La esclavitud, la segregación, la vulneración y las humillaciones que sufrieron los miembros de la población negra, dieron origen a movimientos sociales que fueron aglutinados en diferentes organizaciones o bajo diferentes liderazgos, tales como los de Martin Luther King con una postura integracionista y pacifista, con fuerte peso en los sectores medios, dispuesto a recurrir al sistema político estadounidense o Malcolm X con una actitud crítica a la postura anterior, optando por un camino más revolucionario con fuerte peso en los sectores marginados del sistema.
55 años después, las preguntas que rodean el asesinato del líder social siguen contribuyendo a la atmósfera de sospecha y desconfianza entre la comunidad negra, pues continúa siendo un punto ciego en la jurisprudencia y la memoria histórica de los Estados Unidos.
Malcolm X era un hombre peligroso; no peligroso, como sugeriría la imagen ampliamente difundida de él sosteniendo un rifle y mirando a través de las cortinas de su casa. Tampoco porque no estaba de acuerdo con la vía pacífica del movimiento de derechos civiles y su afirmación de que la integración racial era el objetivo principal de la lucha por la libertad negra. Al desafiar la integración como un objetivo principal, Malcolm X amenazó con socavar el sutil apoyo que los principales líderes de derechos civiles estaban recibiendo del gobierno y los liberales blancos. Para muchos blancos, Malcolm y la Nación del Islam encarnaban sus mayores temores.
Malcolm X se unió a la Nación del Islam (NDI) en 1950 y después de salir de prisión en 1952 empezó a ser uno de los predicadores más importantes del movimiento negro musulmán. En la década de los años sesenta, ganó visibilidad mediática al proponer de manera elocuente la alternativa social que la NDI, también llamada ‘Los musulmanes negros’, había consolidado en contraposición a la muy famosa propuesta de la ‘Southern Christian Leadership Conference’ y su presidente Martin Luther King.
A diferencia de las propuestas reformistas de King, Malcolm se rehusaba a participar de alguna manera con el gobierno blanco de los Estados Unidos. El contraste fundamental de las dos propuestas radicaba en la posibilidad de cambio. Para King el cambio podía lograrse a través de una apelación a la humanidad negra y a la verdadera justicia, a la cual el gobierno se doblegaría tarde o temprano, de la mano de un movimiento no violento.
Por otro lado, Malcolm veía contraproducente esta colaboración institucional, pues no confiaba en que el hombre blanco cambiara la forma como había supeditado al hombre negro. No creía posible que éste reconociera sus privilegios y que los cediera pacíficamente. Para Malcolm, las tácticas no violentas de King no eran eficaces y rayaban en la complacencia, por ello abogaba por la auto-defensa. La única forma de solucionar los problemas de la comunidad negra en Estados Unidos era la autodeterminación, lo que implicaba una separación del gobierno blanco. Este es el punto fundamental de diferencia entre las dos propuestas. Malcolm X apoyaba la noción de un nacionalismo negro, que buscara la separación de blancos y negros en EEUU.
Cabe destacar que esta noción separatista o nacionalista no era una noción propia de Malcolm. La articulación de esta propuesta se basó en la influencia que tuvo su participación en la Nación del Islam. Esta organización musulmana estadounidense apoyaba la idea del Islam como la religión del hombre negro por excelencia y buscaba el mejoramiento de la población negra en el país. Su líder, por entonces Elijah Muhammad, fue quién fomento la conversión de Malcolm al Islam y su integración como orador a la organización. A través de su participación en la organización Malcolm entró en contacto con la propuesta política del Islam en África y a partir de allí el Pan-Africanismo.
El Islam fue un factor fundamental en la apuesta política de Malcolm. No solo encontró en esta religión una férrea disciplina, sino que también una oposición al cristianismo abanderado por la mayoría de la población blanca en EEUU. Sin embargo, en 1963 Malcolm decide distanciarse de la Nación del Islam. Esto en una mezcla de conflictos con Elijah Muhammad y del backlash causado un comentario considerado inapropiado respecto al asesinato del presidente Kennedy. Sin embargo, a pesar de salir de esta organización, Malcolm nunca dejó las enseñanzas del Islam, pero lo que marcó su proyecto político fue la peregrinación que realizó a la Meca en 1964 y los posteriores viajes por África que realizó en el mismo año.
La oportunidad que le brindaron estos viajes fue única y consolidó la imagen internacional y panafricanista de Malcolm, pues fue un paso político el que dio para fortalecer la apuesta, uniendo así las luchas africanas. Sin embargo, fueron muchos los delegados que se negaban a reconocer la participación y liderazgo de Malcolm X. La presión del gobierno estadounidense por rechazar lo que podría considerarse como un discurso de odio y violencia aludiendo a la presencia de Malcolm generó incomodidad, a pesar de ello, el líder social apeló al reconocimiento de la vulnerabilidad que se ejercía en contra de la comunidad negra a manos del imperialismo americano.
Fue entonces que fundó la Organización de la Unidad Afroamericana, misma que preparó un documento donde se describen las injusticias sufridas por la comunidad afroamericana, al tiempo que prometen llevar la lucha hasta las últimas consecuencias, por lo que promete, además, llevar la denuncia a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que organismo investigara la violencia de la que era víctima el pueblo afroamericano. El llamado concluía de manera contundente, e invitaba a reconocer nuevas formas de colonización:
“Nadie conoce al maestro mejor que su sirviente. Hemos sido sirvientes en América por más de trescientos años. Tenemos un profundo conocimiento interno de este hombre que se hace llamar “Tío Sam”. Por lo tanto, debe prestar atención a nuestra advertencia. No escapen del colonialismo europeo solo para esclavizarse aún más por el engañoso y “amistoso” dolarismo estadounidense.”
El documento se presentaría 15 de febrero de 1965 por Malcolm X, pero tras recibir un ataque en su casa, la presentación se aplazó para el 21, día en el que fue asesinado.