#WARPPresenta: Entrevista con Raymix, de la NASA a la electrocumbia solo hay un paso

// Por: Oscar Adame

mar 11 agosto, 2020

Han pasado cinco años desde el estreno del primer sencillo de Raymix ‘Oye Mujer’, el cual terminó por convertirse en uno de los mayores éxitos en la industria musical mexicana de la pasada década. Con más de seiscientas millones de reproducciones, la canción llamó la atención por su innovadora base instrumental, siendo una cumbia romántica creada con instrumentos electrónicos, algo que ya habían presentado Celso Piña y Chico Ché en su momento, pero que nunca había sonado tan serio debido a que ellos no estaban plagados de influencias en la música house y el EDM.

El tema compuesto en una tarde de ocio por este artista cuyo nombre real es Edmundo Gómez Moreno, le abrió las puertas más importantes dentro de la industria musical latinoamericana justo cuando terminó su estancia en la NASA y estaba a un paso de titularse en Ingeniería Aeronáutica. La elección fue complicada, pero pese a su amor por el espacio y al éxito augurado como Director de Proyectos Espaciales, el mexicano decidió seguir el camino que la música le dictó bajo la idea de que la electrocumbia es aquel género que “más oportunidades tiene de hacer frente o de convertirse en un mainstream de México para el mundo“.

Su misión es volver a colocar a México como un país de exportación de música de calidad. Enfadado con la noción de que “no se han presumido las raíces mexicanas en el mundo ni el talento musical mexicano en un buen rato”, Raymix ha trabajado sin descanso para abrirle un espacio a lo que el denominó como electrocumbia. El gusto del público por su género es obvio, pues se trata de uno de los cinco artistas más escuchados del país en servicios de streaming, pero aun queda mucho por hacer para romper con las barreras territoriales. Él está seguro de que lo logrará y por ello recibió un coach personal de parte de J Balvin para ser protagonista del futuro de la música latinoamericana.

De la NASA a la creación de la electrocumbia

Quiero saber cuál crees que sea la importancia de la cumbia en México y por qué decidiste empezar a hacer música en este país.

Mira, aunque se originó en Colombia, este género musical ha sido adoptado por México y lo ha hecho tan suyo que aquí empezaron a generarse diferentes estilos. Por ejemplo, el más famoso es la cumbia sonidera que se originó gracias a las fiestas del barrio que generaban los sonideros, de forma muy similar con lo que pasó con el hip-hop cuando comenzó en Nueva York. Había fiestas con equipos de audios muy grandes, bocinas, gente en la calle y el hip-hop es el género musical más escuchando en EU, entonces se parece a la cumbia sonidera porque así la hacen aquí: cierran la calle para colocar los sistemas de audio enormes.

Es un movimiento, la gente se pone a bailar. Yo descubrí ahí una oportunidad al intentar potenciar el estilo, mezclarlo con las influencias que tengo de la música electrónica y así se ha dado. Creo yo que no hay una fiesta donde una cumbia no se presente, al menos aquí en México y en la comunidad latina de EU. Es por ello que queremos contagiar al mundo con esta onda, y la decisión de irme a la electrocumbia fue que… bueno, el día que yo escribí y empecé a producir la canción de ‘Oye Mujer’ me di cuenta de que definitivamente era una cumbia, pero no era una cumbia normal. Me acuerdo de que ese día busqué en internet el término de electrocumbia y era muy ambiguo. No había algo bien definido. En ese momento intenté tomar ese término y adecuarlo y empezar a crear una especie de movimiento dirigido a una cumbia que pertenece al futuro, una cumbia modernizada.

Claro. Entonces esa intensión inició cuando empezaste a componer la canción. La empezaste a escribir por ocio, ¿no?

Sí, la verdad fue más que nada para distraerme.

Y cuando la escuchaste dijiste -oye, creo que esto puede ser una evolución en el género, estaría interesante-.

Sí, sí lo visioné así desde el primer día, aunque fue más una visión de sueño, más soñado jaja. No me imaginé que fuera a suceder y está sucediendo, poco a poco está sucediendo.

