#WARPPresenta: Entrevista con Denise Rosenthal, la lucha por la unión femenina en la música latinoamericana

// Por: Staff

mié 26 agosto, 2020

Por: Daniela Navarrete

Ha sido casi medio año de confinamiento y seguimos esperando a que el mundo retome el sentido que estamos acostumbrados. El planeta sigue girando pero nosotros parece que no nos movemos. Ahora nos hemos topado con la realidad: Estando bien con nosotros mismos, podemos estar bien en cualquier lado. La Paz interior es la respuesta.

Denise Rosenthal nos hace preguntarnos si realmente estamos estáticos o tenemos el poder de, internamente, buscar un camino para seguir avanzando hacia nuestro destino y crecimiento. A lo largo de su carrera, la cantante y compositora originaria de Chile, ha buscado generar canciones cuyas letras dan un mensaje significativo para ella, abordando temas desde feminismo, la situación social y política de su país natal, así como salud mental, combinando su lírica con sonidos pop, y una voz impecable. Con su nuevo sencillo “Gira”, la chilena lanza un mensaje de fortaleza y resiliencia que, en estos momentos, es un empujón para seguir luchando por lo que buscamos.

Pudimos platicar con Denise a través de una llamada de ZOOM en la cual nos habló de su último sencillo, qué ha aprendido en la cuarentena, la importancia de ser consciente de uno mismo y su próxima colaboración con Danna Paola y Lola Índigo. Una conversación nutritiva para el alma.

La nueva voz de Latinoamérica

Me da mucha emoción poder platicar contigo, ¿cómo éstas?, ¿qué has hecho en estos días de cuarentena?

¡Muy bien! He tenido harto trabajo porque lanzamos un nuevo sencillo la semana pasada. He estado en mi hogar, en confinamiento, resguardada, tratando de cuidarme y cuidar a los demás. Trabajando, encontrando la manera de adaptarme a todo este nuevo sistema de comunicación y transformación.

Felicidades por tu nuevo sencillo ‘Gira’, me gustó mucho que hayas abordado el tema de la resiliencia y fortaleza, tan importantes en estos tiempos. ¿Cómo fue el proceso de creación de esta canción, la escribiste durante la cuarentena?

Parece que todo se sincronizó de una manera súper especial. Compuse la canción el año pasado estando en Los Ángeles, cuando fui a producir mi disco. Es una de las últimas canciones que alcancé a componer allá. Originalmente iba a salir en marzo, pero con todo lo que ha pasado ha sido un poco difícil poder generar el espacio para grabar el video, hacer las fotos y demás. A penas fue que pudimos coordinarnos para salir a grabar y fue genial.

La canción habla sobre la capacidad que tenemos los seres humanos de fortalecernos frente a las experiencias más complejas que nos tocan vivir, frente a las dificultades, y cómo logramos superarlas con fortaleza y entereza; sobre aprender a abrazarlas. La resiliencia y la perseverancia son algo que, para mí, ha significado mucho y ha sido muy importante poder conectarme con eso. Creo que es una característica que está muy intrínseca en nuestra cultura latinoamericana, nuestros ancestros siempre han tenido mucha perseverancia.

Es verdad. Esto que hablas se refleja en el video, que es impresionante. La energía y fuerza que proyectas son inspiradoras. ¿Cómo se dio la idea del video junto con la directora Javiera Eyzaguirre?

¡Muchas gracias! Para mí, todo lo que tenga que ver con lo audiovisual y estético también tiene que proponer algo. Todos los puntos de comunicación son importantes y todos los detalles hacen la diferencia. Siempre, antes de trabajar, me siento, armo varias imágenes de referencia, veo hacia dónde podemos ir y hago una presentación, en base a la cual vamos trabajando todo el concepto del video. Javiera fue una compañera muy guay, fue genial trabajar con ella, es una artistaza.

Para mí, la naturaleza y las flores son muy significativas. Creo que los procesos naturales, los ciclos que se ven reflejados en nuestro entorno natural, de alguna manera, siempre están vinculados con nosotros mismos. Podemos ver todos esos procesos en la naturaleza que de alguna manera nosotros también vivimos. Las flores siempre han representado eso, siempre están presentes de alguna u otra manera en mi imaginario. Dicen mucho, no solo de mí, sino también de lo que me llama.

