Todo lo que necesitas saber del caso Epstein y el arresto de su pareja Ghislaine Maxwell

// Por: Oscar Adame

jue 2 julio, 2020

Por: Sheila Navarro

Este jueves el FBI arrestó a la mujer que habría ayudado al magnate Jeffrey Epstein a conseguir víctimas de los cargos de violación y tráfico sexual que el financiero enfrentaba en prisión justo antes de suicidarse. Se trata de Ghislaine Maxwell, británica que sostuvo una relación amorosa con el famoso financiero estadounidense y que fue acusada de conspirar para delinquir en actos sexuales contra menores de edad al facilitarle las niñas y jóvenes de las cuales abusó.

El archivo contra Epstein le imputaba abusos sexuales de menores de edad entre 2002 y 2005. Este caso contra Ghislaine Maxwell es la precuela del caso que presentamos contra Jeffrey Epstein“, dijo en conferencia de prensa Audrey Strauss, la fiscala federal para Manhattan. “Era de sus asociadas más cercanas y lo ayudó a explotar a niñas que tenían tan poco como 14 años“, agregó la fiscala. “En algunos casos ella misma participó en los abusos.”

Este evento sucede a casi un año de que apareció el cuerpo sin vida del financiero multimillonario, miembro de la élite estadounidense y amigo de personajes como Donald Trump, Bill Clinton y el príncipe Andrés de Inglaterra. El magnate se encontraba en una celda del Centro Correccional Metropolitano, (MCC por sus siglas en inglés) a la espera de un juicio sin posibilidad de fianza tras ser acusado de figurar en un oscuro historial de abuso, explotación sexual y tráfico de menores.

Los orígenes de Epstein

Jeffrey Epstein nació en 1953, en el seno de una familia judía de clase media; creció junto a sus padres y dos hermanos en Coney Island, en Nueva York. En la época de sus estudios, el rastro de Epstein ha resultado opaco, pues a pesar de no graduarse de la universidad, se desempeñó como profesor de la escuela Dalton. Su elocuencia y atractivo eran las características que destacaban a Epstein y su habilidad para prosperar en este período.

La década de los años 80 fue sin duda el punto decisivo para la carrera de Jeffrey, pues luego de haber mentido y estafado para conseguir sus empleos previos, comenzó a trabajar para Tower Financial Corporation, una compañía dedicada a la colección de deudas y, de acuerdo con Steve Hoffenberg, el presidente, Epstein ayudó a crear la Estafa Ponzi, por la que Hoffenberg pasó dos décadas en prisión.

En 1986, Epstein empezó también su andadura junto a Les Wexner, fundador del imperio de la moda The Limited, éste incluye prestigiosas marcas como Victoria’s Secret, Abercrombie & Fitch, entre otras. Sin embargo, surgieron diversos rumores alrededor de ésta relación. Se dice que era especial (incluso en un sentido sentimental y sexual), y que Epstein hizo gala de su falta de escrúpulos para prosperar.

En 2019, Wexner declaró que rompió aquella conexión en 2007, cuando descubrió que le había robado en torno a 40 millones de dólares. El financiero aprovechó su etapa para acercarse a modelos que querían triunfar en Victoria’s Secret.

Fue en los años 90 cuando Epstein afianzó su fortuna y por tanto, sus relaciones amistosas con políticos, nobles y miembros de la élite estadounidense, así como una relación sentimental con Ghislaine Maxwell, quien reclutaba a las jóvenes para su red de explotación sexual. Sus propiedades se multiplicaron, de Nueva York a París, de Palm Beach, en Miami, a Little St. James, su isla privada en las Islas Vírgenes.

Un depredador sexual en potencia

Para 2005, Jeffrey Epstein ya era un habitual de las crónicas en las revistas de sociales, aunque si figura y fortuna resultaban misteriosas. En este mismo año inició la indagación por parte de la policía de Palm Beach, enfocándose en los testimonios de decenas de chicas menores de edad que afirmaban haber sido pagadas para tener contactos sexuales con el multimillonario, sin ellas saberlo de antemano y bajo el pretexto de que recibían el dinero por darle masajes.