Yo he estado muy peleado con la industria musical mexicana, sobre todo con las grandes disqueras, con los grandes festivales, porque siento que le dan espacio a propuestas que realmente no tienen elementos mexicanos, elementos latinos, que puedan exportarse. Tú te sientes de la misma manera. ¿Crees que los ritmos latinos/mexicanos tienen que empezar a posicionarse otra vez entre los grandes corporativos del país?

Yo pienso que ahorita la música en general está pasando por una situación difícil, muy buena para muy pocos y mala para muchos. Parte de este documental, esta serie a la que me invitó Buchanan’s que es los Game Changers, habla de eso. El 99% de lo que la gente reproduce proviene únicamente del 10% de los artistas, o sea, estamos hablando que el otro 90% se reparte el 1% restante. Estamos hablando de que estamos haciendo gordo al que ya está gordo, es decir, los únicos 10 dioses del reggaetón, los únicos 10 dioses del trap y ya. Es lo único que hay ahorita en la industria de la música latina.

Yo veo que México no ha tenido, no ha representado bien sus raíces en el mundo y lo que está pasando ahora es que los mexicanos caen en la zona de confort y lo que quieren hacer o lo que yo observo que hacen es que toman los ritmos de Puerto Rico, de Colombia, y tratan de imitarlos y los traen a México y aquí lo intentan hacer. Yo siempre digo que si de verdad lo hiciéramos tan bien como ellos, ya habría un Maluma mexicano, ya habría un J Balvin mexicano, y no, no hay. O sea, todo lo que México ha hecho, la gran mayoría, la parte del reggaetón y el trap, es muy local. ¿Me entiendes? O sea, no se compara con los colombianos y puertorriqueños.

Yo pienso que México debe de hacerle frente a las grandes cadenas musicales y traer su propuesta. El país es bien conocido por la música. Ha traído grandes músicos como Juan Gabriel, Marco Antonio Solís y grandes intérpretes como Vicente Fernández, Luis Miguel. Tiene que agarrarse otra vez de lo que sabe hacer bien que es la cumbia, el mariachi, los géneros del regional mexicano, la balada romántica. Hay grandes exponentes del pop: Aleks Syntec, o Reik en su momento. Creo que en lugar de sumarnos a lo que ya hicieron otros, mejor hay que hacer algo e intentarlo.

Cuando fui a Puerto Rico y me entregaron el premio ASCAP por la fusión del año, Daddy Yankee lo dijo con orgullo. Él dijo –Nosotros no seguimos a la cultura, nosotros hacemos la cultura- y todo mundo le aplaudió. Eso es cierto. No me gustó que lo dijera, pero tiene la razón. Yo también quiero hacer cultura, ¿me entiendes? Tenemos que hacer algo al respecto.

De acuerdo. ¿Crees que tú puedes tener un impacto cultural con la creación de la electrocumbia? 

Pues yo creo que para empezar mi estandarte es la cumbia -aunque no me cierro- soy un músico que sí me gustan muchos otros géneros. Lo que no me gusta hacer es lo que ya está súper hecho y re-hecho, que es reggaetón y trap. Ya está demás. Pero si se trata de cumbia-balada, pop, rock, electrónica, house… me encanta. Obviamente yo defiendo la cumbia porque creo que la cumbia puede participar y puede exportarse al mundo y de hecho uno de mis intentos es que estoy trayendo a los artistas que están frustrados por la tendencia actual, por ejemplo, Aleks Syntek, bien conocido por ese tema. Yo le dije “Pues hagamos una cumbia. En lugar de pelea, hagamos música”.  También, por ejemplo, apenas ahorita el 20 de marzo lancé una canción con Paulina Rubio y eso es histórico porque tú sabes que Paulina Rubio no hubiera hecho una cumbia hace diez años. Cosa que ahorita ya pasó con Ángeles Azules y Belinda. De ser como que la música de los barrios, la cumbia se está empezando a convertir en la música hipster.

Como lo que pasó con el reggaetón.

El reggaetón era la música del barrio y muy mal vista, y ahora es como pop. Lograr esa transformación es mi misión. Invitar artistas a que se sumen, que son de México y que nos gustan, que hagamos cumbia porque nos sale y nos sale muy bien.

Respecto a Aleks Syntek, ¿ya te confirmó la colaboración o algo por el estilo?

