En medio de la pandemia de COVID-19, Oxfam propone el documento El virus de la desigualdad, un nuevo modelo económico más justo, equitativo y sostenible para recuperarnos de la crisis económica emparejada con la de salud.
Oxfam es un organización que agrupa a 19 instituciones no gubernamentales que hace trabajo humanitario en 90 países y que busca implementar nuevas políticas públicas para superar lo grandes problemas socioeconómicos de las sociedad actuales.
Entre los datos sobresalientes de El virus de la desigualdad se pueden mencionar cifras abismales. Por ejemplo, que las más grandes fortunas individuales del mundo, las de los multimillonarios corporativos, tardaron solo 9 meses en volver a los niveles de riqueza anteriores a la pandemia. En contraste, la mayor parte de la población, empezando por los que ya se encontraban en situación de pobreza, tardará al menos una década en recuperarse.
Otro dato: el incremento de la fortuna de los 10 mil millonarios más ricos del mundo bastaría para evitar que nadie cayera en la pobreza a causa de la pandemia y financiaría la producción de la vacuna anti-covid.
La pandemia ha puesto en jaque económico y sanitario al mundo
“La pandemia”, dice el documento, “ha servido como una radiografía de nuestra sociedad inequitativa”. En el estudio se manifiesta que la gran mayoría de las personas del mundo quedan marginadas y empobrecidas en el modelo económico actual. Entre los grandes problemas del mundo está la terrible subfinanciación de los sistema de salud en casi todos los países.
El virus tiene, parafraseando a Oxfam, la gravedad para desnudar el cuerpo asimétrico de las economías del mundo, no sólo en asuntos de ingreso, también en temas de raza y género.
En este último rubro las diferencias entre hombres y mujeres no han hecho sino exacerbarse: 112 millones mujeres no estarían en riesgo de perder su empleo (y por ende, su ingreso) si la distribución laboral fuera equitativa.
Entre las propuestas que Oxfam hace está crear un mundo en el que se trabaje durante las próximas décadas se dedique a erradicar nuestra profunda desigualdad.
“Hasta ahora los gobiernos han dirigido las economías basándose en que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) debe ser el principal objetivo de las políticas públicas” dice Oxfam.
No obstante, cada vez más economistas está de acuerdo que medir el bienestar solo por el ingreso agregado (el PIB) es, cuando menos, inexacto.
Medir solo la producción pierde de vista rubros importantes como la crisis del cambio climático (a mayor producción, mayor desgaste del medio ambiente) ni toma en cuenta el trabajo no remunerado (realizado casi siempre por mujeres), así como el de trabajadores en el ámbito informal.
El documento puede consultarse aquí: https://www.oxfammexico.org/sites/default/files/el-virus-de-la-desigualdad.pdf