En este Black Out Tuesday nos centramos en la generación de contenidos que difundan lo que han dicho las víctimas del sistema racial en Estados Unidos y en todo mundo. Ante un momento en el cual todo parece que cambiará a mejoría, lo más importante es escuchar a aquellos que han sido víctimas de injusticias, en este caso, por parte de las fuerzas políticas y policiales.
Lamentablemente, George Floyd no fue el primer afro que muere asesinado por un policía, ni en Estados Unidos ni en ninguna parte del mundo, es por ello que a lo largo de las últimas cinco décadas nos encontramos con canciones que levantan la voz en contra de estas situaciones. Ya sea de parte de la comunidad afroamericana, la afrolatina o de agrupaciones blancas con ideologías que no soportan las desigualdades… estas son 10 canciones, clásicas de la cultura popular, en cuyo centro de encuentra el recriminar la brutalidad policial y el racismo.
Clásico de 1971 de parte del poeta afroamericano en la cual recita una serie de versos que aclaran la distinción que hay entre la representación blanca y afro dentro de la cultura popular, además de ser una previa a la creación del rap. Esta canción es una crítica social que no ha caducado, una en la cual se restriega de forma inteligente a la sociedad la forma en cómo la cultura afro ha sido minimizada. Es por ello que la instrumentación, a base de congas y bongoes la hace aun mejor.
https://www.youtube.com/watch?v=qGaoXAwl9kw
Probablemente el referente más inmediato con respecto a este tema es el segundo sencillo del histórico grupo de rap N.W.A. misma que cuenta con líricas escritas por Ive Cube, MC Ren y The D.O.C. Ellos declararon que la canción fue escrita después de que fueron forzados por la policía a estar boca abajo con armas sobre sus cabezas sin ningún motivo. La crítica dura y directa la convirtió en un clásico instantáneo que se expandió cuando la FBI mandó una carta a los representantes de Priority Records para quejarse de la canción.
La comunidad afrolatina no está absuelta de vivir este tipo de injusticias, por lo que la leyenda del reggaetón Eddie Dee decidió relatar sus vivencias con las fuerzas policiacas de Puerto Rico después de que el Gobernador Ricardo Roselló culpabilizó a los habitantes de los caseríos, en su mayoría afrocaribeños, y a los escuchas e intérpretes de reggaetón de cometer crímenes.
La pieza más icónica del ex-líder de N.W.A. dentro de su carrera como solista es también un clásico de la cultura hip-hop y una canción fuerte con respecto a los problemas sociales que vive la comunidad afroamericana dentro de Los Ángeles, California, lanzada poco después de los Disturbios de Rodney King. Describe el día común de un hombre afro que termina siendo arrestado sin ningún motivo por la policía de la ciudad.
Al igual que la entrada previa, el primer sencillo del grupo de rock-alternativo californiano estuvo cien por ciento inspirada en la protesta que derivó de la paliza que recibió Rodney King por un puñado de policías blancos de Los Ángeles. “Algunos de los que llevan el uniforme son los mismos que queman cruces”, declara Zach De La Rocha en la versión sin censura en la cual también grita “qué te jodan, no haré lo que me dices”.
El clásico de la agrupación punk de Londres, Inglaterra, que figura en su discografía como el primer intento claro por integrar sonoridades derivadas del reggae y el dance-hall jamaiquino, además de por ser la única pieza compuesta para la banda por el bajista Paul Simonon, es un relato crudo con respecto a las protestas raciales que el músico presenció en su infancia dentro de su ciudad natal de Brixton, misma que sufría por la brutalidad policiaca y por la recesión económica.
Un verdadero clásico dentro de la discografía de Bob Marley, quien se convirtió en el principal referente del movimiento rastafari que buscaba la aceptación y difusión de las raíces africanas dentro de la isla caribeña. Famoso por su defensa al pacifismo, en realidad Marley también mezclaba críticas fuertes y directas dentro de sus líricas, siendo la más violenta la que nos corresponde en este momento. Se trata de una angustiada confesión de los suburbios en la cual el músico declara “yo maté al policía, pero no al diputado”.
Esta excelente pieza compuesta por el mismo Fela Kuti en compañía del baterista Tony Allen (que en paz descanse) no solo fungió como precursor del afrobeat, un género musical que celebra a la cultura afro de todo el mundo al combinar ritmos clásicos africanos con géneros -de vanguardia- que terminaron representando a la comunidad afroamericana y afrocaribeña, como el dance-hall y el jazz, si no que también funge como una protesta al accionar militar en su país de origen: Nigeria, tras el saqueo gubernamental a la comunidad de Kalakuta.
https://www.youtube.com/watch?v=Qj5x6pbJMyU
En esta canción, la leyenda del reggaetón también reconocido como -El Abayarde- le da un duro manotazo a aquel segmento de la sociedad boricua que deja a un lado a los afrocaribeños, en específico aquellos que viven en el municipio de Loiza, histórico pueblo puertorriqueño en donde han vivido por lo menso cinco generaciones de hijos de migrantes africanos.
Un reflejo de la persecución que vive la población americana desde un punto de vista autobiográfico con la leyenda 2Pac narrando el acoso que sufrió en las calles por parte de la policía de Oakland. Él describe que le dispararon y que él respondió ya que se sentiría ridiculizado si no lo hacía. “Prefiero morir a estar atrapado y vivir en el infierno”, señala en su último verso.