Ha muerto Larry King. Y con su muerte acaba una era de las noticias televisivas. Durante décadas King acaparó el horario estelar nocturno con su programa de entrevistas, por el que pasaron presidentes, estrellas de cine y criminales por igual. Su estilo directo, de preguntas más curiosas que informadas, le ganaron la simpatía y la credibilidad de las personas comunes. Sin duda: King fue el héroe noticioso de las masas estadounidenses.
No se sabe todavía de que murió King, pero es posible que haya sido una víctima más de la COVID-19. En las últimas semanas fue noticia que el conductor luchaba contra la enfermedad.
Nacido en Brooklyn, Nueva York, King comenzó su carrera en la radio local de Miami, Florida. En las década de los 70 se hizo prominente en la radio de costa a costa con el programa The Larry King Show, en el que perfeccionó su estilo periodístico.
Acusado muchas veces de superficial, King siempre defendió su manera de entrevistar de forma espontánea y divertida. Se dice que nunca preparaba sus entrevistas; dejaba que la charla fluyera como si se tratara de las más públicas de las conversaciones privadas.
Desde 1985 hasta 2010, King encabezó los raitings de la televisión nocturna con su programa en CNN. Su popularidad era tal que se considera que gracias al show la televisión de paga se hizo común en los hogares estadounidenses.
En sus últimos años condujo los programas Larry King Now y Politicking with Larry King, ambos en plataformas web. También se involucró en diferentes causas benéficas y se dedicó a dar charlas motivacionales a estudiantes y periodistas jóvenes. Siempre contaba en esas conferencias inspiradoras las mismas anécdotas acerca de los amigos de infancia en Brooklyn que, gracias a estratagemas descabelladas, se salían siempre con la suya.
Mezcla de genio, pícaro y abuelo afable, Larry King será recordado como una voz clásica de la televisión contemporánea.