena nacional.

La ciudad del amor frustrado

El 25 de febrero publicaste ‘Austin’, el sencillo de tu próxima producción discográfica. ¿Cómo nació esta canción?

‘Austin’ es una canción que escribí en enero del 2019, estando de vacaciones en Texas, justo en esa ciudad. Es un tema que marqué en mi libreta de canciones con ese título para recordar donde la estaba escribiendo y todo; es algo que hago siempre. Son datos para tratar de remontar la idea y el sentimiento cuando vuelvo a esas notas al ponerme a trabajar en el estudio. El título se le quedó además porque, platicando con Pipe Ceballos, el productor del disco, creímos que era estético y que encajaba con el sonido de la canción.

Cuando empecé a escribir, la música tenía tintes muy melancólicos y nostálgicos, debido a lo cual decidí abordarla desde una perspectiva diferente, al hacer un ejercicio de composición y de narración de una historia. Es un relato en el que trato de describir muy bien lo que está pasando, para que la gente la escuche y pueda imaginar las situaciones, los personajes, los lugares, inclusive el paso del tiempo.

En el momento en el que la grabamos, ‘Austin’ era una de las canciones que yo sabía que quería lanzar como sencillo porque, aunque es un sonido que mucha gente podría ubicar conmigo, me gustaba la idea de revelar esta forma de escribir, el “storytelling”.

El video lo hicimos con un amigo, el director llamado Rodrigo Peréz Galicia. Lo único que le pedí a él fue hacer un videoclip en el que presentaremos la soledad adulta, pues es un tema importante y recurrente hoy en día. Además creo que abordaba muy bien la continuidad del tema, para darle la segunda parte a la canción.

Al ser una historia ficticia, pues no es una experiencia personal… A mi me resultaba muy interesante la idea de un amor fracasado en la juventud y que de cierta manera se extiende con el paso del tiempo. Siempre me topaba con personas, en las reuniones a altas horas de la madrugada, que al ponernos sentimentales y sinceros comenzaban a sacar historias de desamor… Fue ahí cuando surgió el tema de un amor que no se logró nunca pero que siguen tratando de hacer que funcione, y siguen intentando encontrarse de nuevo en algún momento.

Creo que yo incluso relacionaba el título del sencillo con una especie de paisaje sonoro, en un principio, pues fue lo único que pude intuir al desconocer por completo el contexto del origen de la canción…

La ciudad de Austin es una ciudad que tiene un sonido muy nostálgico. Es la parte más musical de Texas. Yo soy de Matamoros, Tamaulipas y luego estoy viviendo en Monterrey. Para los que vivimos en el norte de México, Austin es una ciudad recurrente, a la que vamos a ver conciertos. Entonces, desde jóvenes, muchos tuvimos experiencias con este sitio y, de cierta manera, todo envolvía muy bien la idea de ese sentimiento.

Hace un momento mencionaste que la canción no estaba basada en una experiencia personal. Pero, ¿cómo hacer tuyo algo externo o ajeno? Porque me parece que el sentimiento se siente honesto.

Es un proceso que traté de abordar conscientemente, en este disco lo usé mucho. No por decir que no tenga nada que escribir acerca de mi. Creo que después de 25 años de carrera, también era importante para mi empezar a abordar las cosas desde otra perspectiva y si quería que este proyecto en solitario fuera diferente, lo más posible a lo que hago con División Minúscula, tenía que tener bien claras muchas cosas, no solo el sonido, también la composición, la escritura, la forma de cantar, los arreglos… Fue algo que intenté, ver una historia, después meterme en los zapatos del personaje de ese relato y cantarla desde su posición.

Me gustaba la idea de experimentar con otra forma distinta a la que me aproximo a escribir una canción. Obviamente siempre tienes que introducir cosas tuyas, esas experiencias con las que te apropias de las composiciones por más externas que sean.

“Cuando hallas el amor te dejas perder” es una frase de la canción que no ha dejado de resonar en mi cabeza. La relaciono un poco con “perderse” en un sentido positivo, pero también con las pérdidas… ¿A qué te refieres con esa línea del verso?

