Tras haber contraído COVID-19, la activista y defensora de los derechos de las mujeres transgénero y transexuales, Lorena Borjas perdió la vida a los 60 años. Así lo confirmó la asambleísta Catalina Ruiz, quien reside en Queens.
Nacida en México, Lorena tomó la decisión de emigrar a Estados Unidos con el objetivo de expandir su panorama y adquirir nuevas oportunidades y experiencias, además de reivindicarse como mujer translatina. A lo largo de su vida, Borjas logró visibilizar las injusticias y los derechos de las mujeres trangéneros inmigrantes, quienes evidentemente requieren de ayuda legal perpetua, servicios de atención médica y atención a la salud mental que les permita mantener un libre desarrollo de sus derechos e identidad como personas y translatinas.
“Nosotras éramos mujeres sin familias y que habían escapado de nuestros países, perseguidas por expresar nuestra identidad, por ser nosotras mismas. Aquí, en Nueva York, no obtuvimos la vida y la libertad con la que habíamos soñado. También aquí vivimos violencia y abuso. En esos días, era un crimen ser una migrante transgénero de color”.
Lorena Borjas estaba consciente de que el activismo trans ha atravesado distintos ejes generacionales, mismos que pueden ser de clase, etnia, de capital social y/o cultural. Este movimiento trans, encabezado por la activista, dio un giro importante en los últimos años y enseñó que se lucha contra las presiones de género, sin duda, pero también defiende la autonomía de las personas sobre sus cuerpos.
Independientemente de nuestras utopías, actualmente hay muchas personas que necesitan intervenciones para poder ser felices; dichas intervenciones que resultaban esenciales, Lorena Borjas logró identificarlas a partir de analizar la legitimidad de los estereotipos del cuerpo, mismos que son determinados por los cánones de belleza. En ese sentido, Borjas estableció que los más honesto es responder a esa necesidad a partir de la lucha contra las presiones sociales y construir una sociedad en la que nadie odie su cuerpo.
Fue a partir de esos momentos en que Lorena, toma la iniciativa de acompañar, promover y enfocar su ayuda a las mujeres transgénero y trabajadoras sexuales, así como personas con alcoholismo y problemas de adicciones. Desde entonces su esfuerzo y liderazgo permitieron mantener un gran impacto e influencia en distintos sectores de la comunidad LGBT+ de Latinoamérica.
Cabe añadir que en 2012 creó la organización Lorena Borjas Community Fund, que busca aliviar y auxiliar las carencias y necesidades que sufre la comunidad LGBT+, cuyos derechos humanos han sido violentados.
Lorena Borjas no solo fue una activista migrante, fue una mujer sumamente valiente que se desempeñó como defensora de los derechos humanos en un contexto patriarcal y discriminatorio. A manera de homenaje, se realizaron dos documentales que transmiten el espíritu crítico de Borjas, así como su historia: Lucharé como una perra (2014) e Historias de Queens: la historia de Lorena Borjas: la actividad transgénero latina (2019).