The Strokes estrena The New Abnormal, una introspección madura sobre la juventud

// Por: Oscar Adame

vie 10 abril, 2020

Finalmente, esta mañana se rompieron seis años de silencio creativo de The Strokes. El cuarteto neoyorquino que llegó en 2001 a ser considerada -la banda que salvó el rock and roll- que mostraba una cara agresiva, una actitud de -chicos malos-, sobre melodías alegres cantadas en tonos tristes que hablaban desde y sobre una juventud que poco a poco se fue extinguiendo para sus integrantes y escuchas. 

A partir del estreno de Is This It (2001), las situaciones dentro y fuera del proyecto se fueron complicando, con una crítica cada vez más intensa en señalar la -falta de chispa de la banda- y varias peleas internas que dejaron a la agrupación al borde de la desintegración en más de una ocasión. Claro que esto no sucedió y después de cuatro álbumes en donde la norma común era la repetición de los elementos que les dieron el estrellato y la aclamación universal, la banda ha decidido madurar en su último material The New Abnormal (2020).

Tras dos décadas de trayecto en el cual se posicionó a los arquetipos relacionados con la juventud como la base del proyecto, la banda tiene algo nuevo que decir con respecto a ello: ahora son rock-stars que finalmente envejecieron lo suficiente como para extrañar los buenos días del pasado, pero con la suficiente sabiduría para expresar esos sentimientos nostálgicos de forma directa, sin melodrama de por medio, madura, cargada de una narrativa impecable y emocionante. 

Un refugio en la ciencia ficción

Esto último lo logran haciendo no solo una introspección con respecto a su pasado como artistas reconocidos, líderes de toda una generación, si no profundizando un poco más y llegando hasta sus infancias tempranas, colocando por escrito sus traumas de los primeros años de vida en historias intensas que terminan no solo restregando los sentimientos de rechazo que tienen por aquellos que les piden ser algo que ya no pueden ser, si no también a sí mismos por haberlo intentado por años. 

Colocar a la divisoria ‘At The Door’ como el sencillo principal del material, así como la cara más directa con respecto al discurso real del álbum, no fue ninguna equivocación. La épica de sintetizadores de poco más de cinco minutos de duración habla justo sobre la vida adolescente a la cual se dirigió la banda durante años, pero ahora desde su ansiedad, como si se tratara de un pequeño relato de terror, en el cual el chico no puede salir a divertirse ni correr por la madrugada por las calles de Nueva York, sosteniendo un cigarrillo en la mano derecha y pensando en el amor del momento. En esta ocasión se habla de las inseguridades más profundas del personaje, quien se siente tan ajeno a la realidad, que termina en un refugio de varias historias de ciencia ficción, violentas, sobre sobrevivencia.

Este punto de vista, ajeno, pero sensible, se da a notar desde la primer pieza ‘The Adults Are Talking’, que funciona como una serie de descripciones de las dificultades que tiene el cantante para entender las razones por las cuales lo culpan de todo. Por otro lado ‘Selfless’ es una pieza interesante gracias a base que oscila sobre un sintetizador somnífero, divertido y fresco sobre el cual Julián Casablancas vuelve a hacer uso de su voz tan ansiosa.

Instrumentalmente ‘Brooklyn Bridge To Chorus’ nos lleva a la adolescencia de sus integrantes, como una pieza de synth-pop alegre, repetitiva, pero con un gran sentido de la melodía, tal como si se tratara de una pieza de A-Ha, en el cual Casablancas literalmente canta que necesita un cambio, aunque extrañe las canciones de los ochentas.

‘Bad Decisions’ funge como una auto-parodia que solo se puede entender al observar el video promocional de la canción. Trata sobre cómo sus propios escuchas piden copias físicas reales de sus integrantes, colocándolos en un loop constante en donde la reinvención se convierte en algo imposible de alcanzar. 

Al final, The New Abnormal (2020) no es solo un álbum con canciones potentes, bien interpretadas, excelsamente producidas y emocionantes, también es un vistazo profundo a las inquietudes y miedos de los integrantes de una banda que nunca se había mostrado vulnerable. La prueba de que lo pueden hacer y bien está en estos nueve cortes, sin duda lo mejor que han lanzado en más de una década.