Durante tu carrera has buscado llegar a un equilibrio entre hacer música que tenga un mensaje pero al mismo tiempo pueda llegar a grandes masas. ¿Cómo fue que decidiste que esa era tu misión como artista?

La verdad es que ha sido un trabajo complejo. Todos los días estoy aprendiendo y re-descubriéndome, encontrando la manera de seguir habitando los espacios populares masivos para poder generar cambios a través de ellos porque, a mi modo de ver, están un poco más abandonados por los contenidos que son, de alguna manera, más profundos. Tendemos a creer que los espacios populares son exclusivamente para entretener, por ende, conceptualmente, líricamente, profundamente no tienen mucha implicancia y son un poco más superfluos. Yo veo la música como una posibilidad y una oportunidad de poder llegar a una masa de gente que te escucha y que es capaz de dialogar, reflexionar, sobre pensar algunas cosas.

El punto inicial donde dije –okay, tengo que hacer esto-, fue cuando le escribí una canción a una de mis mejores amigas que sufría trastornos alimenticios, hace mucho tiempo, como 15 años. Le escribí esa canción para demostrarle mi amor y mi cariño, hacerle saber que quería que se sanara. Estuvo internada y fue muy complejo. Los trastornos alimenticios son eso, trastornos psicológicos, problemas muy profundos. Luego de eso, ella sanó, se recuperó y comencé a ver que había mucha gente que me escribía y me decía -Denise, escuché la canción, me pasó esto, me pasó lo otro; amiga, te amo-, también noté que la canción se dedicaba mucho.

Me pareció muy lindo todo lo que empezó a generar en el entorno. Después alrededor de dos años de haber sacado la canción, estaba super frustrada, sentía que iba a abandonarlo todo, entonces mi amiga me dijo -Denise, yo nunca te lo he dicho, pero tal vez no estás dimensionando la posibilidad que tienes, el poder que tienes. Si no hubiera sido por tu canción, yo no hubiera salido adelante. Y te lo digo de verdad. Escuchaba todos los días, todo el día la canción y eso fue lo que me hizo recuperarme. Creo que no estás tomándole el peso o el valor a lo que tu puedes llegar a hacer-. Ahí obviamente nos pusimos las dos a llorar jajajaja, y esa historia quedó super marcada en mí porque a lo largo del tiempo y al paso de los años, cada vez que escribo una canción que implica conectarme de alguna manera emocional con las personas, me genera una satisfacción mucho más grande que cualquier cosa.

Creo que si realmente tomáramos conciencia del poder y de la oportunidad que todos y todas tenemos para construir un lugar y una sociedad mejor, el mundo sería muy distinto. Siento que nos han hecho creer que no somos nunca suficiente, que no podemos hacer mucho por la sociedad, que la política es una mierda, que todos los políticos son una mierda; son cosas que, claro, uno puede llegar a comprender pero creo que mas allá de solo generar una opinión critica, uno tiene que accionar y hacer cosas por lo que uno desea y por las convicciones que uno tiene. Mi convicción es que podamos vivir en una sociedad más justa, más equitativa, más respetuosa, más consciente y desde ese lugar yo trabajo y hago todos los días lo que está en mis manos hacer y lo que me sea posible hacer por ello, eso es lo que más me llena.

¡Qué mágico que hayas llegado a esa convicción, la interiorizaras y ahora se refleje en tu trabajo! Vi un video de tu presentación en el Festival de Viña del Mar de este año. Fue muy emotivo cuando cantaste ‘Lucha En Equilibrio’, de verdad diste todo en el escenario y la gente te lo devolvió. ¿Cómo fue estar ahí, cómo te sentiste al ver la respuesta de tu gente, en Chile?

¡Fue muy increíble, fue maravilloso! Algo que he pensado en esta cuarentena es que yo soy muy poco conformista, como que nunca me es suficiente, soy muy autocrítica conmigo y siempre me pongo muchos desafíos, entonces me cuesta disfrutar y atesorar los momentos del presente cuando los tengo que vivir. Parece que logro una meta o un objetivo y no estoy pensando en disfrutar ese momento sino que estoy pensando en lo que me espera a futuro. Estaba en el Festival de Viña pero estaba pensando en lo que viene, ¡en el siguiente desafío, en mi próxima meta a cumplir! A veces, torpemente, no aprovecho los momentos como debería aprovecharlos y creo que el festival de Viña es un ejemplo; lo disfruté mucho en ese momento pero ¡fue tan corto! Pasó, y en marzo llegó la pandemia y los viajes se cancelaron. La verdad es que fue una experiencia que voy a atesorar siempre en mi corazón.