Epstein y Maxwell siempre recurrían a jóvenes de familias con pocos recursos o que habían sobrevivido a delitos sexuales previos. Muchas de ellas eran utilizadas regularmente para convencer a otras menores de que entraran a formar parte de esa red.

La policía de Palm Beach cede el caso al FBI al ver que estaban ante un caso que trascendía el Estado de Florida y con enorme influencia política y social; para entonces el organismo ya había registrado casos similares a los denunciados que se remontaban a los 90. Se trataba de una amplia red de explotación sexual de chicas menores que, además de sufrir los ataques de Epstein, eran prostituidas a contactos del financiero, mismos que se expandían entre la élite estadounidense y la nobleza de Inglaterra.

Muchas de las mujeres que testificaron contra Epstein (así como los agentes que participaron en la investigación) afirman haber sido perseguidas y presionadas (algunas incluso con llamadas telefónicas de la propia Ghislaine Maxwell). Se construyó así un caso que, al presentarlo al fiscal, debido a la influencia política, el caso se limitó a un solo cargo de solicitud de prostitución y de tentación a menores para prostituirse.

Todo salió a la luz en 2008, cuando se dio a conocer que Epstein había llegado a un acuerdo judicial con el Fiscal de Estados Unidos, Alexander Acosta quien le garantizaba inmunidad a cambio de pasar 18 meses en la cárcel, sin que la acusación hubiera sido consultada sobre ello. Por tanto, el multimillonario pasó 13 meses en prisión con absurdos privilegios y posteriormente violó las órdenes que lo obligaban a aparecer ante el juzgado y que le prohibían abandonar su hogar.

Dos años después, Virginia Roberts Giuffre víctima del tráfico sexual y frustrada por la deriva del caso, decidió hablar públicamente. Según su testimonio, fue reclutada en su adolescencia no solo para someterse a los delitos sexuales de Epstein, sino también a los de sus conexiones. Aseguró que uno de esos hombres fue el príncipe Andrés de Inglaterra, y que esta red de explotación recalaba usualmente en la isla de Little St. James, que visitaban de forma periódica famosos, entre ellos Bill Clinton.

La influencia del movimiento #MeToo

El movimiento #MeToo representó uno de los mayores movimientos feministas de los últimos años, debido a que las mujeres hicieron públicas sus historias de violencia sexual a manos de hombres poderosos y al que se han construido casos para su condena judicial. No resultó extraño que Harvey Weinstein, la figura cuyos delitos desencadenaron los acontecimientos, fuera amigo del financiero, incluso el esquema y la forma en que se suscitaron los abusos de poder y sexuales fueron muy similares entre ambos.

Al dar seguimiento a las acusaciones que surgieron durante este movimiento, una jueza reconoce que el acuerdo al que llegó Acosta con Epstein fue injusto, y se recupera la investigación del año 2000, lo que culmina en una nueva acusación mucho más potente contra el multimillonario, en Nueva York. Demostró además que aquello fue totalmente inesperado pues incluso en la propiedad de Epstein en Manhattan se descubrió amplio material de pornografía infantil.

Muchos hombres relacionados con Epstein, como Clinton o el príncipe Andrés, negaron de manera abrupta sobre su vinculación con él. El príncipe Andrés concedió incluso una entrevista a la BBC para negar las palabras de Virginia Giuffre. Alexander Acosta, quien era ya Secretario de Trabajo en la administración de Trump, renunció ante la presión mediática y popular.

En la espera de un juicio libre de impunidad, se encontró el cuerpo sin vida de Epstein.  La versión oficial es que se ahorcó, aunque han surgido multitud de teorías conspiranóicas. El hecho de que las cámaras no funcionaran y que los agentes no se percataran perpetúa el misterio.

Por su parte, las sobrevivientes del agresor sexual presenciaron una gran frustración, pues se quedaron a unas semanas de que se hiciera justicia con los crímenes que sufrieron. Sin embargo y a pesar de la muerte de Epstein, el juez les concedió una vista especial en la que pudieron reunirse y contar su historia.