La Revista Q anuncia su último número tras 34 años de dedicación al periodismo musical

// Por: Oscar Adame

lun 20 julio, 2020

Q Magazine, un importante medio enfocado al periodismo musical y de cultura pop en el Reino Unido, cerrará después de 34 años de trabajo. Si bien, la revista ha luchado una buena batalla desde 1986, la caída en sus ventas y la publicidad durante la pandemia en curso han provocado el cierre definitivo de la revista.

La pandemia lo hizo por nosotros y no había nada más que eso”, dijo el editor Ted Kessler a través de su cuenta de Twitter, quien también compartió la carta del editor de este último número que debía presentarse el 28 de julio, en la que dice: “Debo disculparme por mi fracaso para mantener a Q a flote“.

La circulación de la revista había caído a 28,000 por mes desde que alcanzó un pico de 200,000 en 2001. Fundada en 1986 por los escritores de Smash Hits Mark Ellen y David Hepworth, Q Magazine llegó al mismo tiempo que despegaba la revolución del CD y su formato brillante y aspiracional coincidía perfectamente con los tiempos.

A través de los años, diversos escritores pasaron por las páginas de la revista, quienes ofrecieron durante décadas las mejores noticias y destacados del britpop y la música en general. El Editor en Jefe por un largo tiempo fue Barry McIlheney, también periodista que se aventuró al sur de Reino Unido durante la década de 1970 para estudiar en el Trinity College.

Otra personalidad destacada dentro del equipo editorial de Q fue Hannah Hamilton, quien tenía su propia columna con enfoque ecológico; más tarde se sumaron nombres como Paul “Bonehead” Arthurs (Oasis), Jack Monroe, Caitlin Moran, Baxter Dury y Ed Hardcourt, por mencionar algunos de los escritores conocidos que hoy lamentan la partida de este importante medio.

La trascendencia de Q Magazine

A través de una larga gama de contenidos que no se limitaba únicamente a los lanzamientos, la revista se caracterizó siempre por un sentido irreverente y un amplio conocimiento musical por parte de sus columnistas y colaboradores.

Con una extensa sección de reseñas que incluía reediciones, compilaciones, críticas de películas y conciertos en vivo, así como críticas de radio y televisión, Q se convirtió en un hito editorial de talla mundial. Utilizaba de hecho, un sistema de clasificación de estrellas de una a cinco y dichas evaluaciones, a menudo, se agregaban a la publicidad impresa y televisiva para el álbum en cuestión. El contenido no fue gratuito, pero aún es posible encontrar el archivo de todas las portadas de sus revistas.

La revista dedicó sus ediciones a estrellas musicales, así como las famosas listas que van desde ‘Los mejores 100 álbumes’, hasta las ‘100 mejores canciones’. Además produjo ediciones especiales dedicadas a un solo artista o agrupación.

Es preciso mencionar que cada número de Q contenía un mensaje diferente en su enfoque editorial. Durante décadas, los lectores intentaron averiguar la relación del mensaje con el contenido de la revista. Esta práctica (conocida como la “línea de la columna vertebral”) se ha convertido desde entonces en un lugar común entre las revistas británicas de estilo de vida, incluida la publicación hermana de Q, ‘Empire’, y el periódico de fútbol ‘FourFourTwo’.

La revista tuvo una relación muy estrecha con el Festival de Glastonbury, produciendo un periódico diario gratuito durante el festival y una revista de revisión disponible al final del evento. Esto comenzó por primera vez como un spin-off de la revista ‘Select’. En enero de 2008, se lanzó ‘Mojo’ como rival de ‘Uncut Magazine’ y se centró en todas las estrellas de rock, ahora consideradas como patrimonio y clásico, mismas que aparecieron originalmente en las páginas de Q desde 1986.

“Who the Hell…”

‘Who The Hell’ fue una de las secciones más importantes en la historia de Q, dado que ofrecía entrevistas con personas como Jeffrey Archer y Robert Maxwell a cargo de Tom Hibbert; este espacio también fungía para hacer reseñas de películas que más tarde migraron a una revista dedicada a la industria cinematográfica llamada ‘Empire’, de manera que Q se dedicó en su totalidad a la música.

Cabe mencionar que el toque irreverente del enfoque editorial de la revista era sin duda un factor que llamaba la atención de los lectores, eso y sus listas de “Los mejores…”.