Una de las medidas implementadas por el gobierno mexicano para disminuir el número de contagios por COVID-19, contempló un periodo de cuarentena para millones de personas, a pesar de que los efectos del aislamiento, para muchos resultaron en algo negativo, existe la posibilidad de que la distancia ayude a mejorar la salud emocional y la introspección que la anterior rutina no nos permitía.
Sin duda se trata de un momento extraordinario en donde ninguna persona, sector o institución se encontraba previamente preparado para una pandemia y mucho menos para guardar distancia desde los hogares; el fenómeno que ha traído consigo el COVID-19 ha transformado nuestra forma de vivir y de llevar a cabo las actividades diarias. En ese sentido, el confinamiento nos ha impuesto un largo periodo de reflexión que puede ser muy útil para recapacitar sobre la forma acelerada en que era la vida diaria, asimismo, podemos adoptar posturas distintas que no se apeguen a una conclusión dramática ante el mundo que dejará el coronavirus.
En esta etapa histórica, donde el futuro nos ha alcanzado para desacelerarnos y detenernos, ha sido necesario implementar nuevas estrategias para realizar actividades imprescindibles de la rutina diaria. Además de este cambio, muchos de los internautas muestran un interés por desarrollar nuevos conocimientos o estimular su creatividad, ya sea comprando un curso él línea, aprendiendo de forma autodidacta a través de plataformas virtuales, armar un rompecabezas, pintar o aprender un idioma.
El chef mexicano, Aquiles Chávez se encuentra entre los optimistas que buscan el lado amable de este resguardo; en entrevista con Alejandro Franco para WFM de W-Radio, expresó que en este momento resulta imprescindible poner en marcha acciones extraordinarias, al mismo tiempo que esto nos permita regresar al origen y bajar la aceleración.
“Somos unos seres que no sabemos estar quietos, que no paramos, por lo menos con la cabeza. Por ejemplo, acabo de descubrir este medio maravilloso que es el internet, entonces todos los lunes, miércoles, viernes y sábado hago mis Instagram live cocinando para la gente, haciendo mis recetas muy como para la pandemia, para disfrutar con los chavos, con la familia.
Y los mismos lunes, miércoles y viernes, pero a las 8PM estoy conversando con los líderes de la industria de la hospitalidad de la restauración justamente para escuchar y nos platiquen como la están llevando y qué hay que hacer. Por ahí decía un tío que había que juntarse con gente muy picuda para aprender, porque lo bruto se pega.”
El encierro nos ha dado la oportunidad invaluable de la reflexión interna. De la evaluación persona, de manera que, cuando se nos permita salir podremos valorar mucho más la libertad, el respeto y convivencia entre personas, la higiene, entre otras situaciones favorables para cualquiera.
La dinámica de la nueva normalidad nos ha orillado a encontrar alternativas que nos ayuden a beneficiar y apreciar el tiempo en casa. Esto se puede traducir en acciones muy pequeñas pero que al mismo tiempo impactan de manera positiva en nuestra vida y percepción de la misma.
“Justamente en esa dinámica, la intención es tratar de aprovechar y tratar de reinventarnos. Yo creo que hoy, sin duda la industria restaurantera va a tener que cambiar y yo creo que hay que volcarnos a lo simple, a las bases y a los orígenes, que finalmente eso somos. Es decir, hoy en pandemia estamos vendiendo guisados, cochinita pibil por kilo, mole y todas esas situaciones, y dejamos a un lado esta cocina complicada de mucha elaboración y hasta cierto punto superflua… los bombones de chocolate, los bombones de aguacate, los trazos en la comida. Desde nuestras posibilidades intentamos hacer comida contundente, rica, sabrosa, que es como un apapacho de mamá, como yo siempre le he dicho”, explicó Aquiles.