¿Qué es el consentimiento? En términos sexuales, el consentimiento es permitir que alguien te toque, te bese en forma erótica. Definir los límites del consentimiento ha sido una de las banderas del movimiento feminista contemporáneo. ¿Cuándo una mujer puede dar su consentimiento a, por ejemplo, una relación sexual, aunque la pareja ya esté en la cama departamento, desnudos y listos para el sexo? Es mi opinión que en cualquier contexto el consentimiento debe ser claro y estar en primer plano. Un menor de edad, por ejemplo, no puede dar su consentimiento. El tema es peliagudo.
Por supuesto, una mujer intoxicada tampoco puede dar su consentimiento. Digamos que un hombre se encuentra a una mujer ebria en un bar. Se convierte en víctima probable. Sí, una damisela en apuros. Hora de ser el caballero en brillante armadura. También los héroes y los hombres sensibles pueden abusar. De eso trata la genial Promising Young Woman, la venganza de las mujeres atacadas en momentos de vulnerabilidad.
Cassie (Carey Mulligan, junto a Saoirse Ronan, una de las actrices jóvenes más interesantes) tiene una misión: desmantelar el patriarcado. No se va a caer, lo vamos a tirar, got it? Cassie se hace pasar por una pobre mujer intoxicada que les pone una trampa a los hombres que quieren aprovecharse de ella… No les contaré más porque eso equivaldría a un spoiler.
Lo que les puedo contar es que Cassie es una mujer con una misión y se la toma muy a pecho. ¿Se acuerdan de Hard Candy, aquella excelente cinta que nos hizo conocer a Elliot Page, sobre una niña que embosca a pedófilos? Pues es algo así. Pero mucho más divertida.
Debut de la directora Emerald Fennel, Promising Young Woman es una elegía al cine oscuro. Su tono es sarcástico, ácido a más no poder. ¿Es una comedia? Sí. ¿Es una cinta de psicópatas? Puede ser. ¿Una chick flick? La mejor.
Aunque la cinta tiene sus defectos (el personaje principal se traiciona narrativamente por momentos), es tan divertida que no se puede dejar de ver. No es perfecta, pero sí fascinante. En especial en este contexto que vivimos, tras caso como el de Los Porkys (el grupo de adolescentes privilegiados acusados de violar a una mujer y libraron el juicio en su contra), o el de Félix Salgado Macedonio, otro hombre abusivo que se sale con la suya.
El privilegio masculino debe ser examinado, pero los hombres se sienten regañados cuando se les habla al respecto. “¡Yo no soy violador!”, gritan muchos. “¡No todos somos iguales!”. Pero protegen al amigo que sí es macho. Se divierten contando chistes verdes sobre mujeres. Se ríen de las mujeres que juegan futbol soccer. Y sienten que una película como Promising Young Woman no tiene que ver con ellos. ¿De verdad? Deberían verla. Se van a divertir y quizá hasta aprendan algo.