Raymix: Ah, mira, Aleks tiene una canción que a mí me gusta mucho, que se llama ‘Te Soñé’ y estoy por ahí viendo la posibilidad de hacer una versión en electrocumbia y él también quiere hacer una canción inédita, entonces a lo mejor hacemos las dos cosas.

Esa canción es fabulosa.

Sí, y también este muchacho es un gran músico. ¡Grandísimo!

¿Con qué otros artistas mexicanos te gustaría colaborar?

A mí me encantaría hacerlo con Marco Antonio Solís, él es una institución de la música mexicana, es una persona de mis más grandes respetos, entonces me encantaría hacerlo con él. También por ahí tengo intensiones de invitar a artistas del mundo pop de antes, artistas como Kalimba, hace poquito platiqué con él. Ahorita me junté con Horacio Palencia, uno de los exponentes más grandes e importantes de esta década de la música regional, de la parte de composición, él ha tenido un sinfín de éxitos y ahorita la está haciendo como intérprete, entonces me encantaría. No, de hecho ya hicimos algo y estamos ahí como puliendo. Hay un rapero muy famoso que se llama ACZINO con el que también ya platiqué, me está escribiendo unas líneas para una canción. O sea, quiero como ir agarrando de diferentes… proviniendo de diferentes géneros y estilos para invitarlos y que nos sumemos.

¿Tú crees que la razón por la cual algunas conglomeraciones sociales no tomen en serio a la cumbia es por un tipo como de clasismo arraigado?

Sí, claro. Sin duda. La cumbia… pues es como un todo. Y lo mismo vivió el reggaetón y eso lo platiqué con J Balvin en el programa de los Game Changers, le dije: -Tú te acuerdas perfectamente de que el reggaetón era mal visto, ¿cómo lograron salirse de ahí, treparlo y ponerlo ahora como de alto nivel- Y me dijo -simplemente con pura música y mucha estrategia-.

Por ejemplo, si tú antes te ponías un zarape, es que porque eras un indio. Ahora tú vez zarapes en el Starbucks como si fueran obras de arte hipster que… pues es la verdad, lo son. Yo creo que está pasando lo mismo con la cumbia. La gente se está quitando de esos estigmas que tiene. Aquellos que les dictaba antes que les tenía que dar pena que les gustara una canción del barrio. Poco a poco la gente está evolucionando. Eso es lo mejor. El tiempo está sanando todas esas viejas creencias.

Claro, es muy interesante porque… bueno, igual y tal vez sea la necesidad porque lo que los festivales europeos, desde hace varios años los festivales americanos están interesados en bandas como los Ángeles Azules, los Tucanes de Tijuana, el Sonido La Changa en…

¡EN EDC! Estuvo en EDC el Sonido “La Changa”.

Y va a estar en Barcelona en el Primavera Sound, que es un festival súper hipster.

WOW

¿Tú crees que la cumbia sea el producto que más posibilidades tiene en México en este momento en cuestión musical para exportarse?

Yo siento que sí. El año pasado que tuve la oportunidad de estar en varios premios importantes en EU donde el más fuerte fue el Latin American en Miami. En aquella ciudad mayormente la población es de cubanos y lo que pude observar es que los espectadores con el reggaetón son felices y bailan, les encanta. Pero cuando llegaba el mariachi y la banda de México, todo mundo se apagaba. ¿me entiendes? Y es excelente esa música. A mí me encanta.

Cuando yo me gané el premio, vi cómo se prendieron otra vez y dije -OK. La cumbia es bailable, la cumbia es escuchable, va al mismo bpm que el reggaetón, es rápidita, te da cierto sabor… Hay una oportunidad-. Hay una oportunidad porque la gente quiere bailar. Y si no baila, al menos escucha. Estoy convencido que es el género que más oportunidades tiene de hacer frente o de convertirse en un mainstream de México para el mundo.

Hace poco estuve hablando con Camilo Lara. Estábamos hablando de un disco de covers de mariachi y yo le pregunté -Oye, ¿por qué no ha evolucionado el mariachi? Yo no siento que haya una evolución sonora exclusiva en el mariachi-. Él me dijo -La última evolución del mariachi la hizo Juan Gabriel al dejar el vestuario típico de lo que es el mariachi y teñirlo de rosa. Ahí dejó de ser como el mariachi macho, el mariachi conquistador de mujeres. Empezó a integrar feminidad a lo que es el mariachi-. Eso me encantó. Me explotó la cabeza.

