#WARPPresenta: Entrevista con IDLES, sacando nuestro dolor de una muela a la vez

// Por: Oscar Adame

mié 30 septiembre, 2020

Tras cinco años dentro de la industria musical, la agrupación británica IDLES logró romper con todos los juicios que tenían  sobre sí mismos y su arte con el lanzamiento de su primer álbum de estudio Brutalism (2017), un material en el cual hicieron uso de la música punk para subvertir los mensajes tradicionales del género; alejándose del individualismo y la masculinidad tóxica que predicaban las bandas de los años setenta, el quinteto decidió buscar su propia sanación con mensaje de amor, aceptación y de búsqueda dentro de la feminidad al mismo tiempo que sacaba su dolor a golpes con la violencia catártica del estilo musical.

El alma del proyecto está bien representada en lo que me respondió Mark Bowen, guitarrista principal de la agrupación y cofundador del proyecto, cuando le pregunté cómo describiría a IDLES si la banda fuera una persona. “No lo describiría como una persona, IDLES es un colectivo, trata de un grupo de personas que en papel no deberían de combinar bien juntos, pero que al utilizar las fortalezas de cada uno y aceptar sus propias debilidades, pueden sumar sus partes de forma maravillosa para superarse”.

El resultado ha sido histórico, tras varios años perdidos como copias del post-punk revival de Interpol y The Maccabees, sus principales inspiraciones, IDLES empezó a separarse de esos ideales para hacer música que les naciera del alma, ayudando a sus integrantes a sanar su dolor tras vivir en la pobreza, con problemas de drogadicción y depresión. Su nuevo giro dio pauta a que se superaran como personas con la creación de su propia música, sirviendo de inspiración en sus letras y logrando un renacimiento del punk-rock en Gran Bretaña, colocándolos como nuevos líderes de las listas de éxitos y de la crítica, seguidos de una camada de proyectos que incluyen a Shame, Savages y a Fontaines D.C.

Su impacto a nivel global se expandió con Joy As An Act Of Resistance (2018), nombrado Mejor Álbum del Año en los Ivor Novello Awards y el material mejor criticado de aquellos doce meses según el promedio de Metacritic. Una secuela que convirtió a IDLES de la noche a la mañana en un fenómeno gracias a la profundización catártica de su música en su lucha contra la masculinidad tóxica, en defensa del feminismo, que condena la violencia contra los migrantes y que resume el proceso de sanación ante la pérdida de un hijo neonato, entre muchos otros temas.

“Creo que tener esa violencia hace que nos sea más sencillo aceptar aquellos defectos de los que hablamos”, declaró Bowen con una voz cansada, aunque con un fraseo hiperactivo, agregando que “es importante tener la dicotomía, cargar con el tono violento mezclado con el disfrute de nuestras líricas conscientes; entiendo que haya personas que puedan tener conflicto al pensar que estos dos mundos no pueden converger, pero la realidad está lejos de ello, la verdad es que nuestra música es muy instintiva y muy –nosotros-”. 

Tras el éxito inusitado de aquel disco, el viernes pasado estrenaron Ultra Mono (2020), su tercer álbum de estudio en el cual hacen un repaso a su pasado, analizando el porqué de su éxito al mismo tiempo que se auto-cuestionan la importancia que la industria y sus escuchas les han dado. El resultado es glorioso, un material inmediato que nos muestra a la banda en su etapa más digerible, divertida y suelta.

“Ante la abrumadora recepción de nuestro material pasado, este álbum fue un refuerzo, un recuerdo, de lo que son nuestras intenciones y nuestra identidad como banda para no perder el piso”, afirmó el guitarrista previó a confirmarme que llegó a trabajar como dentista en varias prisiones londinenses, aun durante los primeros años de la banda. “Ser dentista fue muy similar a estar en IDLES, como odontólogo tienes que saber escuchar, empatizar y comprender el dolor de los demás para buscar soluciones, es lo mismo que hacemos con nuestra música”.

El medio es el mensaje

Estoy viendo tu foto de perfil y me parece bastante divertida. Seguro que Dave Grohl te golpeara la cara fue una gran experiencia.

Jajajajaja sí. De hecho, es una historia divertida. Le abrimos a los Foo Fighters cuando tocaron en el O2 Arena de Londres, Inglaterra. Fue un concierto muy agresivo, tanto que rompí mis dientes sobre el escenario, al pegarme con la guitarra sin querer. Al salir, le expliqué a Dave Grohl lo que había pasado y me dijo –oh no, esa historia es mierda, eso es aburrido, necesitas una mejor historia del cómo te rompiste esos dientes-. Después le pidió a alguien que tomara esta foto jajajajaja.