Al empezar la canción de esa forma y decir “eramos tan jóvenes”, dictas que es una historia del pasado. “Austin” tiene que ver con los destellos de juventud con los que vivimos; encuentras algo bueno pero no te quieres aferrar porque crees que puedes coincidir en el futuro con cosas mejores. Así pasa en el amor y en la vida, en general; el “dejarse perder” es eso.

Con mi experiencia he logrado entender que el amor no se debe de reprimir; se debe experimentar en su totalidad aún sabiendo que de esa manera te estás exponiendo al dolor más puro. Pero si no te arriesgas tampoco tienes lo bonito y los beneficios de este sentimiento. Creo que crecemos con esa especie de “caparazón” para no enamorarse…

También mencionaste el trabajo de “storytelling”. Siento que la canción está construida en dos partes. En la primera no se siente como un tema tan desolador, pero después hay un contrapunto en la historia, justo cuando mencionas la boda y los dos divorcios…

Es una canción muy tranquila, si la hubiera creado con más detalle, con todo eso que quería decir en la historia, probablemente el resultado sería un tema de 10 minutos o más. Es una especie de “corte a”, cuando presenta al personaje, después en donde conoce a esa persona especial y cambia todo en su vida. Posteriormente, entramos al coro que habla sobre el paso del tiempo y esperar a través de él. Al final nos lleva al verso siguiente, en donde yo quería jugar con la temporalidad… Las oportunidades se van cerrando en el tiempo. Creo que una historia como esta, puede cerrarse contundentemente cuando hay una boda, cuando alguien se compromete; esa persona especial a la que se anhela ya hizo su vida con alguien más…

Por otro lado, el personaje principal dice que ya se divorció dos veces y que “lo intentó”… Muchos han malinterpretado esta parte, pues piensan que él trató de terminar su relación para alcanzarla antes de esa boda, pero en realidad me refiero a que trató de ser feliz con otra persona.

Me gusta jugar con estos elementos que permiten a las personas  interpretar diferentes cosas…

Las coincidencias “en los tiempos de los extraño” y el futuro

‘Austin’ es el cuarto sencillo de “En Los Tiempos de lo Extraño”, tu primer material como solista. Aunque ya llevas algún tiempo haciendo cosas fuera de División Minúscula ¿Cómo fue al fin trabajar en tu LP en solitario?

Este es un material que grabé entre julio y noviembre del 2019 con Pipe Ceballos como productor. Tenía mucho tiempo, quizás 8 años, queriendo hacer un disco en solitario. Sin embargo siempre había algo que desviaba mi atención.

Como compositor de  División Minúscula, y creo que pasa lo mismo para cualquier frontman de una banda de rock que lleve mucho tiempo tocando, me adherí a la agrupación con una idea muy similar a la de los otros integrantes, pero conforme fuimos creciendo, cada uno piensa en tomar su camino y, aunque la idea colectiva no se pierde, empezamos a pensar en cosas distintas de forma individual.

Siempre empiezas a experimentar con música nueva, entonces yo componía cosas que a veces sentía que no encajaban con la banda y lo sentía muy forzado, tanto llevar al proyecto una canción que no era coherente con División Minúscula, como sacrificarla. Fue entonces cuando empecé a guardarlas y acumularlas para, en algún momento, hacer algo bajo mi nombre.

Cada año hacía algunos shows acústicos, pues es algo que me aterriza mucho como artista y me hace valorar mi carrera y mi oficio. Sin dudas, disfruto mucho la “máquina” en la que se ha convertido División Minúscula y tocar en escenarios muy grandes. Pero también me gusta tocar para pocas personas, en lugares pequeños, sin preparar el concierto… Es ahí cuando Pipe Ceballos me da el impulso y me dice “Si andas en eso, ¿Por qué no grabamos un disco?”, y era complicado porque yo tenía mucho trabajo y él también como músico de Zoé. Sin embargo me invitó al estudio para grabar una canción y ver qué pasaba después.

Llegué al estudio con algunas canciones, y elegimos grabar primero “Replica”; la terminamos en dos días, muy rápido y así seguimos, con pausas para tocar con nuestras bandas y luego reunirnos a seguir trabajando. Entonces nos empezamos a dar cuenta que nos encaminamos a un disco.