WOW. Sí, está genial

 ¿Tú crees que la cumbia también pueda evolucionar de cierta forma su discurso, tienes también la intensión de evolucionar el discurso de la cumbia?

Yo pienso que ya está evolucionando. Me he dado cuenta cuando en el propio sonido, digamos desde el punto de vista de producción, al inicio, el primer disco, el primer conglomerado de canciones desde ‘Oye Mujer’, ‘¿Dónde Estarás?’, ‘Dime Amor’ y todas esas tienen un sonido todavía más de barrio y tengo una canción, por ejemplo, la que te menciono que sale el 20 de marzo con Paulina Rubio, ya trae tintes más modernos, como más electrónicos sin perder la base. La cumbia es la base, pero incluso ya trae kick. Lo que yo hago, al menos con mi música es no llegar a volverla cumbia-reggaetón. Eso no me gustaría porque no es ni reggatón, ni es cumbia. Se pierde el propósito. Nada más eso es lo que sí cuido. Lo que pasó con Juanes es el ejemplo: lo que hice con Juanes es una cumbia con reggaetón y lo hicimos más por una estrategia y tú sabes que esa canción no fue la estelar. Digamos que lo que hice con Juanes fue parte de una estrategia más pero no fue mi canción estelar.

¿Cómo fue conocer a J Balvin para esta serie, cuál fue la mayor enseñanza que te dejó?

La mayor enseñanza que me dejó es que yo pienso que el éxito no está en tener los streamings, ni ser el top one, ni el más escuchado de Youtube. Yo me di cuenta de que el éxito está en disfrutar y gozar lo que uno haga. Cuando conocí a J Balvin, yo conocí a una persona con una vibra extraña, no sé. Se portó muy bien y buena onda con nosotros, pero a mí me gusta ver a la gente y sentirla. Él se siente extraño, pero no padre.

Yo quiero ser la persona que soy, tener un espíritu lleno de vida y no sé, porque yo sentí, así como que no había un espíritu en él. No sé cómo explicarte. Como que era, más que nada un producto lo que estaba enfrente de mí, no una persona. No sé, eso no me gustó. Aunque él y el trato que nos dio fue muy amable. Es muy buena persona y todo bien, pero eso es lo que no me gustó.

Esa fue la enseñanza que me llevé del artista más grande de la música latina, de la música hispana de los últimos 10 años. A mí no me gustaría verme así, o sentirme así.

Ya como última pregunta si no es que se me ocurre otra en el camino, me gustaría saber qué le dirías a las personas que te critican por dejar la NASA y hacer electrocumbia.

Lo que pasa es que el programa duró un año, fue un intercambio de investigación estudiantil en ese momento. Yo no trabajé ni fui empleado de NASA

¡Ah! Creo que eso está súper malinterpretado entonces.

Sí, pero es normal. Incluso dicen que soy astronauta y eso no es cierto. Soy pasante de la ingeniería aeronáutica y tengo estudios en ingeniería espacial. Soy ingeniero, eso es lo que hago, lo que he diseñado y lo que he hecho y pues no, no lo dejé. Más bien, la música vino en el momento en que yo había terminado mi programa en la NASA.

Oye, ¿tú si tenías literalmente la intensión de trabajar como astronauta?

Sí, pero no como astronauta. Yo quería ser director de proyectos espaciales. Trabajé de eso en México, en San Luis Potosí, para una empresa que hace satélites pequeños. Trabajé como Director de Proyecto e Ingeniero de Proyectos Espaciales. Mi idea era hacer una empresa y yo ser director de proyectos.

Soy un fanático del espacio porque es algo muy infinitamente grande e infinitamente desconocido y me gusta. Incluso duermo viendo vídeos del espacio. Es que sí es muy bonito. Cada día me doy cuenta de lo pequeños que somos y a veces estando en la música me da risa porque conozco artistas que sienten que son así como que… o sea, que a veces les falta saber de lo pequeña que es la humanidad. A mí me ayuda tranquilizarme un poco. No sentirse importantes.