Leí en una entrevista previa que dijiste que antes de grabar cualquiera de sus álbumes, lo que hacen es escribir un manifiesto para saber de qué trata el material. ¿Cuál fue el manifiesto de Ultra Mono?

La idea original fue tratar de romper todo en nuestra música y simplificarla a lo esencial para que pudiera tener una mayor potencia. Quitamos todos los ruidos a nuestro alrededor, nos separamos un poco de lo que estábamos acostumbrados, haciendo que colisionaran los sonidos de las guitarras con la batería.

Esta es una forma de manifestarnos ante todo el ruido que se vive todo el tiempo dentro de la Internet, sobre todo en la izquierda. Ahí dentro hay gente que dedica su vida pelear en lugar de hablar y tener empatía con las personas que tienen filosofías, valores o conceptos distintos. En la Internet todos sienten la necesidad de contribuir y empilarse. No es negativo, necesariamente, algunas veces los agrupamientos pueden ser positivos, pero te repito que también produce mucho ruido y personas que solo buscan pleito.

Es por ello que quisimos enfocarnos, quitar todo el ruido de las canciones, limpiarlas como quisiéramos limpiar a la Internet; hacer algo mucho más simple, pero efectivo, tanto en la música como en las líricas, que son un poco obvias y directas, pero que tratan de temas que no habían sido expresados antes por nadie más, así que por eso era importante hacerlo. 

Es interesante lo que me dices porque tras escuchar el álbum por primera vez, me pareció que era un álbum cuyo impacto es mucho más inmediato y digerible.

Claro. En realidad, queríamos que fuera inmediato al igual que espontáneo. Creo que las canciones tenían que sentirse como si estuvieran desnudas, porque así es como las ideas pueden expresar su mayor cantidad de energía y se mantienen frescas. Mucho de lo que grabamos fue espontáneo, creo que expresamos bien esa energía y espero que hayamos logrado darle la inmediatez que queríamos.

No es ningún secreto que su objetivo en el primer par de álbumes era encontrar una forma de sanar sus problemas en torno a la depresión, la pobreza, sus definiciones de la masculinidad, pero ahora que son tan exitosos y que ya fungen como iconos de -la nueva masculinidad-, quiero saber si cambió su proceso e intención… 

Bueno, creo que muchos de los problemas que quisimos sanar en los álbumes previos siguen estando en progreso. Nuestro concepto de nuestra propia masculinidad sigue siendo algo que está en continuo desarrollo, sobretodo porque somos una banda que hace música muy agresiva. Somos hombres que aún tenemos mucho que descubrir dentro de nuestra feminidad. Así que sí, creo que la mayoría de los tópicos sobre los cuales hablamos siguen ahí. Normalmente encontramos catarsis, pero no una solución en la música.

Lo que creo que hace distinto a este álbum es que también fue una forma de encontrar una catarsis ante el hecho de que nuestro último material fuera tan exitoso. Creo que cuando recibes una respuesta, sea positiva o negativa, tu autoestima es golpeada de una forma en la cual te hace buscar más. Quieres leer más críticas y no entiendes las razones del por qué son tan positivas o negativas. Terminas perdiendo tu identidad en ello. Así que creo que, para nosotros, este álbum fue un refuerzo, un recuerdo, de lo que son nuestras intenciones y nuestra identidad como banda. Eso es lo que es.

Dices que querían expresar la verdadera identidad de la banda, si tuvieras que describirla como si fuera un ser humano, ¿cómo lo harías?

No lo describiría como una persona, IDLES es un colectivo, trata de un grupo de personas incompatibles que en papel no deberían de combinar bien juntos, pero que al utilizar las fortalezas de cada uno y aceptando sus propias debilidades, pueden sumar sus partes de forma maravilla para superarse. Trata del colectivismo, somos una banda en la cual trabajamos por descubrir nuestras debilidades y fortalezas individuales para trabajar por lo mejor.

Una de las cosas que más me interesan de su historia es que previo a Brutalism no tenían ese discurso socio-político que obtuvieron cuando Joe Talbot tuvo la necesidad de sanar y desarrollarse como persona. Sin embargo, la música también cambió mucho. Quiero saber su papel, cómo fue cambiar con él.  

Sí. Creo que todos crecimos juntos tratando de tener la mejor comunicación y entendimiento entre nosotros. Creo que ese cambio del que hablas devino más bien del descubrir nuestra voz y teniendo la confianza de ser nosotros más que hacer música que nos gustaba o que se sintiera como de las bandas que nos gustaban: Interpol, The National, The Maccabees o cualquier otra banda que veíamos como influencia.