La idea era sacarlo a finales del 2019 pero se nos acabó el año. No pudimos sacarlo a principios del 2020, pensamos hacerlo en marzo y se vino la pandemia mundial. Pero yo me empecé a frustrar mucho y opté por ir sacando los sencillos, lo tomé como una terapia para estar ocupado, a pesar de no poder salir de tour o poder promocionarlo como quisiera. De todas maneras he logrado esa conexión con la gente y mi música que me vuela la cabeza.

Estando en este encierro todos estamos en búsqueda de cosas nuevas y eso ayudó mucho a que la gente le pusiera atención a la música que he ido sacando.

Me parece curioso que mencionas que el álbum está terminado desde finales del 2019, sin embargo, pensando en el título del material, el cual podría conectar perfectamente con estos tiempos insólitos, ¿Ha repercutido la pandemia, de alguna manera, en el álbum, se ha modificado algo?

“Los Tiempos de lo Extraño” fue un título que yo concebí en enero del 2020. Quería introducir un poema al principio del álbum, o alguna especie de frase hablada. Pero no pensaba hacerlo yo, entonces le hablo a mi amigo Izzie Ramirez, un gran músico y artista de Guadalajara, le mandó la canción y le digo “escribeme algo relacionado con la canción”, me lo manda por nota de voz y me dice “no tengo en que grabar esto”, pero así estaba perfecto. El resultado fue un poema de ocho renglones y la última frase decía “En los tiempos de lo extraño, a corazón abierto”, eso me voló la cabeza y pensé “ese quiero que sea el nombre del disco”.

Cuando platiqué con otros acerca de mi selección del nombre del álbum pensaron que era raro, me aconsejaban que optara por un título homónimo para que el público me ubicara fácilmente. Pero no, me interesa el nombre porque tiene al interior la palabra “tiempo” y eso me hacía también pensar en conjugar esa frase con “Javier Blake en los tiempos de lo extraño” y así crear un personaje que se involucraría en una historia.

Cuando se viene la pandemia fue muy extraño para todos el hecho de que haya escogido el nombre de mi disco por casualidad. Pero la música posee sus formas de encajar en donde tiene que encajar.

Desde hace 15 años, cada año es más raro que el anterior. Entonces el título pudo haber quedado en cualquier momento. Y también, ahorita que lo pienso, me viene a la mente que ojalá pueda hacer más discos en el futuro y que la gente recuerde a este primer álbum como ese material que salió cuando estábamos pasando por todo este momento tan extraño.

Con 25 años de trayectoria, tanto dentro de División Minúscula como en solitario, ¿Cómo ha sido crecer mientras ven nacer nuevas generaciones del rock alternativo en el país, cómo te sientes con eso?

Me siento muy agradecido, entre más crezco más dorados se vuelven esos recuerdos. Me siento muy orgulloso de haber sido una banda que salió de la escena de la que venimos, picando piedra, cuando todavía no había internet, cuando todo era tocar y grabar tus demos en un cassette que vendías a 10 pesos; subirte a un camión, viajar 15 horas para tocar 20 minutos con un concierto espantoso. Conocer amigos que conservo hasta estos días. Me encanta toda la historia que puedo contar, que a pesar de las altas y bajas, somos una banda que seguimos aquí y que la gente identifica por su sonido.

Me encanta ser un capítulo dentro de la historia del rock mexicano, porque siento que División Minúscula es parte de esa historia. Porque obviamente somos de la generación pasada, no somos una banda novedosa. Inclusive yo, aunque tenga un disco nuevo, aunque digan y me resulta chistoso que me señalen como un artista “emergente”, pues creo que no soy, agradezco porque se oye bien, se escucha jovial, pero eso le corresponde a los nuevos talentos, quienes están haciendo cosas nuevas y que admiro porque tienen una forma de trabajar y de expandirse increíblemente.

¿Qué planes tienes para el futuro de tu proyecto solista y con División Minúscula?

El álbum “En los tiempos de lo extraño” sale el 20 de abril, en digital y también en Vinyl. Para División Minúscula este año celebramos 20 años de nuestro primer disco “Extrañando casa” y para finales de año tenemos cosas preparadas para celebrar esto. También se viene música nueva… Me siento contento de estar ocupado y enfocado.