Tras bambalinas con Descartes A Kant en un concierto sobre el amor moderno #BandsYouNeedToKnow

// Por: Oscar Adame

lun 15 junio, 2020

En esta sección, nos sumergimos a la mente detrás de nuestros proyectos emergentes favoritos. Sean nacionales o internacionales, los músicos nos cuentan sus razones para hacer arte. 

Lugar de Origen: Guadalajara, Jalisco
Año de Fundación: 2001
Miembros: Sandrushka Petrova, Dafne C. Macías, Ana Cristina Mo, Memo Ibarra, Andrés Muñoz y Jorge Chavez

Estoy tratando de descansar en un taxi que va rumbo a mí presentación en el Teatro de la Ciudad. Respiro, mientras veo a través de la ventana. -No pasa nada, no puedo mover al tráfico-, me digo al mismo tiempo que veo el caos a mí alrededor. Es el mismo día que toca Ricky Martin en el Zócalo y Hello Seahorse! en el Teatro Metropólitan, una razón por la cual temimos que nuestra presentación terminaría en un desastre, tal como se encuentra el Centro Histórico en este momento.

Llevo media hora de retraso. Es de lo peor porque además traigo muchas cosas del show, entre el catering y los vestuarios. No he dormido nada, cargo con una ansiedad que se ve reflejada en un burbujeante estómago cuyos gases escalan hasta mi cabeza, produciendo una jaqueca terrible. -Tres cambios de vestuario por seis personas-. Espero que no se me haya olvidado ni un zapato. Ahí estará mi mamá, sentada y aplaudiendo, después de mucho tiempo.

Es un concierto que para mí significa mucho. Es el fin de todo.

Llego, corriendo, no hubo ningún problema, así que me encierro en mi camerino a descansar. Duermo hasta que el stage manager toca a mi puerta, un hombre alto y flaco que me dice -todo está bien, tienes que subir en cinco minutos-. 

Pienso, volteo a ver a mi camerino, hay  un par de batas para no revelar mi vestuario hasta haber llegado al escenario. También hay comida vegana y un espejo antiguo con bombillas a su alrededor. Todo es lindo, tomo mi polvera y me pongo un poco en la cara. -Esto será todo lo que soñé, es el concierto perfecto-, pensé mientras rememoraba que dentro del público estaría mi mamá, mi hermano y el chico de quien trata Victims Of Love Propaganda. Tengo miedo.

Veo, recargada sobre el mueble a una fotografía que me muestra en mi infancia, cargando con una guitarra cuando aun no sabía tocarla. Solo sabía posar con ella, sabía que en algún momento me daría superpoderes. Mi perrita estaba a un lado de mí. Volteo a verme al espejo y me digo a mí misma – It’s Showtime-.

El camino hasta el telón rojo es corto, no lo siento gracias a mi determinación. Al final, me encuentro con una tela brillosa detrás de la cual me paro justo en el medio y poso como si fuera un cisne. El telón se abre. Lo primero que veo es a quien le escribí el disco, sentado. Me pone nerviosa, pero me digo que lo tengo que hacer perfecto. Quiero sorprenderlo. 

Había hecho música durante todo este tiempo para llegar a este momento. Todas las personas que quiero y admiro están a mí alrededor. Es mi escenario soñado. Siempre he querido expresarme de esta manera con mis seres queridos. Es un híbrido con acústico y orquesta, repleto de actos dancísticos y performáticos. El escenario es un pequeño universo, teatral más que musical.

Doy mi show, es hermoso, le digo cosas a este hombre, le digo cosas a mi mamá. Nunca me sentí tan conectada con esta gente. Una vez que termina, en lugar de irme, brinco hacia el público y me dirijo a platicar con las personas de la primera línea. Ellas me abrazan, una por una, hasta que se junta una bolita y me expresan con sus hermosas palabras lo mucho que les gustó. Los toqué en lo más profundo. Me siento muy honrada de poder despertar eso en ellos.

El chico del álbum me dice que estuvo bien, de forma modesta, aunque en sus ojos veo que está encantado. Le está poniendo un compresor a la emoción. Del otro lado, mi mamá me dice que es lo más bonito que me ha visto, algo que me dice siempre que mejoro”. 