En lugar de ello, generamos confianza en nuestra propia voz y en lo que nos interesaba. Creo que en los primeros materiales de la banda ya estaba la intención de hablar con tonos irónicos sobre cosas pesadas en piezas como ‘26/27’, hay algo de violencia en el ritmo y una amenaza en la forma tan lenta en la cual se desenvuelve, pero no continuamos esta línea hasta el primer álbum. Así que sí, yo diría que fue resultado de que descubrimos nuestra confianza en nuestro estilo de composición y nos pusimos como objetivo seguir con ello en lugar de preocuparnos por presentarnos para otras personas o presentarnos como otras personas.

Una de las cosas que creo que hace de IDLES una de las bandas más interesantes del presente es que usan música punk, un movimiento basado en la masculinidad e individualidad, para decir justo lo contrario, pedir por colectividad y afirmar que no tenemos que ser tóxicos para ser masculinos.

Interesante. Creo que es casi como si hiciéramos música para sacar todo eso de nuestro sistema y trabajar en ello. Nosotros somos personas conscientes y sabemos qué deberíamos estar haciendo, cuál es el camino hacia delante. Sin embargo, hay un conflicto en ello que sacamos sobre el escenario y creo que tener esa violencia ahí hace que nos sea más sencillo aceptar aquellos defectos de los que hablamos.

Creo que es importante tener la dicotomía, cargar con el tono violento mezclado con el disfrute de nuestras líricas conscientes. Creo que los dos van de la mano, aunque el balance más difícil de obtener es que la gente pueda disfrutar de las líricas en su intención original ante la violencia de la música al mismo tiempo que otros puedan disfrutar de la música debido al mensaje de las letras. Seguro hay personas que puedan tener conflicto al pensar que estos dos mundos no pueden converger, pero la realidad está muy lejos de ello, la verdad es que nuestra música es muy instintiva y muy –nosotros-.

Otro hecho que roba toda mi atención en sus canciones es que han utilizado letras de Nirvana, Nina Simone, Katy Perry, como una forma de decir lo contrario que ellos decían en sus propias canciones. Creo que, al hacerlo, están mostrando que hay un problema con esas letras y en la cultura que las abraza.

Sí, digo, es algo que hemos retomado de la cultura hip-hop. La idea de utilizar sampleos y utilizar canciones del pasado con un motivo contra-cultural es algo que nos influyó mucho. Así que sí, supongo que es una gran parte de IDLES, la idea de usar las armas de alguien contra sí mismo. Usamos sonidos muy machos, masculinos, con grandes guitarras, tambores y rock and roll, pero lo hacemos porque nosotros queremos cuestionarnos esa identificación con la masculinidad. Una gran parte de IDLES es usar las armas y herramientas de alguien como una forma de cuestionarlas.

Claro. A mí me emocionó demasiado cuando escuché los gritos seguidos de los golpes a los tambores en la frase –I KISSED A BOY AND I LIKED IT- en ‘SAMARITANS’. Es un estatement tan duro con respecto a la diferencia que hay entre la aceptación social que hay de la homosexualidad masculina a la que hay sobre el lesbianismo, sexualizado a favor del goce de los hombres heterosexuales.

Claro, el hecho de que sea interesante es la razón por la que lo hacemos jaja. Es algo que nos interesa mucho, subvertir las intenciones originales de una persona, haciéndolos decir todo lo contrario. Es interesante porque un pequeño cambio en el contexto cambia toda la gravedad de las frases, esa es una de las llaves más interesantes que utilizamos en nuestro arte y que seguiremos explorando. Cambiar el contexto de algo y darle un significado completamente nuevo.

Leí un rumor que dice que solías ser un dentista en prisiones de Londres. ¿Es cierto? 

Sí, fui dentista por una década, trabajé para el Servicio de Salud Nacional en varias prisiones. En verdad lo extraño, es bastante genial y tiene muchas similitudes con el hecho de estar en IDLES jajaja. Creo que me dio muchas herramientas para estar en una banda como esta.

¿Qué es lo que más extrañas del trabajar en prisiones como dentista?

Siento que me estoy repitiendo, pero es la misma catarsis. Un buen dentista escucha a alguien compartir su experiencia del dolor y sabe qué hacer con ello jaja. Tienes que saber cómo sacarle el dolor a alguien con anestesia, sacarle una muela, remover un nervio, taparle un hueco en la muela. Tienes que saber escuchar, empatizar y comprender el dolor para buscar soluciones, al igual que hacemos con nuestra música. Hace que te sientas útil, es bueno sentirse útil.

¿Cuál crees que sea el papel de IDLES en la industria discográfica del presente?

No lo sé. Creo que es que la gente gané mucha catarsis con la forma en cómo compartimos nuestro mensaje y música. Subvertir los prejuicios que la gente aplica a otras personas y subvertir las expectaciones que la gente tiene de nosotros. Esperamos abrir la mente de las personas al mismo tiempo que les entregamos un buen momento, darles catarsis incluso en el fondo de sus cuartos.