El Festival de Viña de este año fue histórico. Estamos en un contexto social y político muy fuertes, en una búsqueda bastante compleja, antes de la pandemia. Creo que participar en ese certamen, en este año, fue algo super lindo y emotivo para mí porque cuando me propuse ser compositora, hacer mis canciones y habitar la música popular, sin lugar a duda, en mis metas estaba el poder emplear la mayor cantidad de espacios populares posibles para poder generar estos ambientes de unión, de congregación, de diálogo, de reflexión, de visibilización a mis compañeras, a mujeres históricas que han hecho historia no solo en mi país, también afuera. Esas son cosas que a mi me gusta poder generar, que desde las acciones, mis letras, mi trabajo, uno más pueda encontrarse con mi identidad, con lo que soy. Eso es lo que más me motiva, mi honestidad. Creo que esa es la puerta principal para poder encontrarnos con la empatía que está tan perdida en nuestra sociedad.

¿Cómo usaste ese impulso del festival a pesar de la pandemia? ¿Cómo has sentido que ha trabajado tu creatividad en la cuarentena? ¿Aumentó, disminuyó, qué cambios has notado?

He notado muchos cambios, tanto en mí como en nosotros como humanidad. Creo que estas crisis tan obvias y tangibles nos hacen y obligan a generar pequeñas o grandes crisis dentro de nosotros mismas, lo que me parece muy importante. Pienso que, a medida que pasa el tiempo, soy mas a la idea de que además de tener una opinión crítica, hay que tratar de hacer lo que esté en nuestras manos hacer para generar los cambios necesarios. Hay distintas maneras de buscar o generar esos cambios, mi manera es tratar de utilizar todas las trincheras, lugares y espacios posibles para poder construir. Eso es lo que he tratado de hacer en esta cuarentena, tratar de adaptarme a las condiciones. Creo que el ser humano tiene esa capacidad, nos adaptamos muy rápido; somos seres que estamos acostumbrados a esos cambios, parece que es algo natural en nosotros acostumbrarnos a lo que está pasando. Conectarse con esa capacidad de adaptarse es fundamental; encontrar la forma de seguir adelante con los objetivos, con las metas.

Mi creatividad ha variado. Hay días que estoy muy activa y otros que realmente no quiero hacer nada. Siento que estando en confinamiento uno se enfrenta más crudamente a esos ciclos o procesos que vive en la vida normal, solo que en medio de la vorágine, el trabajo, la reunión y el hacer, como que uno no lo toma tan en cuenta o no está tan visible; uno siente algo pero igual tiene que hacer las cosas, entonces tal vez no alcanzas a entenderlo. Estando en casa uno se enfrenta más abiertamente a esos conflictos internos.

Vi una plática que tuviste en Ruidosa y me emocioné más de poder platicar. Me llamó la atención escucharte decir que te sientes intergeneracional, ¿qué crees que le faltó o le falta a nuestra generación para poder tener más representantes o grupos más representativos?

Creo que somos una generación de transición, eso es lo que siempre he sentido. De alguna u otra manera me he sentido marginada y creo que también nuestra misma inseguridad causa que nos auto marginemos frente a ciertas cosas de las que no nos sentimos parte. Como generación, sentimos que no somos parte de esto pero no somos parte de lo otro y entonces, ¿de qué somos parte? Es una mezcla de muchas cosas. También es producto de la globalización; nosotros nacimos y construimos nuestra identidad a partir de los cambios tecnológicos, políticos y económicos que empezaron a haber. Yo nací después del golpe que hubo acá en Chile. Nací en una época de transición, en un espacio muy raro y complejo. Esas son cosas que nos conectan como generación y nos hacen estar de alguna u otra manera más expectantes y reactivos a lo que las otras generaciones hacen muy explícitamente.

Una canción como ‘Gira’ es un granito de arena para que abracemos lo bueno y lo malo, esa dualidad del mundo, y veamos la luz en la oscuridad ¿Cómo llegaste a esas conclusiones, crees que es importante para los artistas ir a terapia y ser consientes de todas esas situaciones?

