El pasado domingo 9 de agosto, el periódico Reforma publicó una columna escrita por el famoso chef mexicano Enrique Olvera, dueño del restaurante Pujol, quien afirmó que algunos comensales hacen “peticiones inconcebibles”, tales como “pedir chiles toreados para el fettucini” o “limón para el sushi”, ahondando en el cómo la petición de estos elementos puede “producir la ira de los chefs al grado de poner en peligro el trabajo de los meseros”.
Este texto publicado bajo el título de “No Sabes Quién Soy” ha colocado en una complicada situación a los restaurantes relacionados con el chef puesto que desató una gran cantidad de críticas en su contra que lo relacionan con una filosofía -elitista- en las redes sociales, mismas que se centran en los mensajes del chef que emiten un señalamiento sobre lo que es “el buen comer” al mismo tiempo que compara la cualidad moral de las personas que desean pedir “con sus malos gustos” un par de limones en un restaurante de alta cocina con aquellos que ignoran las medidas de salud en época del COVID-19.
De entre las siete mil publicaciones en Twitter que provocó su columna en las últimas 24 horas, algunos cibernautas declararon que su crítica a los comensales está escrita a través de un lente de privilegios que emite juicios a aquellos que no están educados en el mundo de la alta cocina. Sin embargo, otros tantos lo defendieron afirmando que el verdadero enfoque del texto no era una recriminación a aquellos que buscan alterar la experiencia culinaria de un restaurante, si no más bien criticar la prepotencia de algunos miembros del público, asegurando que “el cliente no siempre tiene la razón”.
“Nuestros líderes, ya sea en el gobierno o en el sector privado, no deben escapar a esa obligación de atención y cuidado. Es de ellos la responsabilidad de salvaguardar los intereses de todos nosotros, de tomar decisiones que desde afuera pudieran parecer temerarias por causar un posible derrumbe instantáneo de la popularidad ante los clientes, pero que en realidad son la única manera de garantizar la viabilidad y la buena reputación de nuestros locales”, escribió al llegar el final de la columna
Sin embargo, este último punto no se toca a lo largo del planteamiento y del desarrollo del texto, por lo cual queda en duda si su intención era en realidad criticar a la clase política del país. Por el contrario, en aquellas dos secciones ahonda en sus propios estudios y los de sus colegas (algo que también ha sido muy criticado) afirmando que su creatividad y noches de desvelo son destruidos por las preferencias de un sector de sus comensales.
Otras tantas personas han tratado de ver el punto del chef al visualizar su comida como si se tratara de arte, mismo bajo un lente que dicta que no se puede modificar y que debe de disfrutarse únicamente a través de la visión del artista. En relación a esto último, algunos de los críticos a la columna discuten que si compran la experiencia de comer un platillo, tienen el derecho de hacer con él lo que deseen, algo que Olvera refuta como “un pensamiento muy norteamericano puesto que tanto el cliente, como el pueblo, no siempre tendrá la razón”.
Esta no ha sido la primera fuente de crítica a la figura del restaurantero en los últimos meses, puesto que en abril se dio a conocer que despidió a varias docenas de sus empleados sin indemnizaciones, mismos que lo señalaron en diversos medios de ser un empleador abusivo. Sin embargo, también es cierto que se ha mantenido como una de las figuras públicas mexicanas que más iniciativas ha generado para apoyar al sector restaurantero y agrícola mexicano en esta época de cuarentena.
Frente a este contexto inundado de discriminación y disparidad, el chef mexicano destacó por las recientes iniciativas que ha propuesto para incentivar el consumo de productores de alimentos naturales durante la pandemia, ha impulsado una campaña de fondeo con el objetivo de otorgar fondos a dos asociaciones civiles en Estados Unidos que apoyan a migrantes indocumentados, muchos de ellos mexicanos.
“Estamos conscientes de su posición vulnerable y por ello decidimos lanzar esta iniciativa, hoy más que nunca nos necesitan”. Precisan en la plataforma donadora, donde se está llevando a cabo la recaudación de fondos.
Enrique Olvera ha precisado que las organizaciones de carácter social que recibirán el apoyo recaudado son California Immigrant Youth Justice Alliance y One Fair Wage. Ambas cuentan con estrategias efectivas para apoyar los casos de migrantes y protegerlos o respaldarlos en este momento de profunda necesidad.
“Espero que podamos sumar a ella, porque el trabajo que hacen los paisanos en Estados Unidos es profundamente admirable y necesitan de nuestra ayuda”.