Un salto a la realidad

Este es un pequeño relato que escribimos con ayuda de Sandrushka Petrova, compositora y vocalista de la agrupación de rock experimental tapatía Descartes A Kant. Un proyecto que se distingue por entregar experiencias impredecibles.

Sus canciones son catárticas, repletas de momentos impulsivos en donde los personajes que pintan con sus voces encuentran la liberación. Gritos. Golpes. Sobre sus caóticas instrumentaciones se relatan historias violentas a través de ojos obsesivos, repletas de detalles y de vida en su sufrimiento. Algo que se imprimió desde su debut Paper Dolls (2006), pero que se perfeccionó en el tercer álbum de estudio de su carrera, la oda sobre el desamor que es Victims Of Love Propaganda (2017).

La última placa en su discografía es un álbum alucinante, un recorrido capitulado en el cual podemos ver la espiral decadente de un pareja joven, la cual empieza enamorándose gracias a sentimientos inocentes, revelando a lo largo de las primeras canciones que se trata de una fantasía individual, pero cuyas partes terminan perdiéndose en ellos al darse cuenta de que no pueden sostener esa imagen que solo vive en su imaginario. El enojo, la desesperación, al no poder cumplir con lo que soñaban, los lleva a un martirio en donde se violentan a sí mismos con frases auto-humillativas.

Estaba en un momento en el cual buscaba respuestas; este es un viaje en el cual encarno todos los roles de una investigación. Soy el detective, la víctima y el victimario; también soy el equipo forense que llega para recoger los restos de la relación como evidencia”, al final, el objetivo al haber construido este mundo de fantasía es “realizar una investigación sobre una relación re-contextuaizada en un ficticio”. Se trata, poéticamente hablando de “una autopsia del amor”.

https://youtu.be/iUce8GUAKok

Una noche tras bambalinas

Aquel material terminó por darle forma a todo un proceso a través del cual la agrupación se encargó de exponer y expandir sus ideas. El desarrollo de un mundo en donde se exponen los puntos más hermosos, pero también los más violentos del amor moderno que llega a su fin con la serie A Night At The Theater (2020), un concierto capitulado que se está estrenando a través de YouTube y de las redes sociales. 

Es la culminación narrativa de todo lo que decíamos en el disco. Lo que puedes decir con música y líricas es una cosa. Pero lo que puedes decir con cuadros, iluminación, vestuario, con los cortometrajes, es algo mucho más complejo y directo”, agregó Sandrushka Petrova. 

Tras dar muestra de su visión a un fuerte equipo de trabajo que incluyó a vestuaristas, coreógrafas, directores de iluminación, y maquillistas, entre otros, Sandrushka se dio cuenta de que esta sería una presentación muy distinta a cualquier concierto de rock-pop tradicional. Es por ello que  “el show estuvo pensado para realizarse en un teatro, en donde todos pudieran estar sentados, disfrutar y digerir lo que les presentáramos”.

El mismo está representado en tres capítulos que distinguen los elementos más representativos de cada una de las etapas del enamoramiento. Desde el encantamiento como aquel momento repleto de inocencia en donde las personas son víctimas de una bomba química en su cerebro; pasando por el desencanto, en el cual los fuegos artificiales se apagan, dejando a la persona que los veía sumido nuevamente dentro de la obscuridad; hasta llegar al Fin de los Tiempos, aquel momento en el cual pierdes la relación, te disocias de la realidad y solo queda preguntarse “¿qué es lo que nos ha pasado?”. 

Dentro de la serie, cada una de estas fases está representada con videos del acto en vivo. En las canciones que se interpretaron dentro del Teatro de la Ciudad y en el Teatro Diana, los cortometrajes que formaron parte del perfomance, pequeñas entrevistas en donde se profundiza en la realización del concierto en Instagram Live, y hasta pequeños documentales del inicio, cuando se encontraban grabado el álbum con Steve Albini, famoso productor cuya maca también quedó impresa en materiales de Nirvana y Pixies. 

Finalmente, lo que se presenta es un relato duro, emocionalmente cargado, pero también muy valiente y personal con respecto al desamor. La presentación es como una roca que te aplasta con recuerdos, los pequeños detalles que hicieron algo especial a la relación sobre la cual te deja pensando. Hora tras hora, canción por canción, lo único que se mantiene es ese tick-tock de que en cualquier momento su recuerdo desaparecerá nuevamente de tu cabeza. Y entonces se cierra el telón.