¡Sí! En general, hay distintos lugares o países de Latinoamérica que tienen un poco más normalizada la salud mental pero creo que Chile no es uno de ellos jajaja. Acá se ha vuelto un privilegio y creo que no debe ser así, tendría que ser algo a lo que todos y todas debemos tener acceso. Pienso que la construcción de nuestra propia imagen se basa en lo que nosotros creemos de nosotros mismos, somos una proyección de todos los patrones y estructuras que nos enseñaron y está en nosotros mismos modificarla a nuestro favor o a lo que nos haga a más felices y plenos.

Me parece que es fundamental el trabajo interno que uno haga, sobre todo estando en el lugar donde estoy, porque es muy fácil perderse; además de que hay muchos estímulos que vienen a suplir todas esas carencias e inseguridades que tenemos. Hay que ser muy aguja con qué es lo que realmente queremos, ser honestos con nosotros, creo que esa, de verdad, es la única manera de lograr los objetivos. Si mi objetivo fuera ser famosa o tener plata, todo bien con eso y la gente que va a conectar con eso lo va a hacer porque esa es su ambición y punto, no hay más. Pero si yo quisiera ser otra, quisiera hacer eso pero lo estoy camuflando con otra cosa, al final eso causa interferencias que la gente de alguna u otra manera percibe. La búsqueda, yo creo que va por ser lo más auténtico posible y conocerse a sí mismo.

Sí o sí recomiendo hacer terapia, yo soy fan de la terapia y creo que hay que normalizarla. Hay que asumir que estamos todos de alguna u otra manera enfermos mentalmente (risas). Tenemos nuestras complejidades y todos somos diferentes también, eso es lo bacán y hermoso. Tenemos experiencias distintas y nos construimos en base a ellas.

¡Exacto! ¿Cómo crees que ha repercutido toda la situación social que está sucediendo en Chile en lo que haces con tu música?

Cuando saqué mi segundo disco, hace como cuatro años, ya estaba hablando de ciertas problemáticas y temas que son importantes de abordar. Todo lo que está pasando acá socialmente, tal vez visibilizó e hizo más tangible las problemáticas que venimos acarreando de hace mucho tiempo pero son cosas que venían pasando, generación tras generación, y que en algún momento revientan, son como bombas de tiempo. Yo siempre he estado muy conectada con mi entorno, con lo que está pasando socialmente. Me interesa mucho cómo funcionan las relaciones humanas, cómo se van moviendo las sociedades. Inevitablemente estoy conectada con lo que pasa en mi entorno, entonces, desde ese lugar, intento componer y generar canciones.

Para terminar, he notado que te has adaptado bastante a esta etapa de confinamiento, ya que usas tus redes para mantener comunicación con tu público, ayudando a generar conciencia, ¿qué tienes planeado, por ahora en cuarentena, y para cuando termine el confinamiento?

¡Se vienen muchas sorpresas! Muy pronto se viene una colaboración con Danna Paola y Lola Índigo, ¡está genial! Es una súper canción y una súper oportunidad para mostrar que dentro de la industria musical hay mujeres que la llevan, son poderosas y que está bacán poder trabajar, hacer algo realmente colaborativo y visibilizarnos entre nosotras. Abandonar esa lejana y poco constructiva idea de que hay muy pocos espacios para las mujeres y que tenemos que pelear por ellos. Eso es inaceptable en estos tiempos porque hay espacio para todas, hay público para todas y ya no tenemos que cargar con esa exigencia y esa presión.

Es un trabajo que tenemos que hacer todas de manera muy consciente, sobre todo en la música popular. Porque ¡uno no ve eso en los hombres! Es super común ver, no sé, a J. Balvin con Bad Bunny, con Annuel, con el Maluma, con el Sky, con el Tainy y están todos dentro de una canción y ¡nadie dice nada! Todos dicen como: “¡uh, qué normal!” Y yo no veo canciones así entre mujeres. De verdad, hay una industria que está incentivándonos a competir entre nosotras constantemente. Esta bueno generar competencia sana entre nosotras, que nos impulse a superarnos, creo que todo bien con eso, de hecho pienso que todas debemos tener esa capacidad, pero que no caiga en algo dañino, tóxico o como mala onda. Fue muy hermoso colaborar y generar esta unión de brujas entre las tres.