// Por: Staff

mié 8 abril, 2020

Por: Daniela Navarrete

Todo lleva su tiempo, la vida transcurre y lo que ocurre en ella, se queda en la mente como pequeños fragmentos de fotografías. Mirar, experimentar, encontrar un sentido y expresarlo a travez del canal corporal es una capacidad digna de admirarse. Purity Ring, el duo de pop electrónico canadiense que, tras cinco años de ausencia, ha lanzado su último trabajo discográfico WOMB (2020), el cual logrado transportarnos a memorias, sensaciones y personas que pueden parecernos conocidas.

Haciendo honor a su nombre, el álbum, por completo, se siente visceral, pasional y cargado de una energía femenina muy potente, justo como se ve en la imagen de portada. Juega con la dulzura de la voz de Megan James, el misterio, resplandor y profundidad de los ritmos, sintetizadores y bajos de la producción de Coria Roddick, y una sensación de estar viendo el mundo a través de los ojos de un androide con sentimientos, como del universo de Blade Runner.

Una introspección en la feminidad tradicional

Se recibe al escucha en mundo futurista de colores rojizos con ‘rubyinsides’: una visión ciberpunk de nostalgia, confusión y enojo sobre la sociedad, y ‘pink lighting’ que con una melodía pegajosa, sonidos hipnotizantes y un ritmo contagioso, transporta a la calma después de la tormenta. A través de ‘peacefall’, expresan que caer no es tan malo cuando se hace para buscar la paz y en’“i the devil’, hacen una introspección donde se cuestiona la feminidad tradicional a través de la propia sensación de verse en un espejo.

Las pérdidas son algo recurrente en la vida, con la melodía y contrastes en la música de  ‘femia’ hacen que ese agobio sea liberador; ‘sinew’ es mágica por la forma en que la voz de Megan está grabada, además transmite perfectamente el sentimiento de extrañar a alguien sabiendo que es parte importante de ti.

La luminosidad y sensación de estar en otro mundo se mezclan con sonidos nativos dignos de una veneración en ‘vehemence’ que, al igual que ‘silkspun’, remonta a emociones internas desoladas que cuando salen a la luz, invitan a correr y sentir el aire en la cara.

Las últimas dos canciones ‘almanac’ y ‘stardew’ son un combo de sensualidad cósmica; a través de sintetizadores brillantes, acuosos, ritmos de trip-hop y una voz espacial, hacen querer abrazar a la persona amada, bañarla en ternura y nadar juntos en un rush amoroso.

La dupla hizo un trabajo bellísimo expresando sus dos polos en estas diez canciones. Bien podría ser el soundtrack de un juego de video o un anime situado en un futuro donde los androides tienen sentimientos y la dualidad es la cúspide de la forma en que se expresa, siente y observa.

En estos tiempos de aislamiento, es perfecto para realizar una introspección a sensaciones que no siempre tienen nuestra atención. A veces es bueno regresar al origen, a ese útero de donde nace todo lo que nos define, realmente verlo y experimentarlo para poder trascenderlo.