Su aparición, justo a la mitad del año, marcó lo que un momento convulso en la historia debe marcar siempre a través del arte: un momento de conciencia y de cambio. No, no se trata de una producción realizada a partir de la pandemia, pero sí podría parecer que es un disco que Run The Jewels escribió y se produjo completo después de la muerte de George Floyd y la fuerza que cobró el movimiento Black Lives Matter.
Sin embargo, “You so numb you watch the cops choke out a man like me/Until my voice goes from a shriek to whisper—‘I can’t breathe’ / And you sit there in the house on couch and watch it on TV. The most you give’s a Twitter rant and call it a tragedy”, no es una lírica escrita en 2020, sino una referencia a otro mártir del sistema, Eric Garner, víctima de policías asesinos al igual que Floyd y que miles más, a lo largo de décadas de historia violenta y racista.
Parecería que RTJ4 (2020) fue premonitorio, pero es más bien una fotografía del presente que logra ser narrado de forma magistral por Killer Mike y EL-P, ambos nacidos en 1975, con un profundo respeto a sus influencias del hip hop clásico, pero con la vanguardia como norte en este álbum, como en cada uno de los cuatro discos de estudio que nos han entregado hasta hoy.
La inclusión de nombres como Greg Nice y DJ Premier, nos llevan a sus raíces, la inesperada dupla entre Pharrell Williams y Zack De La Rocha (RATM), nos pone en la mesa otra cátedra de la colaboración; aunque la más importante sigue siendo entre ellos dos, entre el dueto que aprendió como nadie a compartir puntos de vista, a trabajar en la complementación creativa (las idas y las vueltas en las letras son brutales entre uno y otro), pero sobretodo de la honestidad que debe siempre procurar el trabajo de un artista, o de dos en este caso.
Run The Jewels es probablemente el proyecto más punk y aguerrido del mainstream hoy en día. No buscan la paz, buscan el cambio sin sutilezas o ser moderados. Son la voz de varias generaciones gritando y retando al sistema, al capitalismo absurdo, así como a la urgencia de una política más real, honesta y sin chingaderas.
Y es aquí donde es brutal cómo cierra el disco, cuando Mike habla de su esposa: “Friends tell her, ‘He could be another Malcolm, he could be another Martin’ / She told ‘em, ‘Partner, I need a husband more than the world need another martyr.” No hay necesidad de ser otro mártir, la necesidad es justo por lo contrario; por vivir y sobrevivir.