Disclaimer: como casi todo mundo, vi las películas de los Avengers y me divertí, pero para mí pasaron el camino de la comida rápida: masticadas, deglutidas, liberaron endorfinas, digeridas, desechadas. Las tramas me parecían entretenidas al momento, pero tampoco es que las siguiera con toda la atención. Saliendo del cine ya las había olvidado.
Dicho lo anterior, debo decir que WandaVision, la incursión del Marvel Cinematic Universe (el ahora famoso MCU), me desconcertó más de una vez.
Tanto un homenaje a la historia de la televisión como una extensión de la trama de las megapopulares cintas de superhéroes de Marvel, WandaVision es una proeza técnica: se ve como auténtica televisión de diversas eras (los 50, los 60, los 90) y está hecha en HD. Cómo lo lograron es algo que me rebasa. Aplausos al equipo.
También es una hazaña narrativa. Hasta a una “antifan” como yo WandaVision tiene dones para ofrecer. Por un lado, las grandes actuaciones de Elizabeth Olsen y Paul Bettany, por el otro un ambiente perturbador que por momentos aspira al estilo de David Lynch: encuentra lo inquietante de lo más cotidiano, de la idílica clase media.
¿De qué trata la serie? Tal vez sea repetitivo decirlo (he leído algunas reseñas que lo mencionan, lo siento, no soy muy original), pero tiene que ver con el duelo. Se trata de alguien lidiando con el dolor de perder a su persona amada y crea un mundo en el que ella (Olsen, en el papel de Wanda Maximoff/la Bruja Escarlata, en una actuación natable) vive su mundo de los sueños. ¿Cuál es? El de la televisión clásica. WandaVision rinde tributo a los shows de televisión que formaron a la cultura pop estadounidense. De Mi bella genio a Malcolm el de en medio, cada episodio es una recreación de la televisión de diversos periodos.
WandaVision, un homenaje a las series estadounidenses clásicas
La premisa: Wanda y Vision (Bettany) son unos recién casados que viven en un típico suburbio estadounidense. Son un tanto sosos, predecibles, en fin, son felices.
Pero tienen un secreto: Wanda tiene poderes extraños y Vision es una computadora humana. Viven peripecias de la vida de casados en un mundo de comedia slapstick. Al mismo tiempo, en el mundo “real” están sucediendo cosas interesantes: la mitad de la población mundial desapareció y reapareció súbitamente; nadie se explica cómo. Un campo de energía extraño que se tragó a un pueblo entero. A continuación, una serie de eventos nos llevarán de regreso al MCU justo donde lo dejamos después de la cintas de los Avengers.
Como yo lo veo, esta ida y vuelta de MCU a la vida “ficticia” de la pareja es el punto débil de WandaVision. Es mucho más interesante ver a Wanda y Vision atrapados en esa alucinación de diversas épocas que estar en ese mundo de Marvel en el que todo se arregla con jerga tecnicoide y guiños a lo que ya vimos en el cine.
Supongo que para los verdaderos fans de Marvel estos gestos hacia la trama larguísima que son la cintas del MCU (recordemos que todas están relacionadas de algún modo, por eso son un universo) son de lo más disfrutables. A mí me vinieron flojos. Yo quería más vida de suburbio y confusión, no trancazos que lo arreglaran todo.
Sin embargo, debo decir que WandaVision es un producto (eso es: un producto a consumirse, no una historia en la cual reflexionar) en el que Disney y Marvel se aventuran a caminos poco hollados y eso es de celebrase. Me parece lo mejor que se ha producido bajo el sello Marvel. Inclusive si se es un antifan amargado como yo, WandaVision puede ser muy amena. Y el final es de lo más satisfactorio. Sí, crean el rumor: el 80% de WandaVision bien vale la suscripción a Disney+.