Este fin de semana, el diario español El Mundo soltó una bomba: El “faraónico” contrato del futbolista argentino Lionel Messi con el equipo culé. De acuerdo con los documentos, desde el 2017 el Club Barcelona le paga a su estrella la friolera cantidad de 555 millones de euros a pagarse en cuatro temporadas.
La revelación del contrato astronómico (astronómico como lo merece un astro, sin duda) es un escándalo en el mundo del deporte: En ningún equipo de fútbol ni de ninguna otra disciplina se le ha pagado esa cantidad de dinero a un solo jugador. Para ponerlo en perspectiva, el costo del contrato es más de la mitad del valor neto del club, que según una valoración hecha en noviembre del año pasado, es de 1.07 mil millones de euros. Si Messi quisiera, podría comprar todos los equipos deportivos de la ciudad catalana, a excepción del propio club de fútbol en donde labora.
Según los reportes, el contrato está llevando al Barcelona a la ruina. Messi se irá del equipo en cuanto termine su contrato, en junio de 2021. No hay manera de que se le pueda seguir pagando esa montaña de euros. Aunque, de ser así, aun así el equipo está obligado a pagar 38 millones de euros más debido a una cláusula de su contrato en la cual “se premia la fidelidad del jugador”.
Aunque no se ponen en duda las capacidades futbolísticas y el talento nato de Lionel Messi como un generador de juego sin igual, un rematador de calidad mundial y uno de los dribleadores más vistosos en la historia del deporte, muchos se preguntan si el salario del argentino está justificado. Pese a todo, el Barcelona se encuentra ante un punto bajo histórico en su carrera, sin haber ganado una sola copa en el último par de años y con un Messi que poco a poco se ve más descontento con el equipo.
Sin embargo, no es ningún secreto en el mundo del fútbol que en numerosas ocasiones el costo del jugador se debe más a su impacto mediático, al fervor el cual lo siguen sus fans y a lo que -dice- como figura que a sus logros en el mundo del deporte. A la mente, resplandecen recuerdos de cuando la playera más comprada del Real Madrid en el mundo fue la de Javier el Chicharito Hernandez, a tan solo un par de meses de haber llegado al equipo. De forma similar, el Director del Barcelona confesó que el 10 argentino genera un tercio de los ingresos del club como figura clave en acuerdos de patrocinios y venta de productos, siendo que “ocho de cada diez elásticas que se venden, son de él”.
De acuerdo a lo señalado por Sport, “Messi es parte fundamental de los ingresos atípicos del Barcelona. Estoy analizando cuánto dinero genera para el club y la cifra está entre 250 y 300 millones de euros anuales. Si su salario bruto es de 140, como mínimo el Barca tiene 100 millones de beneficio”.
Al respecto, se ha aclarado que el Barcelona no se atreve a dejar ir al jugador argentino, pese a sus deseos ya más que expresados de hacerlo durante la temporada pasada. Esto es debido a que “el club desconoce cuál será su valor sin este jugador”, de acuerdo a Cinto Ajram, ex-director de patrocinios del equipo. “Su marcha afectará la negociación de los derechos televisivos de La Liga”, terminó por decir con respecto al impacto que tiene en todo el torneo español.
Esto último nos indica que el Barcelona está en un punto histórico en el cual uno de sus jugadores tiene más peso económico, mediático y publicitario que su propia compañía. Algo que solo puede compararse con fenómenos del deporte como Michael Jordan con los Bulls de Chicago de la NBA o Derek Jeter en los Yankees de las ligas mayores de beisbol.
El impacto de Lionel Andrés Messi, el 10 histórico de Barcelona, ganador seis veces del Balón de Oro (al mejor jugador del año) y el mayor goleador en la selección argentina, va mucho más allá del futbolístico. Desde su presentación en el primer equipo del club español, el 16 de octubre del 2004, han llovido elogios en la prensa con respecto no solo a su talento futbolístico, sino también sobre su historia de vida, su carisma y presunta humildad.
Nacido y criado en un barrio de la ciudad de Rosario, Argentina, desde muy joven empezó a sobresalir en equipos infantiles, llevando rumores por todos los equipos de su natal latinoamericano que se estaba presentando “el próximo Maradona”. Finalmente fichó en la escuela de fútbol infantil Newell’s Old Boys a los doce años, poco antes de empezar a desarrollar una enfermedad hormonal que pudo haber llevado a su familia y a sus aspiraciones como futbolista a la ruina.
Por suerte, su padre logró contactar al representante y ex-futbolista del Barcelona Carles Rexach, quien, después de docenas de llamadas, accedió a hacerle una prueba a Messi. En aquel momento “marcó seis goles, disparó dos veces al poste y a la media parte tuvieron que cambiar de equipo para equilibrar el amistoso”. Rexach, impresionado, quiso cerrar un acuerdo de inmediato, sacó una servilleta y redactó el primer contrato de la carrera del argentino, prometiéndole el pago de todos los tratamientos que requiriera a causa de la enfermedad.
De esta forma, la familia de Messi se trasladó a Barcelona y el chico empezó a desarrollar una imagen carismática. Disciplinado, silencioso, amable, el éxito no representó ningún cambio dentro del espíritu inocente del futbolista. Nunca ha tenido problemas con la prensa, no ha existido ni una sola polémica con respecto a una fiesta, una mujer, una borrachera. Al contrario, al poco tiempo se convirtió en director de varias asociaciones benéficas y su frase en el juicio en su contra debido a que su equipo cayó en evasión de impuestos se hizo épica ante su ingenuidad: “Es que yo no entiendo nada de lo que me está diciendo, yo lo único que hago es jugar a la pelota”.
Su historia empezó a tener un impacto similar al de Maradona, quien siempre lo ha mantenido bajo su sombra como -Campeón del Mundo Argentino-. Un chico de un barrio bajo latinoamericano que por obra de Dios obtiene un talento nato para el fútbol y logra superarse no solo a él, si no a toda su familia y a sus allegados en conjunto. La división entre su origen y el de su eterno rival deportivo, Cristiano Ronaldo, no hace más que exponenciar la historia. De familia rica europea, figura de los -niños buenos- del Real Madrid, el derrochador Ronaldo ha sido la anti-tesis del éxito futbolístico de Messi.
Gritar por el éxito de Messi, apoyarlo en su carrera futbolística, ha sido como apoyar al mito, a la historia, de que la pasión y el talento latinoamericano puede más que todo. Trata sobre la superación de los oprimidos. Lionel Messi se transformó en la figura del pueblo, pero, contrario a Maradona, la superó y le agregó de su cosecha, mostrando que no solo basta con talento, si no también con constancia. Contrario al apodado D10S, el nuevo 10 de Argentina no bajó los brazos, sigue peleando por el Balón de Oro todos los años, tras poco menos de dos décadas de su debut en primera división.
Desde el año 2009, se ha estipulado año tras año que el deportista más mediático del mundo es Lionel Messi, según estudios de la Universidad de Navarra, siempre por delante de Cristiano Ronaldo y en un par de ocasiones del brasileño Neymar. Con una media de 21,9 puntos, para muchos especialistas Lionel Messi es la razón por la cual La Liga de España sigue siendo rentable.